Ya llega la tasa Robin Hood
El impuesto Tobin a las finanzas supera fases y afianza una Europa libre de las cadenas de la City
Est¨¢ ya al caer en buena parte de Europa. Es el impuesto sobre las transacciones financieras, llamado tasa Tobin, por James Tobin, el Nobel que la concibi¨®. Y apodado Tasa Robin Hood porque detrae recursos al capital especulativo, a quien se le quiere facturar su culpa en la crisis. La tasa acaba de recibir los dos pen¨²ltimos espaldarazos.
La propusieron 11 socios de la UE ¡ªentre ellos, Francia, Alemania, Italia y Espa?a¡ª, este verano. Adopt¨® el cauce de ¡°cooperaci¨®n reforzada¡±, por el que varios se conjuran para avanzar m¨¢s aprisa que el conjunto, ya que otros, como el Reino Unido, boicoteaban la iniciativa de la Comisi¨®n, lanzada el 28 de septiembre de 2011.
El Parlamento Europeo la aprob¨®, el 12 de diciembre. Exhort¨® a la Uni¨®n a que volviera a presionar para que se adopte ¡°a escala mundial¡±, y augur¨® que la conjura de los 11 ¡°servir¨¢ probablemente de ejemplo positivo¡± a ese fin. Y los 27 ministros autorizaron el martes en el Ecofin esa ¡°cooperaci¨®n reforzada¡±, un sistema de avanzadilla que exige la autorizaci¨®n previa del convoy. Se abstuvieron, adivina, adivinanza... los prendas brit¨¢nicos y checos. Y malteses y luxemburgueses.
Ahora, la Comisi¨®n actualizar¨¢ su iniciativa original, y la adaptar¨¢, de 27 a 11. Al inicio calcul¨® que con dos tipos de 0,1% y del 0,01%, seg¨²n las operaciones, se recaudar¨ªan 57.000 millones de euros al a?o, que ir¨ªan al presupuesto europeo y beneficiar¨ªan a los nacionales. Y luego, los 11 deber¨¢n aprobarla por unanimidad.
La tasa afianza una Europa a dos velocidades, en la que las liebres no van encadenadas a tortugas
Habr¨¢ debate sobre el destino de lo recaudado. Unos querr¨¢n que sea Europa; otros, cada Tesoro; la sociedad civil internacional que se ha movilizado a su favor, la lucha contra el hambre, la pobreza y el subdesarrollo (ver www.ubuntu.upc.edu).
Eso es importante, pero no lo esencial. Lo esencial es el propio impuesto, seg¨²n su creador. No solo porque grave la compraventa de productos financieros, exenta de fiscalidad, sino porque ¡°el problema esencial de hoy es la excesiva movilidad internacional, o entre divisas, del capital financiero privado¡±, recalc¨® Tobin (¡°A proposal for International Monetary Reform¡±, Eastern Economic Journal, 1978). Lo decisivo es desincentivar la exuberancia desestabilizadora de la especulaci¨®n a corto plazo, el barroquismo de los mercados financieros que asfixia a la econom¨ªa de mercado.
Pero esta tasa Tobin tambi¨¦n es portadora de futuro por otra raz¨®n. Porque afianza una Europa a dos velocidades, en la que las liebres no van encadenadas a tortugas y cangrejos. Ocurre gracias al art¨ªculo 20 del Tratado de la Uni¨®n, que permite las ¡°cooperaciones reforzadas¡± entre cualesquiera, bajo condiciones: no da?ar al mercado interior, a la cohesi¨®n ni a la competencia; estar abiertas a todos siempre; producirse ¡°como ¨²ltimo recurso¡±, ya agotada la discusi¨®n; que participen todos en el debate, pero decidan solo los cooperantes, ¨²nicos vinculados; que las proponga la Comisi¨®n y las apruebe la Euroc¨¢mara. Y al art¨ªculo 136, que las facilita a los miembros de la eurozona apenas sin restricciones.
As¨ª, ¡°el derecho a veto de Gran Breta?a, que deriva de su condici¨®n de miembro de la UE y con el que hasta hace poco Londres pod¨ªa bloquear el subsiguiente desarrollo europeo, ha perdido repentinamente su eficacia, porque los Estados del euro se adelantan¡±, retrata Ulrich Beck (Una Europa alemana, Paid¨®s, Barcelona 2012).
El primer aldabonazo se dio por fuera de esos art¨ªculos, hace un a?o, cuando se perge?¨® el tratado fiscal, que manumiti¨® a los europe¨ªstas de los cangrejos euroesc¨¦pticos, aunque fuese para un texto muy discutible. El inspirador de su arquitectura fue otro sabio, el jurista Jean-Claude Piris (con su The future of Europe, towards a two-speed EU?, Cambridge, 2011). Piris precisa que hay varias opciones de doble velocidad: una m¨¢s pragm¨¢tica, sin tocar el Tratado de Lisboa, por la v¨ªa del 136 y compa?¨ªa; otra, m¨¢s ambiciosa, el ¡°pacto adicional¡± pero compatible con ¨¦l (¡°The issue...¡± oto?o 2012, www.europesworl.org). Por una u otra v¨ªa, los encadenados podemos liberarnos de los negreros de la City.
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