Acuerdos por el empleo y el crecimiento
El a?o 2013 se presenta como un a?o de transici¨®n para la salida de la crisis. El a?o se inicia con menos pesimismo que el trimestre anterior, lo que se refleja fundamentalmente en la mayor confianza de los mercados financieros. Pero no nos equivoquemos: todav¨ªa ser¨¢ un a?o duro, con ca¨ªda de la actividad y p¨¦rdida de empleos, pero tanto el Gobierno como la oposici¨®n deber¨ªan olvidarse de sus intereses partidistas y hacer un esfuerzo para realizar pactos, aunque sean parciales, que comiencen a poner las bases para el crecimiento de la actividad econ¨®mica como ¨²nica v¨ªa posible para la creaci¨®n de empleo.
No en vano, y con mucho sacrificio, han mejorado algunos de los desequilibrios de la econom¨ªa espa?ola. Se ha corregido el d¨¦ficit comercial, se ha reducido el d¨¦ficit p¨²blico en una situaci¨®n de crisis que lo hace m¨¢s dif¨ªcil y est¨¢n en marcha reformas que, junto a los ajustes realizados, deben seguir afectando positivamente a la competitividad de la econom¨ªa espa?ola: la reforma del sistema financiero ya muy avanzada, la reforma laboral que podr¨ªa mejorarse, el intenso ajuste realizado en salarios y costes de producci¨®n y el ajuste del sector inmobiliario, del que por su magnitud todav¨ªa no puede esperarse m¨¢s que una mayor ca¨ªda de los precios hasta que se absorba el gran stock existente, especialmente en las zonas costeras.
La crisis ha afectado a todos los estamentos de la actividad econ¨®mica ¡ªinversores, ahorradores, productores, comerciantes, empleados y consumidores¡ª, aunque no con la misma intensidad. Pero el ajuste m¨¢s doloroso para la sociedad ha sido el del empleo. Alcanzar los casi seis millones de parados, con una tasa de paro del 26%, es ya insoportable, aunque se tenga en cuenta el colch¨®n de supervivencia que significa la econom¨ªa sumergida y las ayudas p¨²blicas al desempleo. Pero tambi¨¦n deber¨ªa ser inaceptable para los responsables pol¨ªticos, y en ellos incluyo a todos los que han tenido actuaciones p¨²blicas en los ¨²ltimos 10 a?os, primero provocando y despu¨¦s negando y no evitando los efectos negativos de su gesti¨®n sobre la actividad econ¨®mica. Por eso todos deber¨ªan sentirse lo suficientemente responsables como para intentar aunar los esfuerzos para salir de una vez de esta crisis tan prolongada. Despu¨¦s, cuando lleguen las elecciones, ya se pelear¨¢n.
En todos los documentos que se refieren al empleo se habla pomposamente de ¡°pol¨ªticas activas de empleo¡±, pero no hay m¨¢s pol¨ªticas activas que aquellas que ayuden a generar actividad econ¨®mica, ya sea con creaci¨®n de empresas nuevas o manteniendo y aumentando la actividad de las existentes, pero siempre en t¨¦rminos competitivos. No siempre tienen que ser pol¨ªticas que cuesten dinero al erario p¨²blico. A veces basta con una mayor eficacia administrativa, una reducci¨®n de trabas para facilitar la actividad empresarial y facilitar el cr¨¦dito para las actividades productivas que se observen viables. Por desgracia, el sector p¨²blico tendr¨¢ que continuar con su ajuste y por tanto con la reducci¨®n de empleo. Pero deber¨ªa diferenciarse entre aquellas actividades necesarias para la sociedad (ense?anza y sanidad) y aquellas puramente administrativas que pueden ganar en eficacia evitando duplicidades al tiempo que se reduce el tama?o de las administraciones: estatal, auton¨®mica y local.
Ha llegado el momento de dirigir los m¨¢ximos esfuerzos posibles a incentivar el crecimiento de la actividad
Como es sabido, el punto m¨¢s positivo de esta crisis ha sido la reducci¨®n del d¨¦ficit exterior de la econom¨ªa espa?ola, absolutamente necesario para poder reducir el excesivo endeudamiento externo. Dada nuestra dependencia energ¨¦tica y tecnol¨®gica, que nos obliga a cuantiosas importaciones, no queda m¨¢s remedio que intentar incentivar las exportaciones. Las ganancias de competitividad conseguidas con los ajustes realizados en estos a?os de crisis y los esfuerzos realizados por muchas empresas para competir en el exterior han permitido crecer a nuestras exportaciones y ganar cuotas de mercado en un entorno dif¨ªcil y competitivo. En Europa, donde se dirigen cerca del 70% de nuestras exportaciones, estamos en un mercado abierto en el que solo sobreviven los m¨¢s competitivos, ya sea por precio o por calidad de los productos. En el resto del mundo y especialmente en Asia y Latinoam¨¦rica, donde nuestras exportaciones tambi¨¦n est¨¢n creciendo, se valoran los productos que se diferencian por el dise?o, en el caso de los bienes, o por la incorporaci¨®n de conocimiento en el caso de algunos servicios. Incentivar la internacionalizaci¨®n de las empresas y abrir nuevos mercados es una de las l¨ªneas a seguir para impulsar la actividad y la creaci¨®n de empleo.
