?Que alguien empuje!
La magia de los bancos centrales se agota. La econom¨ªa mundial, especialmente la de la eurozona, necesita nuevos impulsos para salir del atolladero
Se escribir¨¢n libros dentro de unos a?os contando c¨®mo acab¨® todo. Contar¨¢n qui¨¦n err¨® y qui¨¦n acert¨®, lo que funcion¨® y lo que fracas¨®. Se publicar¨¢n profundos an¨¢lisis sobre el papel en esta crisis de los grandes bancos centrales y la expansi¨®n monetaria que han llevado a cabo ¡ªla mayor de la historia¡ª con el fin de evitar una depresi¨®n: toneladas de dinero inyectadas en la econom¨ªa a base de compra de bonos, pr¨¦stamos baratos y unos tipos de inter¨¦s por los suelos para reanimar el cr¨¦dito, el consumo, la actividad. El nivel de est¨ªmulos no tiene precedentes, pero los riesgos tampoco, y la m¨¢quina rueda a trompicones. ?Cu¨¢l es el l¨ªmite para los bancos centrales? ?Cu¨¢ndo hay que echar el freno? ?Qu¨¦ ocurrir¨¢ cuando esta pol¨ªtica desaparezca?
A Chirstine Lagarde, directora del Fondo Monetario Internacional (FMI), le preguntaron esta semana su opini¨®n sobre estas pol¨ªticas extraordinarias. ¡°No tengo la respuesta¡±, respondi¨®. ¡°No estoy segura de que los banqueros centrales que se reunieron aqu¨ª hace un d¨ªa tengan la respuesta. Creo que exploran desde hace tiempo aguas desconocidas y, dado su sentido de la mesura, seguro que querr¨ªan volver a territorios conocidos¡±.
A la pregunta responder¨¢n los libros del futuro, porque hoy nadie lo sabe, ni en Washington, ni en Bruselas ni en Tokio. Como afirma Lagarde, los bancos centrales caminan por un terreno desconocido, y no hay respuesta. Las dudas han acaparado buena parte de la cita de primavera del FMI, una semana de reuniones en el centro de la capital estadounidense. Todo lo que tiene que ver con el dinero est¨¢ muy cerca en esta ciudad: frente a la sede del Fondo se ubica el Banco Mundial; unas manzanas m¨¢s abajo, la Reserva Federal, y un par de calles m¨¢s arriba, la legendaria K street, donde se concentran los principales lobbies del pa¨ªs. Estos tambi¨¦n barruntan d¨®nde est¨¢ la tecla, hasta cu¨¢ndo aguantar¨¢ la magia de los bancos centrales.
Este es el diagn¨®stico que ha hecho p¨²blico el Fondo: la econom¨ªa mundial se recupera a tres velocidades, con los pa¨ªses emergentes a la cabeza; Estados Unidos y algunos pa¨ªses n¨®rdicos, despu¨¦s, y en tercer lugar, la renqueante eurozona. El sur de Europa decrece atrapado por los recortes y los desequilibrios presupuestarios, con la peligrosa novedad de que la crisis se expande de nuevo al coraz¨®n del continente: Alemania, Francia y Holanda son los pa¨ªses que m¨¢s han visto reducidas sus previsiones econ¨®micas por el FMI. Jap¨®n, en su particular batalla contra la deflaci¨®n, es considerado un caso aparte, con expectativas de crecimiento, pero con una deuda monumental. Y China acelerar¨¢ su crecimiento este a?o, pese a que el ¨²ltimo dato no ha cumplido las expectativas.
Las dudas sobre el rumbo a seguir acaparan la cumbre del FMI
En este escenario, el FMI cree que las grandes econom¨ªas deben seguir reduciendo sus d¨¦ficits, pero pa¨ªses con posibilidades, como Estados Unidos o Reino Unido ¡ªtal y como cit¨® de forma expl¨ªcita el economista jefe del Fondo, Olivier Blanchard¡ª, tienen margen de maniobra suficiente para suavizar el ritmo de los ajustes de gasto y lastrar lo menos posible la actividad de las locomotoras mundiales.
