¡°No existe la ilusi¨®n de que vaya a ser una negociaci¨®n f¨¢cil¡±

Ignacio Garc¨ªa-Bercero est¨¢ satisfecho con los avances alcanzados entre las delegaciones de Estados Unidos y la Uni¨®n Europea (UE) durante la primera fase de negociaciones del Acuerdo Transatl¨¢ntico sobre Comercio de Inversi¨®n (TTIP, en sus siglas en ingl¨¦s) que este viernes ha concluido en Washington. Garc¨ªa-Bercero lidera el equipo de negociadores europeos y es el corresponsable -junto a su hom¨®logo de la parte americana, Dan Mullaney- de hacer realidad las ambiciosas perspectivas de un acuerdo que crear¨¢ la mayor zona de libre comercio del mundo y cuyas bondades saludaron los l¨ªderes del G-8 en la ¨²ltima cumbre celebrada el mes pasado en Reino Unido.

M¨¢s all¨¢ de las grandes palabras, la primera toma de contacto ente los equipos de ambas partes ha puesto de manifiesto la complejidad de las negociaciones que quedan por abordar, una evidencia que Garc¨ªa-Bercero no ha querido soslayar en la entrevista concedida a varios medios de comunicaci¨®n espa?oles, entre ellos EL PA?S.

Se trata de un proceso de negociaci¨®n complicado por lo ambicioso del mismo y nunca ha existido la ilusi¨®n de que vaya a ser una negociaci¨®n f¨¢cil¡±

¡°Se trata de un proceso de negociaci¨®n complicado por lo ambicioso del mismo y nunca ha existido la ilusi¨®n de que vaya a ser una negociaci¨®n f¨¢cil¡±, se?ala el espa?ol, que prefiere poner el ¨¦nfasis en las buenas sensaciones percibidas tras la primera aproximaci¨®n entre ambas partes, que en las divergencias que ya se han comenzado a atisbar. ¡°Se ha tratado de una buena primera ronda de contactos en la que cada uno de los bandos ha explicado al otro su posici¨®n, pero ¨¦ste no era el momento de empezar la negociaci¨®n en vivo. Estamos en un proceso de discusi¨®n y est¨¢ claro que va a haber toda una serie de temas complicados en lo que EE UU y Europa tienen un punto de partida muy diferente y en las distintas rondas habr¨¢ que ver c¨®mo se pueden reconciliar esas posiciones, pero lo importante es que no ha habido ning¨²n punto en el que se haya producido una ruptura¡±, se?ala.

Las barreras comerciales o las divergencias en la regulaci¨®n de determinados productos y servicios son dos de los asuntos que se apuntan como puntos de fricci¨®n y en los que m¨¢s deber¨¢n trabajar los pr¨®ximos meses EE UU y la UE para limar asperezas. Garc¨ªa-Bercero, no obstante, prefiere guardar la cautela y se muestra reacio a ofrecer casos concretos de esas discrepancias. ¡°No queremos profundizar porque estamos al comienzo de la negociaci¨®n. Pr¨¢cticamente en todos los asuntos que estamos discutiendo hay puntos comunes y diferencias, pero la voluntad de ambas partes es la de progresar y ver si se puede encontrar una forma de reconciliar las divergencias¡±.

Estamos condenados a entendernos, una vez que se ha lanzado una negociaci¨®n de esa amplitud entre EE UU y la UE, el coste del fracaso es demasiado grande¡±

El responsable europeo alude, sin embargo, al sector de los servicios qu¨ªmicos como un ejemplo que ilustra al mismo tiempo la complejidad de las negociaciones y c¨®mo se pretende trabajar para solventar las diferencias. ¡°En materia qu¨ªmica la regulaci¨®n es muy divergente, pero podemos, sin modificar el nivel de reglamentaci¨®n, evitar duplicidades y retrasos provocados por la burocracia administrativa, reduciendo costes pero sin afectar el nivel de protecci¨®n del consumidor, del medio ambiente, de la seguridad... Ese es el objetivo de la negociaci¨®n¡±, explica.

Para garantizar que en esa b¨²squeda de una mayor armon¨ªa normativa no se perjudican los derechos de los 800 millones de consumidores a los que afectar¨¢ el tratado, en las reuniones, se?ala Garc¨ªa-Bercero, adem¨¢s de los negociadores comerciales est¨¢n presientes los responsables de la reglamentaci¨®n de EE UU y la UE.

La incorporaci¨®n en dichos responsables en algunos aspectos de la negociaci¨®n, as¨ª como el amplio abanico de temas a debatir, pone en duda que el acuerdo pueda estar terminado a finales de 2014, como era la primera intenci¨®n. Este viernes, en la rueda de prensa conjunta, Mullaney rebaj¨® esas expectativas y Garc¨ªa-Bercero, despu¨¦s, ha confirmado que ¡°es dif¨ªcil asegurar¡± que la negociaci¨®n quede ultimada en esa fecha, aunque ha descartado que, como en otros intentos anteriores, el tratado se estanque. ¡°Estamos condenados a entendernos, una vez que se ha lanzado una negociaci¨®n de esa amplitud entre EE UU y la UE, el coste del fracaso es demasiado grande¡±, ha advertido.

Podemos, sin modificar el nivel de reglamentaci¨®n, evitar duplicidades y retrasos provocados por la burocracia administrativa, reduciendo costes pero sin afectar el nivel de protecci¨®n del consumidor, del medio ambiente, de la seguridad... Ese es el objetivo de la negociaci¨®n¡±

Garc¨ªa-Bercero est¨¢ confiado en que las diferencias de intereses en el seno de la Uni¨®n no supondr¨¢n un obst¨¢culo que ralentice el ritmo de las negociaciones. ¡°Hay muy pocos casos en los que se pueda decir que existen posturas contradictorias, aunque, evidentemente, existen temas que son m¨¢s importantes para unos Estamos Miembros que para otros y sus Gobiernos tratan de asegurarse de que en nuestra posici¨®n est¨¢n tenidos en cuenta¡±, explica.

El punto de mayor divisi¨®n fue el del sector audiovisual que, finalmente, Francia consigui¨® excluir de la ronda de negociaciones, una exclusi¨®n que Garc¨ªa-Bercero no cree que sea un impedimento para el proceso. ¡°Hemos explicado a EE UU que, de acuerdo con nuestro mandato, la UE no incluir¨ªa los servicios audiovisuales en un acuerdo general sobre servicios y ellos han tomado nota, lo que no significa que podamos volver sobre el asunto en el futuro¡±, indica.

En un momento en que el Pac¨ªfico parece llamado a convertirse en el escenario comercial del siglo XXI, Garc¨ªa-Bercero no muestra preocupaci¨®n porque la UE profundice en reforzar su relaci¨®n transatl¨¢ntica. ¡° Europa mira en ambas direcciones. No se puede decir que no estemos presentes en Asia y, de hecho, estamos negociando con los mismos pa¨ªses con los que EE UU lo est¨¢ haciendo en el Acuerdo Transpac¨ªfico. Nuestros recursos no est¨¢n s¨®lo volcados en el Atl¨¢ntico, est¨¢n repartidos en los dos continentes¡±, asegura.