Un juzgado c¨¢ntabro admite a tr¨¢mite la primera demanda penal por preferentes

El Juzgado de Primera Instancia de Reinosa (Cantabria) ha admitido a tr¨¢mite por primera vez en Espa?a una querella por la v¨ªa penal por la venta de participaciones preferentes, que, de prosperar, podr¨ªa conllevar tambi¨¦n la primera condena de prisi¨®n.

La querella la ha presentado el abogado Francisco Javier D¨ªaz Aparicio, que represent¨® en su d¨ªa a los piratas del Alakrana, en nombre de un matrimonio de ancianos c¨¢ntabros de 98 y 97 a?os.

Se dirige contra Liberbank (el banco en el que se integr¨® Caja Cantabria) y contra la empleada que vendi¨® las preferentes, ahora directora de la oficina de la entidad en Reinosa, a los que acusa por presuntos delitos de estafa y falsedad documental.

En un auto dictado el pasado 16 de mayo y difundido hoy por el abogado, el Juzgado de Reinosa admite a tr¨¢mite la querella y acuerda abrir diligencias previas para investigar los hechos. Adem¨¢s, cita al matrimonio para el pr¨®ximo mi¨¦rcoles, 29 de mayo, para tomarles declaraci¨®n.

La querella explica que el matrimonio, residente en el municipio de la Hermandad de Campoo de Suso y que se ha dedicado toda su vida a la ganader¨ªa, suscribi¨® entre 2003 y 2010 varios contratos de participaciones preferentes y obligaciones subordinadas por importe global de 121.000 euros.

Y acusa a la empleada de Liberbank de colocarles estos productos de riesgo "aprovech¨¢ndose" de su edad, de su "nulo conocimiento" sobre productos bancarios y "utilizando argucias" para hacerles creer que contrataban un dep¨®sito a plazo.

En su argumentaci¨®n, el abogado se?ala tambi¨¦n que en los contratos hab¨ªa t¨¦rminos "equ¨ªvocos y enga?osos", que no les entregaron las condiciones y que los contratos s¨®lo est¨¢n firmados por el marido, a pesar de que figuran como suscriptores los dos miembros de la pareja.

Hasta ahora las demandas por preferentes se hab¨ªan planteado en la jurisdicci¨®n civil y, en los casos en que los tribunales han dado la raz¨®n a los clientes, se han anulado los contratos y se ha condenado a las entidades a devolver los importes invertidos.

La diferencia de este caso radica en que, de prosperar la querella y terminar en condena, podr¨ªan acordarse penas de prisi¨®n.

Y la querella se plantea as¨ª porque, a juicio del letrado, dada la edad de los afectados, sus "escasos o nulos" estudios y la confianza que ten¨ªan depositada en la empleada de Caja Cantabria, se ha producido un "verdadero enga?o" y se cumplir¨ªan los requisitos para considerarlo como un delito de estafa.