El acuerdo obliga a Chipre a liquidar su modelo de para¨ªso fiscal
Las cr¨ªticas m¨¢s duras al pacto se oyeron entre los dirigentes del principal partido de la oposici¨®n
Los chipriotas se fueron a la cama y al levantarse se encontraron con un pa¨ªs distinto al que han conocido hasta ahora. El acuerdo del Eurogrupo, arrancado a dentelladas en la madrugada, supone el punto final al modelo econ¨®mico de Chipre como centro financiero y para¨ªso fiscal. Los pol¨ªticos y ciudadanos recibieron la noticia con una extra?a mezcla de alivio por haber evitado el desastre, resignaci¨®n porque sab¨ªan que el castigo europeo era inevitable y convencimiento de que lo que est¨¢ por llegar es mucho peor.
¡°Hemos logrado lo mejor posible dentro del peor de los escenarios¡±, dijo el ministro del Interior, Socratis J¨¢sikos. En la misma direcci¨®n, el vicepresidente del partido gubernamental DISY, Lefteris Jristoforu, asegur¨® que los dirigentes de todos los partidos hab¨ªan asumido los resultados sin controversias y siendo conscientes del momento que atraviesa el pa¨ªs. ¡°Lo dif¨ªcil empieza hoy y es a partir de ahora cuando debemos demostrar que somos capaces de sacar lo mejor de nosotros¡±, a?adi¨® el presidente de la comisi¨®n parlamentaria de Finanzas, Nikos Papad¨®pulos, del partido socialdem¨®crata DIKO.
Hemos logrado lo mejor posible dentro del peor de los escenarios
Ministro del Interior, Socratis J¨¢sikos
En la calle, a la que ayer salieron los chipriotas para celebrar los casi dos siglos de independencia griega del imperio otomano, tambi¨¦n se o¨ªan voces que apelaban a lo complicado del momento, pero la cr¨ªtica sub¨ªa algunos decibelios.
¡°Europa oblig¨® a nuestro presidente a firmar un acuerdo que no nos conven¨ªa. Es evidente que estamos siguiendo los mismos pasos que Grecia, pero nadie aprende de los errores ya cometidos¡±, comenta Theo Stoeeos, un funcionario que camina del brazo de su novia en este d¨ªa festivo, y que dice estar convencido de que el Gobierno, viendo lo sucedido en otros pa¨ªses ya rescatados, le bajar¨¢ dentro de poco su sueldo de poco m¨¢s de 2.100 euros al menos un 10%. ¡°Y eso que hace poco ya me lo redujeron 350 euros¡±, protesta.
El euro no puede durar. No digo que vaya a desmoronarse ma?ana, pero con los cerebros que hay en Bruselas es evidente que no va a durar a largo plazo" Arzobispo Chris¨®stomos II
Las cr¨ªticas m¨¢s duras al pacto se oyeron entre los dirigentes del principal partido de la oposici¨®n, los comunistas de AKEL, en el Gobierno hace tan solo un mes. ¡°El acuerdo no solo no ayuda a resolver los problemas de nuestra econom¨ªa, sino que agrava la crisis y traer¨¢ consecuencias muy dolorosas para el pa¨ªs y sus ciudadanos¡±, aseguraba en un comunicado. El partido que dirigi¨® el pa¨ªs hasta hace tan solo un mes aboga ahora abiertamente por resistirse a ¡°las amenazas¡± de la troika (Comisi¨®n Europea, FMI y BCE) y buscar una soluci¨®n al margen de Europa.
No son solo los comunistas de AKEL los que se distancian a pasos agigantados del proyecto europeo. Cada vez m¨¢s ciudadanos consideran que el retorno a la libra chipriota es la ¨²nica soluci¨®n. Es muy habitual escuchar conversaciones en las que se recuerda con a?oranza la antigua divisa y se dice que el euro, en el que Chipre entr¨® hace cinco a?os, solo ha tra¨ªdo un deterioro en el bienestar de los ciudadanos. Seg¨²n una encuesta reciente, dos tercios de los habitantes del pa¨ªs abogan por salir de la Uni¨®n Monetaria.
Pero estas ideas no se oyen solo en la calle. El Premio Nobel de Econom¨ªa Chris Pissarides considera que Chipre deber¨ªa valorar si le compensa seguir en el euro. Pero este profesor de la London School of Economics cree que este no es el momento para tomar esa decisi¨®n, sino que lo urgente ahora es superar esta crisis. ¡°Siempre he sido europe¨ªsta, pero lo cierto es que despu¨¦s de lo que est¨¢ pasando empiezo a pensar que los euroesc¨¦pticos brit¨¢nicos tienen raz¨®n en muchas cosas. La eurozona es un club de iguales. Y uno de sus principios b¨¢sicos es que los miembros se respetan entre s¨ª. Esto no est¨¢ siendo as¨ª en Chipre¡±, aseguraba el Nobel a este peri¨®dico la semana pasada en un acto organizado por The Economist en Nicosia.
?Qu¨¦ efectos cree Pissarides que tendr¨¢ el episodio chipriota en la larga crisis del euro? ¡°El problema no es tanto el efecto real en los mercados financieros, como el de la reputaci¨®n de la Uni¨®n Monetaria¡±, dec¨ªa el pasado viernes. ¡°Los ahorradores espa?oles deber¨ªan pensarse en serio si sus dep¨®sitos m¨¢s all¨¢ de 100.000 euros est¨¢n seguros. Espa?a tiene problemas muy serios¡±, a?adi¨®, tras conocer los detalles del rescate chipriota, en una entrevista a Bloomberg Television.
La Iglesia Ortodoxa tambi¨¦n se ha apuntado al carro. ¡°El euro no puede durar. No digo que vaya a desmoronarse ma?ana, pero con los cerebros que hay en Bruselas es evidente que no va a durar a largo plazo y lo mejor es ir pensando c¨®mo escapar¡±, dijo el arzobispo Chris¨®stomos II, el l¨ªder espiritual chipriota que ofreci¨® los bienes de la Iglesia para evitar la bancarrota del pa¨ªs.
Pero no solo abunda el euroescepticismo. En Chipre estos d¨ªas se nota que hay cada vez m¨¢s dudas sobre la gesti¨®n que ha hecho el pa¨ªs de esta semana de crisis. El ministro del Interior verbaliz¨® este sentimiento que se ha extendido de que quiz¨¢s no fue muy inteligente el corte de mangas que Nicosia dio la semana pasada a los mismos Gobiernos europeos a los que ped¨ªa un pr¨¦stamo de 10.000 millones de euros para evitar la bancarrota. ¡°El no del Parlamento fue un error. Todo se ha hecho m¨¢s dif¨ªcil¡±, se?al¨® J¨¢sikos al diario Politis. El ministro se refer¨ªa al rechazo masivo a las condiciones que el Eurogrupo impuso hace 10 d¨ªas para conceder el rescate: ni uno solo de los 56 diputados votaron a favor, ni siquiera los del partido del presidente que negoci¨® el acuerdo.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.