Los particulares financian la econom¨ªa
Pymes y ¡®startups¡¯ obtienen cr¨¦dito de peque?os inversores a trav¨¦s de Internet
La asfixiante sequ¨ªa del cr¨¦dito est¨¢ multiplicando en Espa?a las fuentes alternativas de financiaci¨®n de peque?as empresas y ciudadanos a trav¨¦s de Internet. Se trata de pr¨¦stamos que trocean la inversi¨®n de cada particular en tramos de hasta 40 euros para reducir el riesgo. Todos los cr¨¦ditos son respaldados por la aportaci¨®n de muchos peque?os inversores. La iniciativa se ha puesto de moda en EE UU y Reino Unido, donde ya se manejan miles de millones de d¨®lares. La raz¨®n de este ¨¦xito es que todos ganan: los particulares obtienen una rentabilidad media del 10% por prestar sus ahorros, y los prestatarios abaratan la financiaci¨®n tradicional. El truco es una sofisticada plataforma de Internet que pone en contacto a ambas partes y da soporte a la operativa. ¡°Internet ha desintermediado el cr¨¦dito dado por las entidades financieras, poniendo en contacto directamente a prestamistas particulares con prestatarios¡±, explica ?lvaro Mart¨ªn, socio de Analistas Financieros Internacionales (AFI).
Un negocio con mil caras
La expansi¨®n de las redes sociales favorece las nuevas formas de financiaci¨®n. Cada plataforma de pr¨¦stamos es, en realidad, una minired social a la que se apuntan los inversores con la libertad de escoger a qui¨¦n y cu¨¢nto prestan. M¨¢s de 70.000 antiguos alumnos de la Universidad Polit¨¦cnica de Valencia se han ofrecido a financiar las matr¨ªculas de los 30.000 alumnos de la misma universidad a trav¨¦s de Comunitae. Quienes han apostado por proyectos empresariales pueden seguir la pista de sus inversiones en una empresa de cultivos ecol¨®gicos, una agencia de viajes para solteros o un exportador de productos espa?oles a China.
Thecrowd Angel permite a cualquier particular convertirse en un business angel con 3.000 euros y sin tener experiencia. ¡°Analizamos en profundidad las startup tecnol¨®gicas que piden financiaci¨®n y ofrecemos las que son viables a nuestros inversores a trav¨¦s de participaciones de 3.000 euros¡±, cuenta Ram¨®n Saltor, socio fundador de la plataforma, muy curtido en el an¨¢lisis de startups tecnol¨®gicas.
El pr¨¦stamo social ha tomado mil caras. La web autogestioncaf.org ense?a a grupos de inmigrantes, amigos o familiares la forma de crear minicooperativas de ahorro para progresar en su econom¨ªa. Son muy populares en Latinoam¨¦rica, y hay m¨¢s de 60 en Espa?a. ¡°Cada comunidad tiene de 10 a 30 personas que aportan dinero cada mes. Cualquiera de ellos puede pedir un pr¨¦stamo que deber¨¢ devolver en seis meses, con un 1% o un 2% de inter¨¦s¡±, cuenta Abdoulaye Fall, presidente de Comunidades Caf.
La crisis ha multiplicado otras formas de cr¨¦dito gracias a Internet. La popular Cofidis ha sido replicada con multitud de variantes. Quebueno presta hasta 300 euros a devolver en un m¨¢ximo de 30 d¨ªas. ¡°Los piden para el consumo o para tapar descubiertos bancarios porque tienen intereses que doblan con creces al nuestro. Somos muy r¨¢pidos: en una hora ponemos el dinero en la cuenta del cliente, y eso nos da margen para estudiar el riesgo de la petici¨®n. Rechazamos m¨¢s de la mitad de las peticiones y tenemos de un 15% a un 20% de morosidad, pero nos queda margen de negocio¡±, asegura Rolf Cederstrom, director de Quebueno. Es otra de las mil formas.
