Pescanova, atrapada en la red
La pesquera debe 1.522 millones de euros, 756 a corto plazo
Hay crisis anunciadas y crisis imprevistas, como la de Pescanova, que hasta hace d¨ªas era una de las empresas m¨¢s admiradas de Espa?a y ahora est¨¢ entre las m¨¢s problem¨¢ticas. Toda una sorpresa, pues si se sab¨ªa que ten¨ªa una deuda gigantesca (1.522 millones de euros, 756 a corto plazo), nadie cre¨ªa que eso pudiera justificar lo ocurrido en la compa?¨ªa: que la escasa disposici¨®n de parte de sus bancos acreedores a refinanciarla acabara en la presentaci¨®n del preconcurso de acreedores el pasado 27 de febrero. La decisi¨®n cay¨® como un mazazo en Galicia, ya que, como afirma Jos¨¦ Manuel Fern¨¢ndez Alvari?o, presidente de la Confederaci¨®n de Empresarios de Pontevedra, ¡°Pescanova es para nosotros un patrimonio gallego, una empresa sist¨¦mica, de vital importancia para todos nosotros¡±.
Pocos entienden que, de repente, se haya hecho tan dif¨ªcil refinanciar la deuda de Pescanova, pese a que esta representa seis o siete veces su Ebitda y equivale m¨¢s o menos a su facturaci¨®n anual (1.671 millones de euros), una cifra que no ha dejado de crecer. Entre 2007 y 2011, las ventas de la compa?¨ªa se dispararon un 29,2%, y su Ebitda, un 51%. No extra?a que haya emergido entre la opini¨®n p¨²blica local la idea de que lo que se persigue al negarle el pan y la sal a la empresa es posibilitar un cambio en el accionariado y en la c¨²pula, lo que, dicen, pondr¨ªa en riesgo su galleguidad. Y lo cierto es que, tras el preconcurso y el desplome posterior de las acciones, esa eventualidad no parece descabellada.
Esa opini¨®n ha ganado fuerza tras saberse que los bancos acreedores (Sabadell, Bankia, Novagalicia, Popular¡) habr¨ªan exigido un cambio de gesti¨®n con la salida o recorte de poderes de Manuel Fern¨¢ndez Sousa-Faro, el presidente, adem¨¢s de una nueva ampliaci¨®n de capital que pase por la entrada de un socio industrial y que ser¨ªa la s¨¦ptima desde 1999. ?Qui¨¦n podr¨ªa ser ese socio? Se habla del capital riesgo y de Demetrio Carceller, propietario de Damm, que ahora tiene el 6,2% de Pescanova. Esa impresi¨®n se reforz¨® al saberse que Carceller se neg¨® a aprobar las cuentas de 2012, abriendo la v¨ªa del preconcurso. Sin entrar en si ello puede ser cierto o no, Fern¨¢ndez Alvari?o aclara que no est¨¢ a favor de una soluci¨®n de ese tipo: ¡°No ver¨ªamos bien un cambio accionarial que afectara la naturaleza de Pescanova, una empresa que naci¨® en Galicia¡±.
Entre la opini¨®n p¨²blica local cunde la idea de que lo que se persigue al negarle el pan y la sal a la empresa es posibilitar un cambio en el accionariado y en la c¨²pula, lo que, dicen, pondr¨ªa en riesgo su galleguidad
La inquietud sobre Pescanova, fundada en 1960, es ah¨ª may¨²scula. Se trata de una multinacional con 10.500 trabajadores, de una de las l¨ªderes mundiales en alimentaci¨®n marina, presente en m¨¢s de 20 pa¨ªses y que factura el 57% fuera de Espa?a. Su tracci¨®n sobre la industria de la provincia de Pontevedra es decisiva. Muchos de sus productos son elaborados por terceras empresas locales, con miles de empleos indirectos. Los m¨¢s proclives a entender la actitud de los bancos razonan que la deuda es de tal calado que resulta muy dif¨ªcil de devolver. Y citan como prueba el ¨²ltimo impago, despu¨¦s de que la empresa llevara a cabo en 2012 dos operaciones para obtener fondos: una ampliaci¨®n de capital por valor de 125 millones de euros y una emisi¨®n de bonos de 60 millones.
