Banesto, la desaparici¨®n de 110 a?os de historia
La entidad que ahora absorbe el Santander naci¨® en 1902 Tuvo un papel clave en la industria, se expandi¨® y sobrevivi¨® a la intervenci¨®n de 1993
La integraci¨®n definitiva y total de Banesto en el grupo Santander, al que pertenece desde hace casi dos d¨¦cadas, supondr¨¢ la desaparici¨®n de una marca con 110 a?os de historia, que tuvo un papel esencial en el desarrollo industrial espa?ol. Ahora Santander ha optado por prescindir de la imagen de Banesto y poner fin a 18 a?os de convivencia de las dos marcas comerciales.
Or¨ªgenes de capital franc¨¦s
Banco Espa?ol de Cr¨¦dito (Banesto) naci¨® el 1 de mayo de 1902 con un capital social de 20 millones de pesetas representado por 80.000 acciones con un valor nominal de 250 pesetas. El promotor del banco fue un grupo franc¨¦s presidido por Gustavo Pereire, administrador de la Compa?¨ªa de Caminos del Norte de Espa?a. A esta iniciativa se unieron Cayetano S¨¢nchez Bustillo y Le¨®n Cocagne (subdirector del Banco Hipotecario de Espa?a) en representaci¨®n de un conjunto de inversores espa?oles. No obstante, sus or¨ªgenes se remontan a mediados del siglo XIX, cuando una sociedad bancaria espa?ola de capital franc¨¦s decidi¨® constituir la Sociedad General de Cr¨¦dito Mobiliario Espa?ol. La instituci¨®n, creada por Isaac Pereire, ten¨ªa una cartera de inversiones constituida por la cobertura de d¨¦ficit presupuestario espa?ol.
Tras las reformas financieras promovidas por el ministro de Gobernaci¨®n, Gracia y Justicia, Hacienda, y Ultramar Raimundo Fern¨¢ndez de Villaverde en 1900 y la entrada de capital procedente de las provincias del otro lado del Atl¨¢ntico, la mayor¨ªa de accionistas apostaron por liquidar la sociedad y fundar Banco Espa?ol de Cr¨¦dito.
La primera sede de la entidad se ubic¨® en el Paseo de Recoletos de Madrid y sus primeras sucursales se abrieron en plazas exportadoras mineras, como eran Almer¨ªa, Linares (Ja¨¦n) o La Carolina (Ja¨¦n). En el extranjero, Banesto abri¨® una sucursal en Par¨ªs, donde tambi¨¦n comenzaron a cotizar sus acciones.
La Primera Guerra Mundial trajo como consecuencia que el banco adquiriese las acciones de sus socios franceses en un proceso que culminar¨ªa en 1927. Posteriormente, la entidad comenz¨® una etapa de crecimiento con la apertura de nuevas sucursales y con la absorci¨®n de otras sociedades financieras como los bancos comerciales de Valencia, Burgos y Oviedo, el Banco Gijon¨¦s de Cr¨¦dito o el Mercantil de las Am¨¦ricas.
La 'casi opa' del banco Bilbao
A?os antes de su intervenci¨®n, Banesto protagoniz¨® otro incidente, del que sali¨® airoso, con el lanzamiento de una opa hostil por parte del Banco de Bilbao, en noviembre de 1986. D¨ªas antes de esta operaci¨®n, el Bilbao hab¨ªa propuesto a Banesto una fusi¨®n, que fue rechazada. Banesto era ya en esa ¨¦poca uno de los grandes de la banca espa?ola, gracias a la expansi¨®n territorial que vivi¨® en los a?os 70, y que le llev¨® a abrir oficinas en muchos de los puntos de la geograf¨ªa espa?ola donde no hab¨ªa presencia financiera.
A lo largo de sus m¨¢s de cien a?os de historia, Banesto ha protagonizado casi una treintena de fusiones, lo que le permiti¨® absorber a entidades como el Banco de Vitoria, la Banca Coca, la Banca Garrigues Nogues, o d¨¦cadas antes el Banco de Oviedo, de Burgos, y el Banco Comercial de Valencia.
En sus momentos de m¨¢xima expansi¨®n, lleg¨® a contar con m¨¢s de 2.000 oficinas. Hoy en d¨ªa tiene 1.698, muchas de ellas solapadas con el Santander debido a la convivencia de las dos marcas, que ahora se ver¨¢n abocadas al cierre.
La gran crisis: Mario Conde
La historia de Banesto y Banco Santander se uni¨® en 1994, cuando la entidad presidida por Emilio Bot¨ªn se adjudic¨® en subasta la entidad intervenida meses antes por el Banco de Espa?a. El 28 de diciembre de 1993 Banesto vivi¨® el momento m¨¢s dif¨ªcil de su historia. Aquel d¨ªa, el supervisor decidi¨® destituir a todo el consejo de administraci¨®n, presidido entonces por Mario Conde, quien acabar¨ªa cumpliendo pena de c¨¢rcel por su gesti¨®n al frente de la entidad.
Tras la intervenci¨®n y la adjudicaci¨®n al Santander, Banesto vivi¨® una de las juntas de accionistas m¨¢s largas y complicadas de la historia empresarial espa?ola, en las que fueron necesarias ocho horas para que los accionistas aprobaran la operaci¨®n.
La intervenci¨®n de Banesto puso fin, no solo a la ascensi¨®n mete¨®rica de Mario Conde, entonces considerado un advenedizo de la banca, sino tambi¨¦n a la fuerte expansi¨®n de la entidad financiera, que lleg¨® a acumular una importante cartera industrial y estar entre los cinco grandes del sector financiero espa?ol.
La llegada de Santander
El consejo de administraci¨®n fue relevado por representantes de los grandes bancos espa?oles y el ahora consejero delegado del Santander, Alfredo S¨¢enz, fue nombrado presidente de Banesto. En 1994, el Fondo de Garant¨ªa de Dep¨®sitos adjudic¨® el 73,45% de la entidad al Santander, que confirm¨® a S¨¢enz como presidente. Pag¨® 313.476 millones de pesetas, unos 1.888 millones de euros. El banco que preside Emilio Bot¨ªn pag¨® 762 pesetas por acci¨®n. El Banco Bilbao Vizcaya ofreci¨® 667 pesetas por acci¨®n y el grupo p¨²blico Argentaria la valor¨® en 566 pesetas.
Finalmente, en 1998 el banco presidido por Emilio Bot¨ªn lanz¨® una Oferta P¨²blica de Adquisici¨®n (OPA) sobre todas las acciones de Banesto, obteniendo el 97% del capital social.
En el a?o 2002, Alfredo S¨¢enz fue relevado de su puesto por la hija del presidente del Banco Santander, Ana Patricia Bot¨ªn, que dej¨® el cargo en el a?o 2010 para dirigir la divisi¨®n brit¨¢nica del banco. El actual presidente de la entidad es Antonio Basagoiti, padre del presidente del PP vasco.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.