¡°Tambi¨¦n las potencias emergentes y, en Europa, Alemania est¨¢n en situaci¨®n de estimular m¨¢s su econom¨ªa, pero el problema no es la austeridad en s¨ª, o perseguir un objetivo de d¨¦ficit, sino llevar a cabo unas pol¨ªticas de austeridad adecuadas¡±, explica Jacob Kirkegaard, investigador del Peterson Institute. Kirkegaard responde en su despacho de Washington, con papeles esparcidos sobre una amplia mesa, entre reuni¨®n y reuni¨®n, en esta semana fren¨¦tica para lobbies y think tanks de la ciudad. En Europa, se?ala, ¡°el problema es que aunque el Banco Central Europeo puede bajar m¨¢s los tipos de inter¨¦s, no est¨¢ claro el beneficio que dar¨ªa¡±.
Pese a ser el m¨¢s prudente de los grandes bancos centrales, el BCE, limitado en buena parte por su diferente mandato frente a otros, tambi¨¦n ha llevado a cabo su peque?a aventura. En julio pasado dej¨® el precio del dinero en el 0,75%, el nivel m¨¢s bajo de la historia del euro. Pero ni eso, ni los multimillonarios manguerazos de cr¨¦dito barato y otras medidas extraordinarias han surtido el efecto deseado: el cr¨¦dito sigue sin fluir. Los analistas barajan ahora la idea de que lo rebaje otro cuarto de punto, pero las bajadas de puntos tienen menos efectos que las subidas. Se trata de la misma din¨¢mica que una cuerda, seg¨²n el s¨ªmil que utiliz¨® Keynes: se puede tirar de ella para frenar burbujas, pero no sirve para empujar. Pero de momento, el plan del BCE de compra de bonos para pa¨ªses en apuros ha calmado los mercados sin necesidad de aplicarlo.
Los peligros radican en los riesgos que asumen los propios bancos centrales al comprar deuda, en las burbujas que pueden generar en econom¨ªas emergentes ¡ªdonde los inversores buscan altas rentabilidades por el bajo inter¨¦s del dinero en los pa¨ªses desarrollados¡ª y en el efecto en los mercados de la retirada de los est¨ªmulos, que necesariamente tendr¨ªa que ser muy gradual.
El ritmo m¨¢s conveniente para reducir el d¨¦ficit domina el debate
Un pu?ado de datos dan idea de la implicaci¨®n que los bancos centrales, cuya labor tradicional era la de controlar la inflaci¨®n, han tenido para frenar los problemas de estancamiento: el BCE ha duplicado su balance, la Fed lo ha multiplicado por tres, y el Banco de Inglaterra, por otro tanto. Y Jap¨®n acaba de aprobar un plan sin parang¨®n: el banco central del pa¨ªs duplicar¨¢ su balance, y en el plazo de tan solo dos a?os inyectar¨¢ en la econom¨ªa una masa monetaria equivalente al 30% del PIB, con el fin de acabar con una deflaci¨®n que se arrastra desde hace 15 a?os.
Luis Serv¨¦n, jefe de investigaci¨®n de la divisi¨®n de Macroeconom¨ªa y Crecimiento del Banco Mundial, no ve un peligro a corto plazo, ya que ¡°el riesgo de generaci¨®n de burbujas es algo que hay que vigilar, pero no parece inmediato. Es importante, pero no urgente¡±. Sin embargo, s¨ª observa un cambio de paradigma al que habr¨¢ que enfrentarse: ¡°Estas acciones de los bancos centrales se deben a las dificultades de la pol¨ªtica fiscal, pero alg¨²n d¨ªa habr¨¢ que volver a la ortodoxia monetaria y se habr¨¢ creado un precedente¡±.
Christine Lagarde apel¨® a la actuaci¨®n de los Gobiernos. No solo se trata de suavizar ajustes en algunos casos; el FMI tambi¨¦n ha reclamado que se avance hacia la uni¨®n bancaria europea, y ¡ªen privado, especialmente¡ª se critica la lentitud del saneamiento bancario, un impedimento para que el cr¨¦dito vuelva a fluir. Lagarde reclam¨® que los Gobiernos act¨²en para restar presi¨®n a los banqueros centrales: ¡°Ellos no pueden ser los ¨²nicos que muevan ficha, tiene que haber otros que pongan en marcha las pol¨ªticas adecuadas¡± para que ¡°se alivie un poco el peso que los bancos est¨¢n llevando a la espalda¡±.
