Rajoy reclama al BCE que act¨²e como los bancos centrales de EE UU y Jap¨®n

El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, analiz¨® este lunes el caso de Portugal y el de Espa?a para llegar a una conclusi¨®n: ambos est¨¢n cumpliendo ¡°los compromisos¡±, esto es las exigencias de Bruselas, est¨¢n haciendo recortes y reformas, pero los resultados no llegan. ?Por qu¨¦? Porque no basta con recortes, seg¨²n Rajoy, y hacen falta reformas en el funcionamiento de la Uni¨®n Europea y del euro. Tanta frustraci¨®n mostr¨®, que se anim¨® por primera vez a hablar claramente de un anatema para los pa¨ªses n¨®rdicos y en especial para Alemania: la posibilidad de que el Banco Central Europeo act¨²e como los dem¨¢s bancos del mundo e inyecte dinero a la econom¨ªa para luchar contra la recesi¨®n, como acaba de hacer el banco japon¨¦s y lleva a?os haciendo la Reserva Federal de EE UU o el Banco de Inglaterra.

Mariano Rajoy es conocido por su enorme paciencia, pero este lunes parec¨ªa al l¨ªmite de la resistencia. Rajoy habl¨® muy claro y mostr¨® el giro que ha dado poco a poco a su posici¨®n, que ahora apoya pol¨ªticas keynesianas de est¨ªmulo como la multimillonaria que acaba de aprobar Tokio. El presidente lanz¨® as¨ª un mensaje directo de presi¨®n al BCE olvid¨¢ndose de los habituales llamamientos al respeto a su independencia: ¡°El banco central de Jap¨®n acaba de tomar una decisi¨®n que es un cambio muy importante de sus pol¨ªticas. Creo que el BCE ha hecho un esfuerzo muy importante en los ¨²ltimos meses y hay que reconocerlo. Pero creo que en Europa, y entre todos, debemos plantearnos si el BCE debe tener las mismas competencias que todos los bancos centrales del mundo o las que tiene ahora. Habr¨¢ que hablar de este tema. Estamos en un momento decisivo. En un mundo cada vez m¨¢s competitivo los europeos necesitamos ser fuertes, ser flexibles y dotarnos de los instrumentos con los que cuentan otras regiones del mundo¡±.

La pregunta era sobre un posible cambio en los Estatutos del BCE, que determinan que el banco, al contrario que los dem¨¢s ¡ªla Reserva Federal ha anunciado que seguir¨¢ inyectando dinero hasta que el paro baje del 6,5%¡ª no tiene ninguna obligaci¨®n de velar por el crecimiento ni el empleo. Sus estatutos le obligan a estar pendiente solo de la inflaci¨®n. Decenas de expertos critican este mandato y reclaman que luche contra la recesi¨®n. Pero Alemania y sus socios no tienen ninguna intenci¨®n, y Rajoy, que hasta ahora manten¨ªa la cautela, sabe que este mensaje clar¨ªsimo no va a gustar a los alemanes. Antes de que hablara ¨¦l, el ministro de Finanzas alem¨¢n, Wolfgang Sch?uble, ya hab¨ªa dicho que esta l¨ªnea, que Rajoy plantea abiertamente y que gusta a otros pa¨ªses como Francia e Italia, no es la adecuada. Sch?uble explic¨® que el hecho de que el BCE pueda darle a la m¨¢quina de imprimir billetes no es la soluci¨®n a la crisis, que seg¨²n ¨¦l pasa por perseverar en la senda de las reformas.

Y este es precisamente el punto de fondo pol¨ªtico. Rajoy lleva 16 meses en el poder, ha recortado de casi todas partes, ha sufrido dos huelgas generales, tiene un nivel de desconfianza del 83% y est¨¢ en medio de una enorme crisis institucional que afecta incluso a la Monarqu¨ªa. Y ve que Portugal, que empez¨® antes y con m¨¢s dureza los recortes, est¨¢ hundida. Y que en Espa?a, las previsiones vuelven a empeorar: en el mejor de los casos en 2013 seguir¨¢ en recesi¨®n, con un paro del 27% y un t¨ªmido crecimiento en 2014.

Rajoy est¨¢ inquieto por el agravamiento de la crisis. Y hace una nueva llamada de atenci¨®n a sus socios alemanes. El presidente defiende los recortes, porque admitir que han sido un error ser¨ªa un suicidio pol¨ªtico, ya que a ellos apost¨® toda su estrategia, pero trata de quitarse presi¨®n llev¨¢ndola al BCE: ¡°No es suficiente lo que hacen los estados nacionales solos. Es muy importante pero no es suficiente. Portugal ha puesto en marcha reformas dolorosas, pero ahora Europa debe hacer un esfuerzo mayor. Hay que resolver los problemas de liquidez de los pa¨ªses del sur de la UE¡±.

El presidente utiliz¨® el caso de Portugal casi como si estuviera hablando de Espa?a y lo que le est¨¢ pasando a Pedro Passos Coelho pudiera sucederle a ¨¦l. ¡°Quiero hacer un elogio del pueblo de Portugal, al que conozco muy bien, viv¨ª muchos a?os muy cerca. Est¨¢ sufriendo una situaci¨®n muy dura y lo est¨¢ llevando con gran dignidad. Tambi¨¦n mi apoyo y admiraci¨®n hacia su Gobierno. No es f¨¢cil tomar decisiones. Passos Coelho ha dicho que va a cumplir sus compromisos, es una decisi¨®n valiente que le honra, una decisi¨®n que tendr¨¢ sus frutos porque Portugal volver¨¢ a crecer¡±.

Rajoy apoy¨® as¨ª sin matices los nuevos y dur¨ªsimos recortes sociales que ha anunciado su socio portugu¨¦s, que se niega a subir m¨¢s impuestos. Y con esto lanzaba otro mensaje a Bruselas: si en Espa?a sucediera algo similar ¡ªhay tambi¨¦n recortes clave recurridos al Tribunal Constitucional espa?ol¡ª Rajoy cumplir¨ªa lo prometido, como Passos.

Esto es, el mensaje a Alemania y los socios poderosos del norte no puede ser m¨¢s claro: pueden contar con Portugal y Espa?a para seguir la pol¨ªtica de recortes marcada, pero a cambio tienen que permitir al BCE que haga pol¨ªticas de est¨ªmulo para salir de esta dur¨ªsima recesi¨®n que ya est¨¢ llegando al coraz¨®n del euro. En esa estrategia, Rajoy buscar¨¢ alianzas de nuevo con Italia y Francia, ambos muy d¨¦biles, como ¨¦l, por distintos motivos. Pero de nuevo, las elecciones alemanas de septiembre parecen bloquear cualquier posible movimiento por el momento.