Las plataformas de pr¨¦stamos cobran comisiones sobre las operaciones casadas y supervisan todo el proceso. El sistema es mucho m¨¢s econ¨®mico y ¨¢gil que el bancario. As¨ª lo ha recalcado el Gobierno brit¨¢nico al anunciar una inversi¨®n de 55 a 110 millones de libras (entre 68 y 136 millones de euros) para impulsar el cr¨¦dito en el pa¨ªs. El ejecutivo de Londres destinar¨¢ 10 millones de libras a Zopa, la mayor plataforma de pr¨¦stamos entre particulares, y 20 millones de libras a Funding Circle, la plataforma m¨¢s popular de pr¨¦stamos de particulares a empresas. El crecimiento de los pr¨¦stamos entre particulares ha llamado la atenci¨®n del Parlamento Europeo, que pidi¨® a la Comisi¨®n su regulaci¨®n en 2009. ¡°Todav¨ªa no se ha plasmado en ninguna propuesta legislativa¡±, asegura un portavoz de la C¨¢mara de Bruselas.
Al sistema le cuesta madurar en Espa?a. Cada plataforma debe conseguir una masa cr¨ªtica de inversores, y eso cuesta dinero. Comunitae es la ¨²nica intermediadora entre particulares que ha conseguido funcionar. Arturo Cervera, su socio fundador, cuenta la trabajosa experiencia: ¡°Llevamos invertidos casi tres millones de euros desde 2009, y tenemos 1.000 inversores, pero debemos conseguir 2.000 m¨¢s para alcanzar nuestra masa cr¨ªtica¡±. En 2011 realizaron una ampliaci¨®n de capital (entraron Good Investments, Cabiedes & Partners y Fran?ois Derbaix) para conseguir un mill¨®n de euros junto con el pr¨¦stamo de la Empresa Nacional de Innovaci¨®n.
El resto de las plataformas espa?olas de pr¨¦stamos de particulares financian startups y otras empresas. ¡°Son una deriva del crowfounding, las plataformas colectivas de micromecenas para financiar proyectos de ocio y cultura a cambio de reconocimiento¡±, explica Enrique Estell¨¦s, investigador de la Universidad Polit¨¦cnica de Valencia. ¡°Los particulares que se unen para prestar dinero a proyectos empresariales entran en su accionariado o piden la devoluci¨®n del pr¨¦stamo con intereses¡±.
Con esta f¨®rmula, SociosInversores ha logrado tal ¨¦xito en Espa?a que empieza a operar en 12 pa¨ªses de Latinoam¨¦rica a partir de enero de 2013, y ofrece su franquicia en los cinco continentes. ¡°Seremos la mayor red global de finanzas entre particulares de habla hispana¡±, asegura Javier Villaseca, el joven emprendedor que puso la empresa en marcha en 2011. ¡°En Espa?a hemos logrado 900 inversores, casi todos particulares¡±. La plataforma ha recabado tres millones de euros para 43 proyectos empresariales, tiene una cartera de otros 500 y ha recibido el premio a la mejor empresa de Internet 2012 del Senado de Espa?a y la Asociaci¨®n de Usuarios de Internet. El ¨¦xito radica en ¡°una combinaci¨®n de rentabilidad y riesgo muy ventajosa, pero la crisis ha fomentado la relaci¨®n entre particulares porque est¨¢n un poco cansados de ver el comportamiento bancario¡±, subraya Villaseca.
El estudio de los gestores de las plataformas aminora el riesgo de la inversi¨®n social. ¡°Hemos desechado 80 proyectos que carec¨ªan de documentaci¨®n para verificarlos¡±, asegura Villaseca. ¡°Las plataformas de pr¨¦stamos deben reducir el riesgo de las inversiones para crecer y realizan perfiles de riesgos de los prestatarios con herramientas similares a las utilizadas por los bancos¡±, dice Fran?ois Derbaix, inversor en negocios de Internet. La morosidad media de Comunitae, por ejemplo, es del 2,67%, casi siete puntos inferior a la de la banca espa?ola. La diversificaci¨®n propia de las inversiones sociales es su segunda baza para reducir el riesgo.
Injoinet va un paso m¨¢s all¨¢. Sus socios fundadores crearon la plataforma como forma de probar proyectos empresariales. Uno de ellos, Miguel Moya, lo explica: ¡°Prototipamos el producto de quien pide el pr¨¦stamo con simulaciones que mostramos en v¨ªdeo, y si no logra reunir la inversi¨®n necesaria para desarrollarlo es que no ha gustado. Es la mejor forma de testar el mercado, y eso no pueden hacerlo los bancos¡±. Quinientas personas ya han avalado 12 proyectos de esta forma.
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