Subir o bajar impuestos
La ¨²ltima subida de impuestos ha tra¨ªdo un vendaval. Incluso aunque el alza se haya aprobado por debajo de la mesa-camilla: se prorroga la subida de impuestos, como el IRPF o sociedades, aprobada para 2012, con el compromiso ¡ªm¨¢s que promesa¡ª de que su vigencia durar¨ªa un ¨²nico ejercicio. El objetivo, aumentar la recaudaci¨®n para luchar contra el d¨¦ficit.
La medida levanta un clamor en la derecha en favor de una rebaja general de impuestos. Esperanza Aguirre se rebela contra Mariano Rajoy, seguida por los mariachis habituales. Reclaman aguar el retoque de las bases imponibles del impuesto de sociedades, y rebajar otros, aunque no los que gravan al consumo.
La tesis consiste en que esa rebaja fiscal insuflar¨ªa dinamismo econ¨®mico induciendo a una mayor recaudaci¨®n, pues al cabo la fiscalidad inhibe el crecimiento. La historia lo discute. En los 30 a?os gloriosos, de 1947 a 1973, la econom¨ªa de EE UU creci¨® a un ritmo anual del 4%, pese a que el tipo marginal en el impuesto sobre la renta oscil¨® entre el 75% y el 90%, muy por encima de las medidas de Fran?ois Hollande. Y la m¨¢quina econ¨®mica no se grip¨® por eso.
Urge una reforma fiscal integral: que todos paguen y paguen menos los que pagan su parte y a¨²n m¨¢s
Desde el zapaterismo, algunos como el exjefe de su oficina econ¨®mica David Taguas, vienen a compartir parte del planteamiento. Y su antecesor y exministro de Industria Miguel Sebasti¨¢n reverdece aquel lema de que ¡°subir impuestos es de izquierdas¡± ¡ªal menos el impuesto sobre la renta¡ª para salir de la recesi¨®n. Desde el rubalcabismo, Valeriano G¨®mez le recrimina que tambi¨¦n lo propugnaba para tiempo de bonanza (la pol¨¦mica, en www.eldiario.es/zonacritica)
Bienvenida la discusi¨®n sobre los ingresos, que debe completar la monotem¨¢tica persecuci¨®n de los gastos. En realidad, en Espa?a hay margen para aumentar los ingresos porque la presi¨®n fiscal es ocho puntos inferior la media europea, mientras el gasto p¨²blico, solo cuatro puntos.
Pero que haya mucho margen virtual antes de igualarnos a los socios, no significa que deba recorrerse enteramente ahora. Sobre todo, no implica que deba agotarse con nuevas subidas generalizadas cuando urge recuperar el consumo y la demanda agregada. Las medidas a tomar debieran ser muy selectivas, guiadas tanto por el criterio de su eficacia recaudatoria como por el de su equidad. La primera, que paguen los que no pagan, perseguir el fraude fiscal, que alcanzar¨ªa en Espa?a unos 70.000 millones de euros, casi el doble de la factura de intereses de la deuda p¨²blica, cercana a 39.000 millones.
Cada vez son m¨¢s las voces, empezando por el Comit¨¦ Econ¨®mico y Social, que postulan una reforma global, de conjunto y profunda, de todo el sistema impositivo espa?ol, implantado pieza a pieza desde la Transici¨®n. Algunos impuestos son sombras de s¨ª mismos. El de sociedades es un coladero de exenciones y deducciones implantadas a la medida de la fuerza negociadora del lobby que las reclamase, ergo perjudica a las pymes.
El 90% de los ingresos tributarios procede de las rentas del trabajo. El IRPF dej¨® de ser redistributivo, es un impuesto sobre las n¨®minas, del que escapan por distinta v¨ªas las rentas del capital. Contra lo que propugnaba nada menos que Adam Smith: ¡°No es muy il¨®gico que los ricos contribuyan al gasto p¨²blico, no solo en proporci¨®n a sus ingresos, sino en algo m¨¢s que esa proporci¨®n¡±.
?C¨®mo incorporar al impuesto las rentas que lo soslayan? Una idea sugestiva es la que acaban de proponer los socialistas en Bases para la reforma fiscal (www.psoe.es), crear un impuesto unificado renta / riqueza: ¡°integrar en una figura tributaria ¨²nica la valoraci¨®n del patrimonio, de forma homog¨¦nea y sin excepciones, con la tributaci¨®n de la renta¡±.
Los frutos del patrimonio se integrar¨ªan en su totalidad, proviniesen de acciones, dep¨®sitos, inmuebles, Sicav u otras colocaciones. Y se aplicar¨ªa sobre su cuant¨ªa total un porcentaje de rendimiento te¨®rico. En Holanda funciona ese sistema, que considera renta del patrimonio un 4% de su total, y lo grava a un tipo del 30%. Las bases proponen tambi¨¦n un alivio a la imposici¨®n del ahorro, mediante unas ¡°cuentas de ahorro¡±, que no se limiten a los planes de pensiones.
Algo distinto, pero tambi¨¦n interesante, es el modelo dual que introdujeron los pa¨ªses n¨®rdicos desde principios de los noventa: trata en el IRPF a las rentas del trabajo algo peor que a las del capital, pero grava a estas con un tipo fijo y uniforme para todos (no hay escapatorias), que es igual al m¨ªnimo de las rentas del trabajo, igual, a su vez, al del impuesto de sociedades (Tendencias de reforma fiscal: hacia una fiscalidad europea, Fundaci¨®n Alternativas, n¨²mero 62/2011).
Urge pues una reforma fiscal integral. Antes que nada, para que todos paguen, e incluso para que los que pagan puedan llegar a no pagar tanto: sobre todo, a no pagar la parte de los escaqueados.
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