En algunas ocasiones se habl¨® de la necesidad de un gran pacto entre los partidos pol¨ªticos, sindicatos y empresarios para acordar medidas que propiciasen la salida de la crisis, pero no hubo el menor inter¨¦s en conseguirlo. Sin embargo, en el momento actual la situaci¨®n de las familias y la contestaci¨®n social han llegado a un punto tan cr¨ªtico que exige llegar a alg¨²n tipo de acuerdo que, aunque sin ser un gran pacto, permita tomar iniciativas que generen confianza y esperanza entre la poblaci¨®n.
De momento, hay iniciativas del PSOE y del Gobierno que deber¨ªan traducirse en algo m¨¢s concreto. Las propuestas que Rubalcaba ha hecho llegar a Rajoy para luchar contra el desempleo deber¨ªan discutirlas seriamente, ya que algunas de ellas son negociables en el seno de la UE, como el retraso del objetivo del d¨¦ficit y conseguir que no computen las inversiones p¨²blicas en el objetivo del d¨¦ficit. La respuesta inmediata del ¨²ltimo Consejo de Ministros, con la reducci¨®n de cotizaciones para emprendedores j¨®venes por seis meses, no parece suficiente y es muy limitada en el tiempo considerado el que se necesita para emprender alguna actividad nueva. Es un error anunciar medidas tan limitadas en vez de presentar una estrategia m¨¢s amplia y consensuada en un tema tan complicado como es la incentivaci¨®n de la actividad y del empleo.
Otra iniciativa en marcha es la ley de emprendedores, que deber¨ªa tener en cuenta todas las posibilidades de ayudas e incentivos, ya sean de car¨¢cter administrativo ¡ªcomo la tan anunciada, pero sin hacerse realidad, ventanilla de 24 horas para la creaci¨®n de empresas¡ª, as¨ª como los incentivos en cotizaciones sociales, incentivos fiscales tanto en el tratamiento del IRPF como la devoluci¨®n total o parcial del IVA y el tratamiento de plusval¨ªas y la creaci¨®n de un fondo de capital p¨²blico para la creaci¨®n de empresas y/o impulsar el capital riesgo. Algunos de estos instrumentos ya existen, pero hay que hacerlos m¨¢s eficaces. Adicionalmente, estos incentivos podr¨ªan hacer emerger actividades y empleos que est¨¢n sumergidos como ¨²nica forma de supervivencia en una situaci¨®n tan dif¨ªcil como la actual.
En cuanto al apoyo de Europa, y a pesar de la aprobaci¨®n del pacto para el crecimiento y el empleo y de las propuestas presentadas por la Comisi¨®n Europea en octubre de 2012, no puede esperarse ning¨²n avance en el corto plazo hasta que est¨¦ aclarado el destino presupuestario de los fondos estructurales. Las iniciativas para el empleo de los j¨®venes con la creaci¨®n de un mercado laboral europeo est¨¢n lejos de conseguirse. En cuanto a los incentivos al crecimiento, habr¨ªa que intentar negociar la medida ya anunciada de no considerar las inversiones p¨²blicas como parte del objetivo del d¨¦ficit, que de momento deja fuera a los pa¨ªses como Espa?a, que todav¨ªa no cumplen con el objetivo. Por ¨²ltimo, solo si los pa¨ªses de la UE que no est¨¢n inmersos en un ajuste de su d¨¦ficit p¨²blico incentivan su demanda podr¨ªan hacer de motor para el conjunto de la UE.
No es tarea f¨¢cil, pero si el Gobierno quiere alcanzar los objetivos incluidos en el Presupuesto 2013, con crecimiento del PIB en el segundo semestre del a?o y creaci¨®n de empleo al final del mismo, tendr¨¢ que hacer algo m¨¢s que ahondar en las reformas y corregir el d¨¦ficit. Aprovechando el respiro que parecen darnos los mercados y la moderaci¨®n de la prima de riesgo, que ayudar¨¢ en la tarea de ajuste del d¨¦ficit p¨²blico, y sin dejar de avanzar en las reformas estructurales comprometidas, ha llegado el momento de dirigir los m¨¢ximos esfuerzos posibles a incentivar el crecimiento de la actividad de manera que las empresas comiencen a crear empleo.
Carmen Alcaide es analista y expresidenta del Instituto Nacional de Estad¨ªstica (INE).
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