La UE hace zozobrar a los astilleros
Bruselas obliga a devolver 2.800 millones que desgravaron los constructores de buques El Gobierno advierte de que est¨¢n en riesgo 80.000 empleos
El comisario europeo de la Competencia, el espa?ol Joaqu¨ªn Almunia, hizo sonar este jueves las trompetas del apocalipsis para los 19 astilleros privados de Espa?a. Almunia anunci¨® que la Comisi¨®n Europea acordar¨¢ el pr¨®ximo 17 de julio que el sector naval devuelva a la Hacienda espa?ola unos 2.800 millones de euros desgravados entre los a?os 2005 y 2011 mediante un sofisticado sistema de bonificaciones fiscales a la construcci¨®n de buques, considerado por Bruselas como una ayuda p¨²blica encubierta contraria a las leyes de la competencia.
El comisario espa?ol trat¨® de restar dramatismo al anuncio matizando que la devoluci¨®n no correr¨¢ a cargo de los astilleros sino de los inversores que financiaron la fabricaci¨®n de buques, pero los empresarios y los responsables pol¨ªticos de las comunidades afectadas ¡ªGalicia, Pa¨ªs Vasco y Asturias¡ª fueron un¨¢nimes: ¡°Es la muerte de los astilleros¡±. El Gobierno, a trav¨¦s del ministro de Industria, Jos¨¦ Manuel Soria, exigi¨® de inmediato a Bruselas que no apruebe la propuesta de Almunia y advirti¨® de que est¨¢n en peligro unos 80.000 empleos.
¡°Esto es el cierre definitivo¡±, espeta el presidente de los astilleros a Almunia
El comisario de la Competencia comprob¨® de primera mano la crispaci¨®n que provoc¨® su anuncio. Almunia lo explic¨® durante un desayuno informativo en un hotel de Madrid. Entre el p¨²blico se encontraba ?lvaro Platero, presidente de Pymar, la agrupaci¨®n que engloba a los astilleros. Puesto en pie y en tono airado, le espet¨®: ¡°?Esto es el cierre definitivo para los 19 astilleros privados que hay en Espa?a!¡±.
El esfuerzo de Almunia por transmitir la idea de que el peso de la factura no descansar¨¢ sobre los fabricantes de buques cay¨® en saco roto. ¡°Esto es la ruina para nosotros, no tendremos un contrato m¨¢s¡±, comenta Jos¨¦ Dom¨ªnguez, director de Vulcano, una de las factor¨ªas navales de Vigo. ¡°Hay que tener en cuenta que este es un mundo relativamente peque?o, en el que los clientes y los inversores son casi siempre los mismos. Si tienen que pagar, no volver¨ªamos a recibir un encargo. De hecho, ya no los tenemos desde que surgi¨® la amenaza de Bruselas de devolver las bonificaciones¡±. ¡°Adem¨¢s, hay astilleros¡±, comenta un directivo del sector, ¡°que en sus contratos con los inversores incluyeron cl¨¢usulas de garant¨ªa en la que se responsabilizaban de parte del coste en caso de que ocurriese esto¡±.
Las deducciones del 'tax lease'
El llamado tax lease se puso en marcha en 2001 y permit¨ªa importantes deducciones en el impuesto de sociedades para las compa?¨ªas que invirtiesen en la construcci¨®n de buques. Se hac¨ªa bajo un complejo sistema de leasing que permit¨ªa a los astilleros disponer de financiaci¨®n para afrontar operaciones muy costosas, de hasta 100 millones de euros por barco. El aliciente fiscal atrajo no solo a bancos y cajas de ahorro sino a empresas que no ten¨ªan ninguna relaci¨®n con el sector, como Inditex.
Francia disfrutaba de un sistema fiscal muy similar, aplicable no solo al sector naval sino a la fabricaci¨®n de otros bienes de equipo. En 2005, la Comisi¨®n Europea lo anul¨® con argumentos semejantes a los empleados ahora con Espa?a. Sin embargo, las autoridades comunitarias eximieron a las empresas francesas de devolver las bonificaciones cobradas indebidamente con el argumento de que las compa?¨ªas hab¨ªan actuado con la ¡°confianza leg¨ªtima¡± en un sistema sancionado por sus autoridades. A ese precedente se agarra ahora el sector espa?ol para pedir ¡°igualdad de trato¡±.