El FMI prev¨¦ un crecimiento del 2% para este a?o en Estados Unidos y del 3% para el pr¨®ximo, apenas unas d¨¦cimas menos de lo que hab¨ªa previsto el pasado enero, pero la marcha de la econom¨ªa podr¨ªa ser mucho mejor si suavizase sus recortes presupuestarios, se lamenta el Fondo. La Administraci¨®n de Barack Obama afronta un d¨¦ficit muy elevado, pero ha llevado a cabo el mayor ajuste en 30 a?os: desde el 10% del PIB en 2011 hasta el 8,5% de 2013, y la previsi¨®n es que acabe en el 6,5% en 2014. El responsable del ¨¢rea fiscal del FMI, Carlo Cottarelli, consider¨® este ritmo ¡°innecesariamente alto¡± y abog¨® por que la velocidad del ajuste, en lugar de dos puntos porcentuales por a?o, se redujera a un ritmo de 1 o 1,25 puntos anuales.
El mundo avanza a tres velocidades, con los emergentes en cabeza
Pero lo que menos le gusta al Fondo es la forma en que el Gobierno estadounidense ha llevado a cabo la reducci¨®n del d¨¦ficit, porque en buena parte se debe al llamado secuestro fiscal, una reducci¨®n autom¨¢tica y lineal del gasto, consecuencia de la falta de acuerdos pol¨ªticos para elaborar un plan estrat¨¦gico. ¡°El secuestro ha sido la forma menos eficiente de austeridad, porque ha recortado todos los gastos, desde la I+D hasta la educaci¨®n o la defensa, sin pararse a mirar lo productivos que son unos u otros¡±, coincide en la cr¨ªtica Kirkegaard.
El Fondo tambi¨¦n pidi¨® a Reino Unido, que acab¨® 2012 con un d¨¦ficit del 8,3%, que levante el pie del acelerador en los ajustes. La m¨²sica ha sonado algo distinta para los pa¨ªses perif¨¦ricos del euro, como Espa?a, Italia o los rescatados Grecia, Irlanda y Portugal. No hay mejor ejemplo de los estragos que causan las pol¨ªticas de austeridad a una econom¨ªa en crisis: adem¨¢s de lastrar la actividad, alejan m¨¢s esos objetivos presupuestarios que se persiguen precisamente con los recortes. El FMI calcula que el PIB espa?ol decrecer¨¢ un 1,6% este a?o, entre las peores cifras de la eurozona, y prev¨¦ un avance de tan solo el 0,7% para 2014, aunque reconoce que la recesi¨®n seguir¨¢ si se aplican nuevos ajustes. Lagarde lanz¨® un bal¨®n de ox¨ªgeno al Gobierno de Mariano Rajoy al pedir ¡°m¨¢s tiempo¡± para Espa?a, que te¨®ricamente debe reducir su d¨¦ficit del 10% de 2012 (tres puntos de los cuales se deben al rescate de la banca) al 3% en 2014. Aun as¨ª, los pron¨®sticos de la instituci¨®n creen imposible alcanzar ese objetivo incluso en 2018, para cuando sit¨²a el desequilibrio fiscal por encima del 5%. Es un c¨¢lculo que no contempla el nuevo plan de estabilidad que el Gobierno quiere presentar la semana que viene y que incluir¨¢ medidas de reducci¨®n de gasto.
Para el conjunto de la eurozona, el Fondo ha reducido las previsiones del PIB, de un leve crecimiento a una contracci¨®n del 0,3%, pero lo m¨¢s inquietante es que la principal rebaja de las estimaciones corresponde al coraz¨®n del ¨¢rea: el pron¨®stico de Alemania para 2013 ha pasado del 0,9% de oto?o al 0,6% (anticipado en enero), y Francia ha empeorado de un avance del 0,4% a una contracci¨®n del 0,1% en el mismo periodo.
