Resucitar el cortafuegos de la Gran Depresi¨®n
Las propuestas para recuperar la ley Glass-Steagall chocan con la banca
Los grandes bancos animaron el arranque de la temporada de resultados en Wall Street. Goldman Sachs dobl¨® el beneficio en el ¨²ltimo a?o, como Morgan Stanley, mientras que JP Morgan elev¨® los suyos un 31%; Citigroup, un 42%, y Bank of America, un 63%. Todos gracias al negocio de la banca de inversi¨®n y a operaciones con acciones y deuda. Pese a superar las expectativas, hay mar de fondo en la banca estadounidense. Esos n¨²meros corresponden al pasado. Los inversores prefieren mirar al futuro y los toman con cautela, en previsi¨®n del impacto que puede tener la nueva regulaci¨®n financiera.
Hace dos semanas, la Reserva Federal aprobaba los nuevos requerimientos de capital. Y a los pocos d¨ªas, en la v¨ªspera de la publicaci¨®n de los resultados, emerg¨ªa la primera propuesta legislativa seria para resucitar la ley Glass-Steagall, un texto que estuvo en vigor entre 1933 y 1999 que separaba las actividades de banca comercial de las de inversi¨®n. Esa vuelta legislativa est¨¢ patrocinada por la senadora dem¨®crata Elizabeth Warren, y el republicano John McCain.
¡°La banca tradicional debe ser aburrida¡±, dijo Warren en la presentaci¨®n, ¡°el que quiera arriesgar, que lo haga en Wall Street¡±. La senadora record¨® que uno de los objetivos de la ¨²ltima reforma financiera era evitar que los grandes bancos crecieran m¨¢s, porque esa concentraci¨®n creaba riesgos. Hoy en d¨ªa, indic¨®, las cuatro mayores firmas son un 30% m¨¢s grandes.
La propuesta bipartidista pone en evidencia el encendido debate en EE UU sobre si los reguladores est¨¢n haciendo lo suficiente para vigilar a los bancos que se consideran demasiado grandes para quebrar. Es como si vinieran a decir que la ley Dodd-Frank, que entr¨® en vigor hace tres a?os, y Basilea III no fueran suficientes para lograr que los bancos sean m¨¢s honestos.
El objetivo es separar la actividad de la banca comercial y la de inversi¨®n
La Glass-Steagall original se estableci¨® durante la Gran Depresi¨®n. Se hizo para evitar que los bancos usaran el dinero de los dep¨®sitos para hacer operaciones de riesgo. En 1980 empezaron a introducirse modificaciones en la legislaci¨®n que la convirtieron en un coladero. La norma fue suspendida en 1999, con el dem¨®crata Bill Clinton en la Casa Blanca.
La intenci¨®n es recuperar algunos elementos de aquella legislaci¨®n. Al levantar esta especie de muro, explican los senadores, se quiere evitar que las firmas de Wall Street que asumen riesgos excesivos puedan acudir a la Reserva Federal cuando tienen problemas. Eso crear¨¢ un sistema financiero m¨¢s seguro, afirman, y proteger¨¢, de paso, al contribuyente y a la econom¨ªa.
Como se?ala Warren, la Glass-Steagall del siglo XXI espera ayudar as¨ª a reducir el tama?o de los megabancos. El problema, como se?alan desde el sector financiero, ¡°es que la historia nunca se repite¡± igual. Es como decir que la pr¨®xima crisis ser¨¢ diferente a la de 2008 y que la nueva regulaci¨®n debe, por tanto, concentrarse en los problemas actuales.
Las voces para volver a la era de la Glass-Steagall emergieron hace cinco a?os, tras estallar la crisis. La ley Dodd-Frank se qued¨® corta en ese aspecto, y el debate volvi¨® a cobrar fuerza hace un a?o, coincidiendo con las p¨¦rdidas multimillonarias de JP Morgan en un paquete de deuda europea, y con Sandy Weill, el creador de Citigroup, diciendo que era la hora de partir los bancos.
Ahora, la iniciativa empieza a tomar forma, pero lo hace tocada, lo que presagia un camino dif¨ªcil para salir adelante en el Congreso, donde adem¨¢s se vive una profunda divisi¨®n interna. Otros intentos por resucitar la Glass-Steagall se quedaron en eso, en intentos, porque no lograron aglutinar el apoyo suficiente para hacer frente al lobby de Wall Street.
Daniel Tarullo, gobernador de la Reserva Federal, acaba de echar un jarro de agua fr¨ªa a la acalorada discusi¨®n entre Wall Street y Washington, al mostrar sus dudas sobre la vuelta a la antigua ley. El problema, insiste el hombre encargado en la Fed de llevar a delante las cuestiones reglamentarias, es otro.
La norma estuvo en vigor entre 1933 y 1999, cuando la derog¨® Bill Clinton
Tarullo asevera que la ley no habr¨ªa evitado la ¨²ltima crisis. El mismo argumento de Jamie Dimon desde JP Morgan, la voz m¨¢s cr¨ªtica contra el exceso de regulaci¨®n. La cuesti¨®n est¨¢ en el grado de separaci¨®n que se quiere lograr, se?ala el funcionario, al tiempo que recuerda que Bear Stearns y Lehman Brothers no eran bancos comerciales cuando quebraron. Otros analistas temen que el negocio se vaya hacia firmas m¨¢s peque?as menos diversificadas. Timothy Sloan, director financiero de Wells Fargo, apela a esa diversificaci¨®n para decir que su banco es seguro y que no necesita ser dividido.
Warren, la m¨¢xima impulsora de la nueva agencia de protecci¨®n al consumidor en cuestiones financieras, admite que su propuesta ¡°no resuelve todos los problemas¡± que plantea el ¡°demasiado grande para quebrar¡±. Pero, como McCain, cree que es un buen primer paso para evitar que las estrategias de riesgo que asumen los grandes bancos no afecten a los dep¨®sitos de sus clientes y ni al conjunto de la econom¨ªa. El debate a¨²n est¨¢ lejos de concluir.
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