Mitad "croissant", mitad donut: el "cronut" es el nuevo "must" de Nueva York
Hijo de un franc¨¦s -el "croissant"- y un estadounidense -el donut- ha nacido "cronut", el nuevo dulce que causa furor entre los neoyorquinos que, ansiosos por probar lo ¨²ltimo en reposter¨ªa, hacen colas durante horas para saborear uno de esos 200 bollos de moda que cada d¨ªa se venden en la Gran Manzana.
En una pasteler¨ªa del barrio del SoHo, el chef franc¨¦s Dominique Ansel ha conseguido unir dos de los productos m¨¢s importantes de la pasteler¨ªa en una peque?a y delicada creaci¨®n fabricada con una masa laminada similar a la del "croissant" pero relleno de crema y recubierto con una capa crujiente y glaseada.
"Mi equipo quer¨ªa comer donuts, pero al crecer en Francia nunca he tomado ni he hecho muchos donuts. As¨ª que tom¨¦ algo que s¨ª conoc¨ªa, el "croissant", y trat¨¦ de modificarlo en un donut. As¨ª fue como empez¨® todo", explica a Efe este chef repostero, quien estos ¨²ltimos d¨ªas vive compaginando la cocina con la avalancha de entrevistas.
Pese a que solo se pueden comprar dos "cronut" por persona, las 200 unidades que Ansel vende a diario a cinco d¨®lares cada una se agotan en poco m¨¢s de una hora, pues decenas de personas hacen cola desde primera hora de la ma?ana ansiosos por convertirse en uno de los pocos privilegiados que consiguen comprarlos.
Y es que ahora en Nueva York solo se habla del "cronut", de hacerse una foto saboreando uno de ellos y colgarla en las redes sociales (por supuesto tiene ya su hashtag #cronut en Twitter). O lo que es lo mismo: se ha convertido en la nueva forma de demostrar que se es "cool" en la ciudad de los rascacielos.
El ¨¦xito de este bollo tambi¨¦n ha tra¨ªdo consigo la picaresca de algunos clientes, que ya han empezado a revenderlos a trav¨¦s de internet con precios que oscilan los 15 y 40 d¨®lares, lo que ha creado un aut¨¦ntico mercado negro.
La locura por los "cronut" se ve f¨¢cilmente cuando uno se acerca al SoHo a primera hora de la ma?ana y comprueba como la lluvia y el sue?o no suponen ning¨²n inconveniente para algunos neoyorquinos como Nicole y Amanda, que se acercaron a la pasteler¨ªa de Ansel antes de las seis de la ma?ana para hacer cola. Minutos despu¨¦s, ya eran m¨¢s de cien personas las que esperaban a que abrieran a las ocho.
"Estamos aqu¨ª solo por los 'cronut'. Es lo nuevo y lo tenemos que probar", dijo Nicole a Efe mientras esperaba impaciente con un paraguas en la mano para ser la primera en conseguir este bien tan preciado y escaso en Manhattan.
Otros por el contrario lo hicieron por puro amor, como Michael y Henry, que estuvieron esperando dos horas para poder endulzar el desayuno de sus parejas.
"Para m¨ª el 'cronut' no tiene nada de especial. Pero para otras personas s¨ª", confes¨® otro neoyorquino, Mike, que esperaba en la cola desde las seis de la ma?ana solo por contentar los deseos de su jefe, que mor¨ªa por uno de estos pasteles de moda.
Por su parte el Ansel reconoce estar "sorprendido" por la fascinaci¨®n que ha generado el "cronut" y que est¨¢ aumentando d¨ªa tras d¨ªa, algo que nunca imagin¨® cuando en mayo debut¨® con esta creaci¨®n.
Pese a que muchos se?alan que estos dulces pueden convertirse en un buen negocio que podr¨ªa expandirse m¨¢s all¨¢ de EEUU, el repostero descarta aumentar tanto los precios como la producci¨®n.
"Nunca seremos una tienda de 'cronut'. Soy un firme defensor de la calidad por encima de la cantidad, por eso limitamos las cantidades diarias. Aqu¨ª hay muchas otras cosas incre¨ªbles para comer y todos ellas merecen nuestra atenci¨®n", afirma, con un deje de frustraci¨®n por la falta de atenci¨®n a sus otros productos.
Para mantener el inter¨¦s de los clientes, Ansel y su equipo tienen planeado crear cada mes un sabor diferente. El de este mes es "cronut" con sabor a lim¨®n.
La gran duda ahora es saber qu¨¦ pasar¨¢ con los "cronut", si ser¨¢n solo una moda pasajera neoyorquina o por el contrario conseguir¨¢n desbancar a los famosos "cupcakes", esas magdalenas con m¨²ltiples colores y dise?os que en su d¨ªa tambi¨¦n revolucionaron la reposter¨ªa a nivel mundial.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.