Historia de tres islas
Islandia, Irlanda y Chipre han adoptado soluciones muy diferentes para problemas similares
Las crisis de Islandia, Irlanda y Chipre no son casos aislados, si se me permite el juego de palabras. Tienen en com¨²n, adem¨¢s de su geograf¨ªa, un sistema bancario hipertrofiado en el momento del estallido de la crisis: 7 veces el PIB en el caso de Irlanda y Chipre, y 10 veces en el caso de Islandia, frente a 3 veces en Espa?a, que est¨¢ en torno a la media europea. Este crecimiento de los bancos, basado en la captaci¨®n de ahorro externo (algo menos en Irlanda) condujo a que, ante una crisis del sistema financiero, el Estado no tuviera recursos para asumir sus deudas. Pero las soluciones adoptadas han sido muy diferentes.
En Islandia se discrimin¨® contra los depositantes extranjeros, lo que dio lugar a una reclamaci¨®n por parte de las autoridades brit¨¢nicas y holandesas. La crisis ha sido profunda, con una fuerte devaluaci¨®n, una reestructuraci¨®n de la deuda y el establecimiento de controles de capitales, a¨²n en vigor cuatro a?os despu¨¦s. El tribunal de la EFTA (siglas en ingl¨¦s de la Asociaci¨®n Europea de Libre Comercio) fall¨® recientemente a favor de Islandia en su litigio con Holanda y Reino Unido, aunque no est¨¢ claro en qu¨¦ medida esta sentencia sienta jurisprudencia.
En Irlanda se opt¨® por extender la garant¨ªa no solo al total de los dep¨®sitos sino tambi¨¦n a los bonistas senior. El Estado se hizo cargo de la deuda de los bancos, lo que cuestion¨® la sostenibilidad de la deuda p¨²blica.
En el caso de Chipre ha habido una enorme torpeza en la gesti¨®n de la crisis y en la comunicaci¨®n, pero la soluci¨®n finalmente adoptada parece m¨¢s coherente con el marco de resoluci¨®n de crisis bancarias que se est¨¢ discutiendo en Bruselas. Tras las vacilaciones iniciales, se ha respetado la prelaci¨®n de acreedores y se ha protegido a los dep¨®sitos garantizados. Sin embargo, el establecimiento de controles de capitales, si no son estrictamente temporales, entra?a riesgos para la uni¨®n monetaria.
Necesitamos reglas claras sobre la resoluci¨®n de crisis bancarias en Europa, que eviten utilizar el dinero de los contribuyentes, aseguren la m¨¢xima protecci¨®n a los dep¨®sitos, permitan un funcionamiento adecuado de los mercados de financiaci¨®n mayorista e impidan que los bancos sanos se vean arrastrados por los bancos con problemas, y ello pasa porque los acreedores privados asuman parte de las p¨¦rdidas que les corresponden. Un marco de resoluci¨®n coherente es, adem¨¢s, esencial para avanzar hacia una uni¨®n bancaria que rompa el v¨ªnculo entre el riesgo bancario y el riesgo soberano, y en la que puedan operar en su momento los mecanismos de recapitalizaci¨®n europeos. Es una l¨¢stima que la piedra de toque del mecanismo de resoluci¨®n de bancos haya sido Chipre ¡ªal igual que lo fue para la deuda soberana el caso de Grecia¡ª porque sus peculiaridades (tama?o del sistema bancario, centro off shore, escaso segmento de bonistas) est¨¢n contaminando la lectura que hacen los mercados.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.