La situaci¨®n de Sousa-Faro, con el 14,2% del capital (hace dos a?os ten¨ªa el 28,1%), es, pues, dif¨ªcil. Se duda de que se le conceda la refinanciaci¨®n sin m¨¢s, y la entrada de un socio podr¨ªa dejarle fuera de juego. De momento, crecen las peticiones a la Xunta para que tome medidas concretas, como la formaci¨®n de un grupo de accionistas que entre en Pescanova, la refinancien y eviten avances desde fuera. Desde otra ¨®ptica, la defensa del empleo, Carmen Gallego, diputada socialista regional y exconsejera de Pesca, manifiesta: ¡°Hemos venido instando todos los d¨ªas a la Xunta para que act¨²e. Ya estamos en 300.000 parados y no queremos m¨¢s¡±. Desde el Bloque Nacionalista Gallego (BNG), Montse Pardo reclama al presidente Alberto N¨²?ez Feij¨®o que ¡°deje de escaquearse y tome decisiones r¨¢pidamente¡±.
Se escuchan quejas de que esto no hubiera pasado hace a?os, cuando Sousa-Faro obten¨ªa cr¨¦dito f¨¢cil de las cajas gallegas, que llegaron a tener el 30% del capital en 2010. Fue esa facilidad lo que llev¨® a Pescanova a lanzarse a la acuicultura, una apuesta que parec¨ªa ganadora gracias a sus altos m¨¢rgenes. La empresa invirti¨® centenares de millones de euros en piscifactor¨ªas (salm¨®n, langostino y rodaballo) que han aportado mucha facturaci¨®n y a septiembre eran ya el 33,6% de las ventas de Pescanova. Pese a ello, no ha sido suficiente. ¡°El retorno de esas inversiones¡±, explica Javier Gal¨¢n, de Renta 4, ¡°se est¨¢ alargando m¨¢s de lo que esperaban¡±.
Todo hubiera ido mejor de no haber sido por los problemas en las plantas de Chile (salm¨®n) y de Portugal (rodaballo). Los de Chile han impedido a Pescanova sacar a Bolsa su filial en aquel pa¨ªs, Acuinova, que sigue intentando vender. Tampoco la planta de Portugal, una inversi¨®n de 350 millones, ha salido bien. ¡°Es un desastre¡±, explica Xabier Aboi, de la Confederaci¨®n Intersindical Gallega (CIG). ¡°Es la mayor planta de rodaballo del mundo y tiene problemas de captaci¨®n de agua que no se pueden resolver¡±. Dicen que hasta el mejor maestro echa un borr¨®n. A Sousa-Faro el de la acuicultura se lo recuerdan constantemente. Tras haber construido una empresa ejemplar y recibido innumerables premios, ahora se cuestiona su estilo personalista y autoritario. Se le critica por haber presentado el preconcurso sin avisar a los accionistas o a los sindicatos y de no haber convocado el Consejo de Administraci¨®n.
Los inversores a¨²n est¨¢n menos contentos. Los profesionales de Bolsa coinciden en que la empresa no dio la menor pista sobre los riesgos en el informe de septiembre. Al rev¨¦s, el panorama era casi id¨ªlico. ¡°Si bien sab¨ªamos lo de la deuda¡±, explica Gal¨¢n, ¡°no esper¨¢bamos, con la informaci¨®n dada por la empresa, que pudiera haber tensiones de refinanciaci¨®n¡±. En febrero, siete analistas recomendaban comprar. La irritaci¨®n ahora es may¨²scula en las casas de inversi¨®n. ¡°Ten¨ªamos a Pescanova en cartera para muchos de nuestros clientes¡±, explica ?lvaro Blasco, de Atlas Capital, ¡°porque los an¨¢lisis eran positivos y parec¨ªa una buena empresa. Nos sorprendi¨® much¨ªsimo¡±. Y sentencia:
¡°La p¨¦rdida de confianza en la gesti¨®n de Pescanova, desde nuestro punto de vista, es total. No se le puede confiar un euro a una compa?¨ªa que act¨²a de esta manera¡±.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.