Dinamitad los limbos fiscales
El ministro de Finanzas, Michalis Sarris, hab¨ªa sido, en 2012, presidente del grupo Laiki.
?Por qu¨¦ a nosotros nos hunden y los otros para¨ªsos fiscales, como los de las islillas brit¨¢nicas de Man o Guernsey, o Luxemburgo, se quedan tan panchos?
Este victimismo chipriota es bastante tontorr¨®n. Si apenas nadie hurga en esos lugares es porque no piden dinero a los socios para ser rescatados de una quiebra. Y como en la mili, solo recibe palos quien no logra pasar desapercibido.
El modo m¨¢s rotundo de sajar la evasi¨®n fiscal territorial es armonizar a mansalva los impuestos
Pero es que adem¨¢s el caso chipriota es de alucine. Hasta 2007 apenas tuvo impuestos. En los noventa acogi¨® los 800 millones de d¨®lares que arramb¨® Slobodan Milosevic al Tesoro yugoslavo. Coloca, lava y catapulta capitales rusos sucios, entre otros los de la especulaci¨®n con el precio del petr¨®leo. Distribuye, seg¨²n la CIA, mujeres filipinas y dominicanas para su explotaci¨®n sexual. Su gran puerto, Limassol, es capital de las navieras infrarreguladas, opacas e irresponsables que se acogen a la bandera de conveniencia ¡ªcuasipirata¡ª del pa¨ªs, como cuenta muy bien Juan Hern¨¢ndez-Viguera en La Europa opaca de las finanzas (Icaria).
M¨¢s. Su banca grande es el desastre quebrado que hemos visto. Y su ¨¦lite financiera mantiene, como ocurr¨ªa con la irlandesa, relaciones incestuosas con la derecha pol¨ªtica, hijastra suya: el bueno del ministro de Finanzas, Michalis Sarris, que iba a pedir a los amiguetes de Mosc¨² ¨¢rnica con que aliviar las heridas bancarias, hab¨ªa sido, en 2012, presidente del consejo de administraci¨®n de la m¨¢s desastrosa de las entidades, el grupo Laiki.
O sea que menos falsos agravios.
En realidad, Chipre no es un para¨ªso fiscal, seg¨²n la definici¨®n demasiado laxa de la OCDE. Es verdad que sus impuestos son baj¨ªsimos, el principal requisito para figurar en la lista negra. Pero no encaja en los otros dos: la opacidad total y la imposibilidad pr¨¢ctica de que terceros pa¨ªses obtengan de ¨¦l informaci¨®n fiscal.
Otros adornos le afean y lo fragilizan. El tama?o descomunal de su sector financiero (sus activos suponen 7,1 veces el PIB), exactamente igual que el de Irlanda ¡ªel otro gran rescate bancario medido en relaci¨®n al tama?o de la econom¨ªa¡ª, el doble que la media de la eurozona (3,5 veces) y que Espa?a (3,1). Pero menos que la obesidad de Luxemburgo: 21,7 veces.
De modo que no ser¨¢ para¨ªso en sentido jur¨ªdico estricto. Pero limbo, lo que para entendernos llamaremos limbo, un lugar pr¨®ximo al cielo pero menos exultante, lo es, y sobremanera. Tambi¨¦n lo es Luxemburgo, aunque ambos hayan salido de la lista gris de la OCDE.
?Luxemburgo? S¨ª, el pa¨ªs-comarca m¨¢s rico del mundo, con sus 200 bancos extranjeros, con bastante m¨¢s que tres billones de euros de activos financieros extraterritoriales (off-shore) ¡ªde los 20 billones largos existentes en el mundo¡ª, que gozan de un sistema fiscal supergeneroso. No tanto como con su antiguo r¨¦gimen paradisiaco de los ¡°h¨®ldings 1929¡±, exentos de todo impuesto y retenci¨®n. Pero, desde 2007, con unas SPF (societ¨¦s de gestion de patrimoine familiale) que no pagan por renta, ni por patrimonio, ni por IVA, ni por asomo, salvo retenciones y una tasa de abono del 0,25%. Limbo.
Alg¨²n d¨ªa quiz¨¢ Luxemburgo, y Suiza, y las cloacas isle?as de la City londinense (y... Singapur) se contagien del mal chipriota. En parte ya lo incuban. Para que entonces no tenga que salir el contribuyente alem¨¢n ni el asturiano a rescatarlo, para que no paguen sus platos rotos los tenedores de dep¨®sitos bancarios no asegurados, hay una soluci¨®n: dinamitar los cimientos de los limbos fiscales.
?C¨®mo? Mediante una poderosa armonizaci¨®n fiscal, que complete por el lado de los ingresos el Tratado fiscal sobre el d¨¦ficit excesivo, que implica el control de los gastos. O sea, armonizar los tipos impositivos y las bases imponibles en los impuestos sobre el capital; implantar horquillas m¨ªnimas para el IRPF; eliminar las excepciones al IVA; armonizar al alza el impuesto de sociedades; gravar los beneficios cosechados en cada limbo por las sociedades mercantiles no residentes; imponer una Tasa Tobin progresiva a los movimientos de capitales.
Una movida as¨ª no ser¨¢ coser y cantar. Los acuerdos fiscales en la UE requieren unanimidad. Los limbos y sus amigos tienen poder de veto. Y lo usan. De momento. Dinamit¨¦moslo tambi¨¦n. P¨¢salo.
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