El derrape del banquero

Cuando a comienzos de 2008 Adolf Tod¨® (Castellbell i el Vilar, Barcelona, 1956) acept¨® la direcci¨®n general de Caixa Catalunya, pidi¨® unos d¨ªas para hacer el traspaso en Caixa Manresa e ir a Jerez a ver los entrenamientos de la pretemporada del Mundial de Motociclismo. Tod¨® es un loco de ese deporte. Y parec¨ªa encontrarse seguro a lomos de la moto pilotando la antigua caja. Mientras en cada curva ca¨ªa el gestor de una entidad, ¨¦l segu¨ªa firme en los mandos. Pero el Fondo de Reestructuraci¨®n Ordenada Bancaria (FROB) le impidi¨® acabar la carrera al prescindir de sus servicios en mayo mediante un despido que califica de "procedente". Por ello, se niega a pagarle 3,6 millones de pensi¨®n que el propio FROB le hab¨ªa reconocido en una entidad que ha requerido 12.050 millones en ayudas.

Cuando el entonces presidente Narc¨ªs Serra llam¨® a Tod¨® en 2008, Caixa Catalunya ya estaba en situaci¨®n cr¨ªtica. Pilotada por Josep Maria Loza, la entidad se hab¨ªa lanzado a la aventura inmobiliaria en 2004, cuando la burbuja ya llevaba al menos dos a?os hinch¨¢ndose. ¡°El riesgo era doble: no solo promov¨ªamos, sino que financi¨¢bamos la compra de esos pisos¡±, explica un antiguo directivo, que recuerda que el control de riesgos depend¨ªa del ¨¢rea comercial.

Era urgente enderezar el rumbo de la caja. Y esa tarea se encomend¨® a Tod¨®, un economista premio extraordinario de fin de carrera, doctor en Econom¨ªa por la Universidad de San Diego y profesor de Esade. Eso no significa que sea un te¨®rico. Curtido en Banco Sabadell y Caixa Manresa (que con ¨¦l como gestor era una de las cajas con menos morosidad de Espa?a), Tod¨® ¡°cree que los directivos no deben hacer tesis doctorales en la empresa¡±, dicen en su entorno. ¡°Es m¨¢s intuitivo que t¨¦cnico¡±, redundan fuentes pr¨®ximas al banquero. Tod¨® estaba bien visto por el PSC, que entonces gobernaba la Diputaci¨®n de Barcelona (fundadora de la caja) y la Generalitat, por CiU, que sigui¨® apoyando su gesti¨®n al volver al poder, y por el Banco de Espa?a.

Pero su misi¨®n ten¨ªa un precio. Y este pas¨® por el Consejo de Administraci¨®n del 26 de marzo de 2008: una remuneraci¨®n fija de 600.000 euros anuales actualizables y otra variable equivalente al 35% de la fija. As¨ª lo estipulaba un contrato que, en caso de extinguirse, le daba derecho a una indemnizaci¨®n de tres a?os del salario fijo. Tambi¨¦n se estipul¨® una pensi¨®n de ¡°prestaci¨®n definida¡± por la que iba a cobrar el 80% de su ¨²ltimo sueldo fijo y que supuso que Caixa Catalunya tuviera que contratar un seguro de 13,7 millones. Los c¨¢lculos m¨¢s moderados elevaban la factura a 20 millones si el contrato hubiera seguido en vigor.

Tod¨® abogaba por la privatizaci¨®n r¨¢pida de la entidad nacionalizada

La Fiscal¨ªa de Barcelona investiga esa remuneraci¨®n y la de su n¨²mero dos, Jaume Masana. Pero Tod¨® tambi¨¦n deber¨¢ comparecer ¡ªjunto a otros 90 nombres¡ª en la comisi¨®n del Parlament que investiga la gesti¨®n de las entidades financieras. Frente a ¨¦l tendr¨¢ a los partidos que en su d¨ªa aprobaron su contrato. En el consejo estaban representantes del PSC, CiU, ICV y los sindicatos. ¡°Pedimos un informe a una empresa externa que nos calculaba la retribuci¨®n media del sector. El criterio no escrito era que a esa cantidad se restaba un 5%¡±, explica un antiguo miembro del ¨®rgano.

