Las pensiones, lo ¨²ltimo en tocar
El Gobierno endurece de forma definitiva la jubilaci¨®n
Si hubiera que tocar las pensiones con el objeto de reducir el gasto p¨²blico ser¨ªa lo ¨²ltimo que har¨ªa, dijo Mariano Rajoy hablando de sus recortes cuando ya hab¨ªa incumplido la totalidad del programa electoral con el que gan¨® las elecciones, con el objeto de "cumplir su deber". Pues bien, ya las ha tocado, ya ha comenzado el camino para rebajarlas estructuralmente, y a trav¨¦s de un decreto ley, cisc¨¢ndose en el Pacto de Toledo (uno de los escasos puntos de encuentro que permanec¨ªan vigentes entre los partidos pol¨ªticos) e incumpliendo de paso, nuevamente, su programa electoral, que hablaba de la regeneraci¨®n democr¨¢tica del Parlamento. Pol¨¦micos pues, los contenidos de la rebaja de las pensiones y el m¨¦todo de ponerla en pr¨¢ctica.
Esta vez no se trata de una reducci¨®n temporal del poder adquisitivo de las pensiones, motivada por una coyuntura adversa (como en el ejercicio pasado), sino de un endurecimiento definitivo: m¨¢s edad para cobrarlas, m¨¢s a?os de cotizaci¨®n y menos dinero de pensi¨®n. Sin discusi¨®n previa. Y dificultades a?adidas para los trabajadores de m¨¢s de 50 a?os, parte de la generaci¨®n abandonada por esta crisis. Lo que se denomina una "terapia de choque" para un problema del medio plazo. Y adem¨¢s se presenta siguiendo el m¨¦todo de las chapuzas B¨¢?ez (registrado con la reforma laboral y sus mil vericuetos legales): sin conocerse el factor de sostenibilidad del sistema (edad de jubilaci¨®n, a?os de cotizaci¨®n e importe de la pensi¨®n), que ser¨¢ presentado despu¨¦s por una comisi¨®n de expertos de la que aun no se sabe su composici¨®n..
¡®Chapuzas B¨¢?ez¡¯: rebaja de las pensiones sin el factor de sostenibilidad del sistema
Conviene pararse un momento y hacer un balance de lo puesto en marcha por el Gobierno en sus 15 meses de administraci¨®n: impresionante aumento del paro y fuerte abaratamiento creciente del despido (efectos directos de la reforma laboral), reducci¨®n del poder adquisitivo de las familias, disminuci¨®n de la protecci¨®n social e inicio de la privatizaci¨®n de sus partes potencialmente m¨¢s rentables, m¨¢s impuestos focalizados en las clase medias, etc¨¦tera. Este s¨ª es un programa ideol¨®gico basado en el "cuanto peor, mejor". En el momento en que el pa¨ªs vuelva a la senda de crecimiento habr¨¢ de analizarse cu¨¢ntos se quedaron por el camino como consecuencia de esta terapia de choque, y el lugar en la sociedad (las condiciones de vida) del resto. Esto dar¨¢ la medida de tal pol¨ªtica econ¨®mica de devaluaci¨®n de la econom¨ªa espa?ola y la distribuci¨®n regresiva de los esfuerzos entre los ciudadanos.
Los analistas han coincidido en que la reforma de las pensiones (la reforma de la reforma del a?o 2011) es una exigencia m¨¢s de Bruselas. Sin necesidad de pedir el rescate. Casi todo lo que llega de la Uni¨®n Europea tiene la misma gama de pretensiones, id¨¦ntica direcci¨®n, no en vano la familia pol¨ªtica dominante en Europa es la misma que en Espa?a: continuos recortes y exigencias de austeridad (las proclamas ret¨®ricas de combinar los sacrificios con pol¨ªticas de crecimiento son una burla al ciudadano), a las que ahora se a?ade las apabullantes exigencias a los ahorradores de Chipre, que abren una nueva v¨ªa de inquietud a los ciudadanos de toda la zona, sobre el coraz¨®n del sistema. Y reformas institucionales para reducir la soberan¨ªa de los gobiernos nacionales a favor de entes e instituciones de las que no se conoce a veces ni siquiera su composici¨®n, ni se las puede castigar (o premiar) con la fuerza del voto. No se trata de un traspaso de soberan¨ªa de democracia (nacional) a democracia (regional), sino de democracia a no se sabe qu¨¦. El conjunto de estas dos circunstancias es la que explica el escaso, y decreciente, grado de legitimaci¨®n de Europa que se manifestaba, por ejemplo, en el sondeo de Metroscopia en este mismo peri¨®dico (v¨¦ase EL PAIS del 10 de marzo). Los dos extremos que est¨¢n en juego son la tecnocracia de Monti, Draghi, Durao Barroso, Van Rompuy, sometidos a la pol¨ªtica de la se?ora Merkel pues la tecnocracia defiende intereses concretos, y el populismo de Bepe Grillo.
Lo que est¨¢ emergiendo de una manera cada vez m¨¢s expl¨ªcita entre una parte significativa de la ciudadan¨ªa es una contradicci¨®n entre la econom¨ªa de mercado, tal y como est¨¢ siendo aplicada, y la democracia. Y ello nos recuerda unos tiempos que parec¨ªan ya superados para siempre.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.