La tribu keniana de los Turkana, contra la petrolera brit¨¢nica Tullow
![Un grupo de mujeres turkanas se alimentan de frutas silvestres en Kalokutanyang, Turkana, noroeste de Kenia. EFE/Archivo](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/7VMHRA3UPXD4P3UHWZ5ZPNOEMM.jpg?auth=d320cd5e03661041ae596825986ca0eb8f6def5791c77baa7bed210a7dfb465d&width=414)
Acostumbrados a un entorno hostil, en el des¨¦rtico norte de Kenia, y a rencillas con las tribus vecinas por el pasto, el agua y el ganado, la comunidad de los Turkana se enfrenta ahora a una amenaza subterr¨¢nea: el petr¨®leo.
"Necesitamos el petr¨®leo, pero deber¨ªan respetar nuestro modo de vida. Deber¨ªan tener en cuenta que nuestros animales necesitan hierba", lamenta Paul Ekai, uno de los sabios de la tribu Turkana, dedicada en gran parte al pastoreo.
La comunidad local alerta de que las perforaciones del reciente descubrimiento de la materia prima han afectado a los pastos y podr¨ªan diezmar el ganado, y un inicio de la actividad de producci¨®n deteriorar¨ªa a¨²n m¨¢s estas condiciones.
El pasado mes de julio, la empresa brit¨¢nica Tullow Oil corrobor¨® que hab¨ªa descubierto dep¨®sitos equivalentes a unos 250 millones de barriles de petr¨®leo, con capacidad para producir 5.000 barriles al d¨ªa, y espera empezar a extraerlos para 2015.
Antes de eso, los Turkana quieren que este recurso no solo no afecte al ecosistema, sino que revierta en el desarrollo del distrito, el m¨¢s pobre del pa¨ªs, seg¨²n la Hacienda keniana.
"El Gobierno necesita aportar capital al pueblo Turkana para invertir en negocios y educar a sus hijos, para que se beneficien del hallazgo de petr¨®leo y puedan competir con el resto de los kenianos", reclama Eliud Emeri, presidente de la Plataforma de la Sociedad Civil de Turkana.
Turkana, adem¨¢s, es una de las zonas m¨¢s despobladas, con lo que muy pocos votos proceden de esa regi¨®n, y cuenta con muy poca representaci¨®n en el Parlamento de Kenia.
De ah¨ª que la corrupta elite pol¨ªtica keniana no preste mucha atenci¨®n al inh¨®spito distrito, m¨¢s all¨¢ del beneficio que podr¨ªa reportar el petr¨®leo.
En plena hambruna en la regi¨®n, a mediados de 2011, el conocido vi?etista Gado caricaturiz¨® la situaci¨®n del hallazgo de petr¨®leo en la zona dibujando a unos habitantes Turkana m¨¢s interesados en tener agua para no morir de sed que en el siempre controvertido oro negro.
Para el diputado por el distrito de Turkana Sur, James Lomenen, Tullow deber¨ªa ralentizar sus actividades mientras no se resuelvan las disputas sobre los pastos, los beneficios y la tierra, de propiedad comunitaria.
Sin embargo, Tullow afirma avanzar con el mayor tacto posible, y precisa que consulta a la comunidad local antes de dar m¨¢s pasos para la explotaci¨®n del recurso natural.
La responsable de Asuntos Corporativos de la petrolera brit¨¢nica en Kenia, Ann Kibuge, dice que la empresa respeta todos los procedimientos.
Adem¨¢s, como parte de sus proyectos de responsabilidad social corporativa, Tullow pretende construir escuelas y canalizar agua en la zona.
Otras reivindicaciones de los ind¨ªgenas -dice la petrolera- van m¨¢s all¨¢ de sus competencias, como, por ejemplo, en materia de seguridad.
El Ejecutivo de Nairobi parece haber decidido tapar ese agujero: en los ¨²ltimos meses, ha reforzado su presencia militar en la porosa frontera con Etiop¨ªa, de donde proceden tribus con las que, hist¨®ricamente, los Turkana han luchado por recursos y ganado.
Por el momento, no obstante, no parece que el enfrentamiento pase de un cruce de acusaciones y peticiones.
"No queremos otro Delta del N¨ªger en Kenia", comenta el activista keniano Boniface Mwangi, en alusi¨®n a la compleja situaci¨®n de seguridad en la desembocadura de ese r¨ªo en el sureste de Nigeria, zona rica en petr¨®leo.
All¨ª, desde los a?os 70, las comunidades de las regiones petroleras del Delta del N¨ªger, en especial el pueblo Ogoni, han reclamado que los beneficios de la explotaci¨®n del crudo lleguen a la poblaci¨®n, as¨ª como una mayor responsabilidad medioambiental por parte de las compa?¨ªas explotadoras y del Gobierno.
Nigeria siempre ha reprimido estas protestas, y el conflicto alcanz¨® fama mundial a mediados de los a?os 90, cuando el Ejecutivo de Abuya arrest¨®, conden¨® y ejecut¨® al l¨ªder de las pac¨ªficas manifestaciones civiles, Ken Saro-Wiwa.
Una d¨¦cada despu¨¦s nacer¨ªa el Movimiento para la Emancipaci¨®n del Delta del N¨ªger (MEND), que ha llevado a cabo una violenta campa?a de sabotaje con los mismos fines, una situaci¨®n a la que ninguna de las partes quiere llegar en Kenia.
Mientras tanto, el ganado de los Turkana sigue rumiando el pasto, ajeno al ajetreo petrolero.
Por Javier Triana
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