Apenas un mes antes, el mismo consejo vot¨® por unanimidad una compensaci¨®n para Loza de 10,7 millones ¡ªseg¨²n el acta, ¡°habitual en el mercado¡±¡ª pese a que formalmente fue el directivo quien dimiti¨® por ¡°razones personales¡±. En un mes, la entidad hab¨ªa comprometido 30,7 millones, casi la mitad de lo que dedic¨® ese a?o a la obra social.

En la primera tanda de la reestructuraci¨®n bancaria, Tod¨® pilot¨® la fusi¨®n de Caixa Catalunya con las cajas de Tarragona y Manresa, para lo que requiri¨® 1.250 millones en ayudas p¨²blicas. Poco antes, en enero de 2010, el consejo hab¨ªa aprobado una subida del sueldo de Tod¨®, de 600.000 a 800.000 euros, con el rechazo sindical. Pero uno de los consejos m¨¢s convulsos de la entidad, ya fusionada, llegar¨ªa el 21 de diciembre y acabar¨ªa con la salida del economista Fernando Casado solo tres meses despu¨¦s de asumir la presidencia. Fuentes cercanas a Casado explican que su renuncia no solo obedec¨ªa al sueldo ¡ªde 200.000 euros en lugar de los 600.000 euros pactados¡ª sino a que se le dio una dedicaci¨®n parcial y no funciones ejecutivas. ¡°Tod¨® quer¨ªa un presidente florero y Casado no lo acept¨®¡±, a?aden.

La fiscal¨ªa investiga las remuneraciones de la c¨²pula de la antigua caja

Tras la nacionalizaci¨®n de la entidad en 2011, Tod¨® se hizo con la presidencia ejecutiva, lo que se interpret¨® como un espaldarazo del Banco de Espa?a a su gesti¨®n. Con los l¨ªmites legales a las retribuciones en bancos nacionalizados, el contrato se revis¨®, la retribuci¨®n baj¨® a 300.000 euros y la pensi¨®n pas¨® a ser de aportaci¨®n definida. El FROB le reconoci¨® los 3,6 millones que ten¨ªa acumulados, de los que casi la mitad eran de la etapa en Caixa Manresa.

Pero la imagen de CatalunyaCaixa se degradaba. La entidad ha tenido que lidiar con miles de preferentistas y ha visto c¨®mo un cliente al que hab¨ªa desahuciado, Mohamed Aziz, ganaba una gran batalla en Estrasburgo. Y todo ello mientras recib¨ªa enormes ayudas p¨²blicas.

La suspensi¨®n, por segunda vez, de la subasta de la entidad precipit¨® el relevo de Tod¨® por Jos¨¦ Carlos Pla. Seg¨²n el entorno de Tod¨®, su relaci¨®n con el FROB llevaba tiempo deterior¨¢ndose. El banquero, seg¨²n varias fuentes, defend¨ªa la venta del banco para evitar que siguiera devalu¨¢ndose, mientras que el Estado no quer¨ªa poner ni un c¨¦ntimo m¨¢s. El choque le cost¨® el puesto. Los allegados de Tod¨® dicen que el tiempo le da la raz¨®n. De hecho, el informe que el FROB encarg¨® a la consultora McKinsey conclu¨ªa que la entidad pod¨ªa perder valor con el tiempo. Al final, apunta un cargo de la entidad, a Tod¨® le ha sucedido algo no muy distinto de otros gestores. ¡°La propiedad de las cajas era difusa y acaban por pensar que eran suyas. Pero CatalunyaCaixa ahora tiene un propietario claro, el FROB, y tenga o no raz¨®n, es quien manda¡±.