Las nuevas potencias latinoamericanas corren el riesgo de crear una burbuja por el capital que deja los pa¨ªses desarrollados en busca m¨¢s rentabilidad, pero su econom¨ªa real no acaba de levantar cabeza: el Fondo calcula que este a?o la regi¨®n crecer¨¢ un 3,4%, tres d¨¦cimas por debajo del anterior pron¨®stico, y lejos de los niveles del 5% previo a la crisis. Venezuela sale mal parada, con un incremento del PIB esperado de apenas el 0,1% este a?o, aunque Brasil avanzar¨¢ un 3% (frente al 0,9%). En 2014, el avance global de Am¨¦rica Latina mejora, pero el Banco Mundial pidi¨® a los pa¨ªses de la zona que refuercen su productividad y potencien un crecimiento econ¨®mico m¨¢s sano.
El sur de Europa se queda rezagado a causa de los recortes fiscales
Los libros del futuro glosar¨¢n los errores y aciertos, pero el Instituto bruselense Bruegel publicar¨¢ la pr¨®xima semana un informe en el que eval¨²a los programas de asistencia financiera en los pa¨ªses europeos rescatados, y concluye precisamente se?alando que el FMI, ¡°probablemente, prest¨® muy poca atenci¨®n a las relaciones financieras entre los pa¨ªses de la eurozona cuando abogaba por ciertas medidas en Grecia o Irlanda que tendr¨ªan efectos en el resto de la uni¨®n monetaria¡±, explica Andr¨¦ Sapir, uno de los autores del informe.
Pero, desde luego, Europa no aparece libre de pecado, ya que ¡°el FMI ten¨ªa raz¨®n para pedir un reequilibrio de la econom¨ªa del ¨¢rea. La austeridad en los pa¨ªses con d¨¦ficit era probablemente inevitable, pero hubiera sido m¨¢s f¨¢cil si los pa¨ªses con super¨¢vit se hubiesen expandido al mismo tiempo¡±.
Sapir lanza unos n¨²meros que abonan la idea de que s¨ª hay un margen de maniobra. Alemania tuvo un gran super¨¢vit por cuenta corriente del 7% en 2012, seg¨²n el FMI. Este a?o alcanzar¨¢ el 6,1%, y en 2014, el 5,7%. Incluso, la eurozona tiene un super¨¢vit del 2%. ¡°No ser¨ªa ¨²til solo para el resto de la zona euro, sino tambi¨¦n para la econom¨ªa mundial, si Alemania expandiera su demanda interna y redujera esos super¨¢vits por cuenta corriente¡±, esgrime. Sin embargo, Sapir rechaza que esto se deba lograr a trav¨¦s de los est¨ªmulos fiscales, sino que se muestra partidario de ¡°dar incentivos a los interlocutores sociales para tener un salario por encima de lo que se ha acordado hasta ahora¡±.
El Gobierno alem¨¢n es el principal valedor de supeditar toda pol¨ªtica a los objetivos de reducci¨®n del d¨¦ficit en los pa¨ªses de la eurozona, de la austeridad como primer mandamiento, una postura que, al menos en privado, muchos analistas interpretan en clave de pol¨ªtica interna: es lo que quieren o¨ªr los votantes germanos, y las elecciones alemanas son en septiembre.
A los bancos centrales les cuesta cada vez m¨¢s impulsar el crecimiento, aunque esto tiene m¨¢s que ver con la eurozona que con Estados Unidos, se?ala Daniel Gros, del think tank CEPS. Pero Gros llama la atenci¨®n sobre la fortaleza comercial europea. En su opini¨®n, ¡°muchos observadores pasan por alto que la zona euro est¨¢ incrementando su super¨¢vit por cuenta corriente r¨¢pidamente y ahora ha adelantado a Jap¨®n sin la espectacular facilidad monetaria nipona¡±.
Al final, ¡°mientras el mundo habla de guerras de divisas, la eurozona est¨¢ gan¨¢ndola sin haberla declarado, o al menos est¨¢ ganando la guerra comercial¡±, dispara Gros. El problema siempre es el d¨ªa despu¨¦s de la magia de la Fed o del Banco de Jap¨®n. ¡°Claro que hay riesgos, es necesario mucho equilibrio, s¨ª, pero en eso est¨¢n los banqueros centrales¡±.
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