Chipre, la zona cero del euro
El pa¨ªs mediterr¨¢neo se agarra al turismo y el gas tras la deblace financiera
Chipre es estos d¨ªas un lugar donde los popes dan consejos por televisi¨®n para sobrellevar la crisis, las manifestaciones est¨¢n llenas de ejecutivos con traje y las autoridades se desdicen a menudo, y a peor. La recesi¨®n para este a?o pas¨® del 9% al 13% en apenas 24 horas, y el acuerdo con la troika, presentado por el Gobierno como ventajoso, parece encerrar letra peque?a. Si hubiera que definir el estado de ¨¢nimo tras estas semanas, hay muchas impresiones donde elegir: caos, crisis de confianza... ¡°un impacto s¨ªsmico¡±, seg¨²n el dimitido ministro de Finanzas, Mijalis Sarris.
Nicosia busca alternativas al sector financiero en el sociosanitario
Tras casi dos a?os de crisis y nueve meses despu¨¦s de solicitar el rescate, Chipre es la zona cero del euro: cientos de negocios cerrados, con carteles de liquidaci¨®n o traspaso; ahorros e inversiones que se van por el sumidero de una quita de hasta el 60%; empresas solventes sin liquidez, un memorando temible; el fin de la bonanza. Y la obligaci¨®n de reinventarse econ¨®micamente, con un chasquido de dedos, tras el colapso del sector bancario.
El turismo se resiente por el rescate
El turismo puede ser la tabla de salvaci¨®n de Chipre. En 2012 visitaron la isla cerca de 2,5 millones de personas, en su mayor¨ªa brit¨¢nicos y alemanes, visitas que generaron cerca del 10,2% del PIB. El memorando suscrito con la troika para el rescate apuesta expl¨ªcitamente por el sector como uno de los pilares de la recuperaci¨®n econ¨®mica. De hecho, fue la varita m¨¢gica que ayud¨® a Chipre a desarrollarse tras la invasi¨®n y la ocupaci¨®n turcas del tercio norte de la isla.
A finales de la d¨¦cada de los noventa, el turismo de sol y playa supon¨ªa cerca del 20% del PIB chipriota, pero la explotaci¨®n de nuevos destinos mediterr¨¢neos, como Croacia o la misma Turqu¨ªa, merm¨® el papel del sector. ¡°En 2000 ten¨ªa 104 empleados fijos; hoy tengo 56, la mitad¡±, explica Jristakis Petsas, due?o de una agencia de alquiler de coches. ¡°Es un sector mucho m¨¢s manejable a corto plazo que el financiero¡±, seg¨²n fuentes de la C¨¢mara de Comercio.
Pero la quita a los grandes dep¨®sitos es un contratiempo may¨²sculo. Grandes operadores extranjeros como TUI y Thomas Cook, hab¨ªan programado la temporada y cerrado paquetes antes de que se aplicara el control de capitales; pero la respuesta de grandes negocios del ramo, como los hoteles, con el 60% de sus fondos bloqueados, es una inc¨®gnita.
Pocos chipriotas han reaccionado a¨²n a la nueva situaci¨®n. ¡°En la c¨¢mara de comercio nos interesa reducir al m¨¢ximo el impacto de las restricciones bancarias en la actividad diaria, y que se levanten cuanto antes¡±, aseguran fuentes de la entidad. Algunos empresarios, como Jristakis Petsas, propietario de una importante agencia de alquiler de coches ¡ª1.300 veh¨ªculos, 56 trabajadores fijos¡ª, ya han tomado medidas: ¡°A partir de ahora trabajaremos con coches m¨¢s baratos, m¨¢s peque?os. Pero, mientras, tenemos 40 autom¨®viles bloqueados en el puerto de Limasol por las restricciones bancarias, y es probable que perdamos otros 40 que tiene en renting el Laiki Bank¡±, que desaparecer¨¢ en la reestructuraci¨®n bancaria.
Pocos dudan tambi¨¦n de la necesidad de perge?ar una econom¨ªa m¨¢s sostenible ¡ªcon menos peso del Estado, 4.500 funcionarios menos hasta 2016, y un sector financiero m¨¢s discreto¡ª, pero la mayor¨ªa rechaza que se haga a hachazos. ¡°Esta vez son medidas econ¨®micas en vez de armas, pero la situaci¨®n recuerda mucho a la invasi¨®n de 1974. Entre el 70% y el 80% de los chipriotas es contrario a la troika, lo cual no implica que rechace el euro. Cuando se pidi¨® el rescate, asum¨ªamos la inevitabilidad de muchos cambios, pero no de esta manera. Vamos a estar esclavizados 22 a?os, hasta que devolvamos el dinero [10.000 millones de euros]¡±, sostiene el economista Azoos Kiranidis, director del think tank Tuc¨ªdides.
El Gobierno sostiene que el acuerdo es un mal menor, y necesario, frente a la bancarrota, y que ha ara?ado dos a?os, hasta 2018, para el ajuste presupuestario. Pero el frente interno, de la oposici¨®n a los sindicatos pasando por la Iglesia, es un¨¢nime: entre las medidas de la troika y una hipot¨¦tica salida del euro por la que solo apuesta una minor¨ªa, hay margen para un ¡°plan b¡±, para muchos el yacimiento de gas natural que encierran sus aguas. ¡°El objetivo era cortar el paso a Rusia. La resoluci¨®n de la crisis es un mensaje claro de que la UE quiere asegurarse un acceso directo a esos recursos; el gas ha sido clave¡±, a?ade Kiranidis. En el pacto con la troika, Nicosia ha logrado conservar la plena soberan¨ªa sobre el yacimiento.
Pero la alternativa tambi¨¦n podr¨ªa estar en tierra. ¡°Hay una crisis de confianza. Tenemos grandes recursos, desde escuelas multiling¨¹es a plataformas regionales de comunicaci¨®n y una magn¨ªfica infraestructura hotelera, que siguen d¨¢ndonos valor pese a la crisis¡±, explica Andreas Jristu, alcalde de Limasol, epicentro de la comunidad rusa. ¡°Hay que apostar por m¨¢s turismo¡±, a?ade.
El economista Jristakis Partasidis cree que una soluci¨®n podr¨ªa venir de un turismo de salud orientado a la tercera edad. ¡°Chipre puede ser la Florida de la UE. Todos esos miles de especialistas financieros y abogados podr¨ªan reconvertirse en auxiliares de cl¨ªnica, fisioterapeutas, callistas¡¡±, bromea.
El rector de la Universidad de Nicosia, Mijalis Attalidis, le da la raz¨®n: ¡°Hay un incipiente negocio sociosanitario que puede ser una v¨ªa de reconversi¨®n, pero habr¨¢ que ampliar tambi¨¦n la oferta tur¨ªstica [en 2012, el 10% del PIB] y reabsorber todo el know-how financiero. En la econom¨ªa real la quita llevar¨¢ a la ruina a muchas empresas, y disparar¨¢ el paro¡±.
Del periodo en que los millonarios rusos ¡°alquilaban un hotel de lujo seis meses¡±, seg¨²n un ejecutivo de la banca, al panorama actual, en el que las gasolineras ponen combustible casi a gotas, media solo un corralito. ¡°Lo que convierte a un gigante en un conejillo de indias¡±, comenta Andreas Parasjos, director del semanario Kathimerini.
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