La ventaja de ser una caja diminuta
Ontinyent y Pollen?a son las ¨²nicas que podr¨¢n mantener el modelo tradicional
En 2008, antes del inicio de las turbulencias en el sector financiero espa?ol, el balance de la patronal de las cajas de ahorros contabilizaba un total de 45 entidades. En 2013, cuando ya est¨¦ aprobada la reforma del sector que ultima el Gobierno a instancias de Bruselas, solo quedar¨¢n dos: Caixa Ontinyent y Caixa Pollen?a. Curiosamente, eran y siguen siendo las m¨¢s peque?as de la lista, pero ha sido su diminuto tama?o lo que les ha protegido y les permitir¨¢ que sean las ¨²nicas que se mantengan sin cambios el modelo tradicional de caja de ahorros tras esta terrible crisis.
Caixa Ontinyent, una entidad vinculada a las comarcas centrales valencianas, tiene el honor de haber sobrevivido al vendaval que ha tumbado a las tres grandes de su comunidad, Bancaja ¡ªintegrada en Bankia¡ª, Banco de Valencia y CAM, que han requerido enormes ayudas. A diferencia de estas, no concentr¨® el riesgo en el sector inmobiliario, ni emprendi¨® una gran pol¨ªtica de expansi¨®n, ni financi¨® los proyectos fara¨®nicos de la Generalitat. Sus reducidas dimensiones ¡ªmenos de 1.000 millones de euros en activos, 52 oficinas y 970.000 euros de beneficio neto en 2011¡ª han jugado a su favor. ¡°?ramos tan peque?os en comparaci¨®n con las grandes cajas que no interes¨¢bamos; pas¨¢bamos desapercibidos. Y por ello no entramos en iniciativas como el parque tem¨¢tico de Terra M¨ªtica, la Ciudad de las Artes y las Ciencias y otras, en las que Bancaja y CAM entraron claramente guiados por intereses pol¨ªticos¡±, afirma Jos¨¦ Pla, catedr¨¢tico de Organizaci¨®n de Empresas en la Universitat de Val¨¨ncia y miembro del consejo de administraci¨®n de la caja desde hace 12 a?os a propuesta de los socialistas.
Entre 2001 y 2007, la etapa de mayor expansi¨®n, el conjunto de las cajas increment¨® un 220% su volumen de cr¨¦dito al sector privado. Ontinyent lo hizo, en cambio, en un 93%, apunta Joaqu¨ªn Maudos, catedr¨¢tico de la Universitat de Val¨¨ncia y especialista en el sector.
En 2001, la relaci¨®n entre cr¨¦ditos y dep¨®sitos de Caixa Ontinyent era de 1,06, similar a la del sector. Pero para 2007, justo antes del pinchazo de la burbuja inmobiliaria, el promedio en las cajas se hab¨ªa elevado al 1,45 mientras Caixa Ontinyent se manten¨ªa en el 1,02. ¡°?Qu¨¦ significa? Que sigui¨® financiando sus cr¨¦ditos con sus dep¨®sitos sin apelar a los mercados mayoristas para obtener financiaci¨®n¡±, se?ala Maudos.
Pla destaca que la caja se ha ce?ido a un ¨¢mbito geogr¨¢fico muy limitado ¡ªla comarca de La Vall d'Albaida y sus vecinas¡ª, resisti¨¦ndose a integrarse en Bancaja. Adem¨¢s, no ha competido por precio sino apostando por la cercan¨ªa a los clientes y la especializaci¨®n en pymes exportadoras de la zona, sobre todo del sector textil. ¡°El equipo directivo siempre ha sido muy prudente y ha tenido claro que deb¨ªamos centrarnos en las funciones b¨¢sicas de un banco, captar y prestar dinero, y no en ganar rendimientos extraordinarios con otras actividades¡±, resalta.
La tranquilidad que ha caracterizado a Caixa Ontinyent parece, sin embargo, haber llegado a su fin. El relevo en la presidencia de la entidad, impulsado por la Generalitat y pactado con los socialistas y Comprom¨ªs, ha llevado al consejo de administraci¨®n a denunciar por unanimidad ¡°injerencias pol¨ªticas¡± del Gobierno auton¨®mico. Una pol¨¦mica enmarcada en las luchas de poder del PP regional que promete ir a m¨¢s.
Desde Pollen?a, un pueblo de 17.000 habitantes ubicado entre valles en el norte de Mallorca, Biel Bau?¨¢, director general de la caja de ahorros m¨¢s peque?a de todo el sector, reconoce que tambi¨¦n fue su tama?o lo que la dej¨® al margen de los problemas. ¡°Nuestra estrategia siempre ha sido prestar lo que nos permit¨ªan los dep¨®sitos, con lo que no ten¨ªamos el perfil adecuado para las grandes inmobiliarias¡±, explica Bau?¨¢, cuya caja gestiona unos activos de 372 millones. Con ello, si bien crecieron a un ritmo bastante inferior al resto en los a?os del boom, tambi¨¦n evitaron las concentraciones excesivas de riesgo que tan mala digesti¨®n han tenido en todo el sistema. Tampoco los pol¨ªticos se interesaron por ella.
Con vistas al futuro, Bau?¨¢ asegura que seguir¨¢n fieles a su filosof¨ªa y a su territorio. Tambi¨¦n conf¨ªa en seguir actuando en solitario como caja de ahorros ¡°si la regulaci¨®n y la normativa lo permiten¡±. Si lo logran, pasar¨¢n de ser unos pioneros ¡ªfue la primera del sector que se sum¨® a la asociaci¨®n de banca ¨¦tica europea en 2003¡ª, a ser un buen ejemplo del pasado. Tanto su supervivencia como la de Ontinyent invitan a pensar en si su modelo era y es el verdadero secreto de su ¨¦xito y el que deb¨ªan haber seguido decenas de cajas que ahora languidecen sin poder atender a la obra social, su raz¨®n de ser.
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