El sector exige que se le exima del reintegro como se hizo con Francia
En Espa?a continu¨® funcionando hasta 2011, cuando Bruselas lo paraliz¨® tras una denuncia de Holanda. Desde entonces, los astilleros se quedaron sin contratos de envergadura. Solo en la r¨ªa de Vigo se perdieron el a?o pasado 2.800 empleos, seg¨²n la patronal. Y aunque desde el 1 de enero est¨¢ en vigor un nuevo tax lease con condiciones distintas, la amenaza de la devoluci¨®n de las deducciones sigue bloqueando la consecuci¨®n de nuevos contratos.
Con el viejo tax lease se financiaron 273 operaciones. ¡°Y cada una de ellas fue autorizada por la Direcci¨®n General de Tributos¡±, subraya el director de Vulcano. Eso plantea un embrollo legal a?adido, ya que los bancos y compa?¨ªas afectados podr¨ªan plantear una demanda de responsabilidad patrimonial al Estado. De los 2.800 millones que habr¨ªa que devolver ¡ªcorrespondientes al periodo 2005-2011¡ª 1.700 corresponder¨ªan a astilleros gallegos, unos 1.000 a vascos y los 100 restantes a Asturias.
Bancos, cajas e Inditex, entre los afectados
El tax lease es un alambicado sistema de ingenier¨ªa fiscal que en los a?os de euforia que vivieron loas astilleros con el comienzo de siglo atrajo a la construcci¨®n de buques a empresas que nunca hab¨ªan tenido la menor relaci¨®n con el sector. Una de las m¨¢s activas en ese campo fue Inditex, el gigante textil gallego, que lleg¨® a fundar hasta 13 compa?¨ªas navieras.
El sistema, basado en una directriz de la UE, consist¨ªa en una compleja cadena de arrendamientos. Los armadores que encargaban el buque a un astillero lo vend¨ªan, cuando a¨²n estaba en construcci¨®n, a una compa?¨ªa de leasing (alquiler con derecho a compra), que a su vez lo arrendaba a una Agrupaci¨®n de Inter¨¦s Econ¨®mico (AIE). Estas se formaban con las sociedades creadas por bancos, cajas o compa?¨ªas de otros sectores, generalmente con bases imponibles muy altas en el impuesto de sociedades. Luego era la propia AIE la que financiaba la adquisici¨®n del buque al armador, quien le pagaba por cuotas.
El modelo permit¨ªa amortizar de forma acelerada el coste del barco, en unos tres a?os y medio. Durante el periodo de vigencia de la AIE, las sociedades que las constitu¨ªan disfrutaban de los beneficios fiscales. Fuentes del sector calculaban entonces una rentabilidad de hasta el 15% para los financiadores.
En esos a?os en que el sector naval olvidaba con sustanciosos contratos las penurias de la reconversi¨®n de la d¨¦cada de los ochenta, florecieron las sociedades creadas con el ¨²nico prop¨®sito de acceder a las deducciones fiscales. Inditex, por ejemplo, ten¨ªa en 2010 una participaci¨®n del 49% en diez AIE dedicadas a financiar la construcci¨®n de buques con domicilio social en Las Palmas. Un a?o antes estaba en 13, que sumaban un patrimonio de 500 millones de euros. En 2010, el grupo de Amancio Ortega logr¨® desgravaciones por medio mill¨®n de euros.
Caixa Galicia y Caixanova, ahora integradas ambas en Novagalicia Banco, crearon decenas de sociedades, sobre todo la ¨²ltima, con sede en Vigo, una ciudad donde se enclavan algunos de los mayores astilleros privados que quedan en Espa?a. En 2011, cuando se suspendi¨® el tax lease, la caja fusionada gallega manten¨ªa 15 sociedades navieras a trav¨¦s de las cuales hab¨ªa logrado en los siete a?os anteriores beneficios fiscales por 27,5 millones de euros.
Otra entidad financiera gallega, el Banco Pastor (ahora absorbido por el Popular) fue accionista al 100% de otras diez AIE que le reportaron, en el periodo entre 2004 y 2011, deducciones estimadas en unos 4,5 millones.
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