De nuevos ricos a nuevos pobres
La semana que viene se celebra en el Parlamento el debate sobre el estado de la naci¨®n. El presidente debe explicar por qu¨¦ ha ca¨ªdo en picado la econom¨ªa espa?ola
La semana que viene se celebra en el Parlamento el debate sobre el estado de la naci¨®n. Pocas veces ha habido una situaci¨®n tan excepcional que lo justifique, con multitud de problemas centrales al mismo tiempo. La primera misi¨®n del presidente de Gobierno deber¨ªa ser explicar a los ciudadanos de una vez por qu¨¦ hemos pasado de nuevos ricos a ser nuevos pobres en el corto periodo de un lustro, que es menos de una generaci¨®n. Ello no es solo ni principalmente responsabilidad del PP (aunque al gobierno de este partido le corresponde la brutal aceleraci¨®n de las tendencias m¨¢s negativas en el ¨²ltimo a?o), sino que la ra¨ªz se hunde en la acci¨®n de los ejecutivos de Rodr¨ªguez Zapatero, sobre todo a partir del mes de mayo del a?o 2010.
Que la ciudadan¨ªa entienda la situaci¨®n econ¨®mica es la condici¨®n sine qua non para que pueda convoc¨¢rsela a un pacto de regeneraci¨®n, o como quiera llam¨¢rsele, en los pr¨®ximos tiempos: un pacto que tiene que durar m¨¢s de una legislatura (pues la crisis es profunda y ser¨¢ todav¨ªa muy larga) para que lo consensuado tenga continuidad gobierne quien gobierne, y un pacto que deber¨¢ atravesar transversalmente los diferentes tramos de la Administraci¨®n P¨²blica (central, auton¨®mica, local). Si los alemanes y los franceses fueron capaces de ponerse de acuerdo en el germen de la UE tan solo unos a?os despu¨¦s de enfrentarse en el campo de batalla, no debiera parecer tan descabellado que los caciques de la clase pol¨ªtica espa?ola liderasen tal pacto en esta coyuntura.
Draghi, en el Parlamento espa?ol: a puerta cerrada, sin luz y taqu¨ªgrafos. Solo para ¨¦lites
Se trata de analizar qu¨¦ factores han influido para pasar de jugar en la Premier League y tratar de cazar en renta per c¨¢pita a pa¨ªses como Italia o Francia, como se dijo con tanta frivolidad, a disputar con Grecia el campeonato mundial de desempleo (y de paro juvenil), casi sin soluci¨®n de continuidad: de nuevos ricos a nuevos pobres, con la convicci¨®n emp¨ªrica de que lo seguiremos siendo m¨¢s y por bastante tiempo. Y al mismo tiempo, no perder la proporci¨®n de los problemas para no caer en la melancol¨ªa ni en la exageraci¨®n. O como escribe Mu?oz Molina (Todo lo que era s¨®lido, Seix Barral), ser ¡°parientes pobres o de medio pelo en un club de gente muy rica, pero ni siquiera los m¨¢s pobres entre los parientes pobres del club. Mucho menos pobres que una vasta mayor¨ªa de la humanidad; mucho menos que nuestros abuelos o nuestros padres¡±.
Este es el marco econ¨®mico de un estado de la naci¨®n, que por muy acongojante que sea no puede dejar de lado las otras dificultades que atraviesa el pa¨ªs: las directamente pol¨ªticas (entre ellas la corrupci¨®n rampante y la desconfianza de la ciudadan¨ªa en sus representantes) y las institucionales (el modelo territorial del Estado y el hecho de que muchas de las bases de las que nos hab¨ªamos dotado en la transici¨®n para convivir, se han quedado viejas o simplemente no funcionan). Y todo ello en un contexto europeo que, al rev¨¦s de otras coyunturas, no solo no ayuda, sino que incrementa la desafecci¨®n: porque todo lo que llega de Europa son ajustes y sacrificios (v¨¦anse las rid¨ªculas Perspectivas Financieras Plurianuales aprobadas en el Consejo Europeo del pasado viernes, que consagran la austeridad hasta final de la actual d¨¦cada, y que remiten a un presupuesto europeo 20 veces inferior al de pa¨ªses federales como EE UU) y porque todas las reformas institucionales que est¨¢n en marcha en Bruselas se centran en limitar el margen de maniobra de los Gobiernos y en ceder soberan¨ªa a no se sabe bien qui¨¦n. Ni siquiera el Europarlamento, la instituci¨®n europea elegida de manera m¨¢s democr¨¢tica (y que lo ser¨¢ de nuevo el a?o que viene), se libra de estas propensiones, aunque ahora tiene una ocasi¨®n id¨®nea para reivindicarse vetando estos presupuestos tan restrictivos.
En esta situaci¨®n llega ma?ana al Congreso Mario Draghi, presidente del Banco Central Europeo. Se explicar¨¢ delante de los diputados a puerta cerrada, sin luz y taqu¨ªgrafos. Otro s¨ªntoma de este oscurantismo que induce a tantos a la sospecha respecto a la capacidad de la ciudadan¨ªa de conquistar un mayor grado de control de la pol¨ªtica econ¨®mica. Que es parte de lo que define la democracia.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.