Clavo al ata¨²d del evasor

Qued¨® oculta por las gen¨¦ricas y ambiguas recetas de pol¨ªtica econ¨®mica incluidas en el documento de conclusiones. Qued¨® sepultada por los titulares de las peleas sobre Siria. Pero la lucha contra los para¨ªsos fiscales y contra los b¨²nkeres de los que se sirven las multinacionales para eludir impuestos ha registrado un notable triple avance en la cumbre del G20 celebrada en San Petersburgo.

Primer logro: ha quedado consagrado el principio por el que las Haciendas de los distintos pa¨ªses se prestar¨¢n un ¡°intercambio autom¨¢tico¡± de informaci¨®n. Hasta 2011 la norma, fuera de la UE, era proporcionar la informaci¨®n al otro s¨®lo a petici¨®n expresa, como consecuencia de un procedimiento administrativo o de una acci¨®n judicial contra el presunto evasor, una casi infranqueable barrera protectora de los pa¨ªses con secreto bancario. Desde entonces, la reforma del Convenio UE/OCDE sobre asistencia mutua en materia impositiva, preconiz¨® el intercambio de ¡°toda informaci¨®n previsiblemente relevante¡±. Ahora, 56 pa¨ªses, incluidos todos los del G20, han firmado ya ese nuevo protocolo.

?Qu¨¦ significa esto en la pr¨¢ctica? Como indica el informe explicativo de la norma, la informaci¨®n mutua se prestar¨¢ de forma ¡°rutinaria¡±, con lo que ¡°el cumplimiento \[fiscal\] generalmente mejora y es posible detectar fraudes que de otro modo no habr¨ªan sido evidentes¡±.

En San Petersburgo, los Veinte solemnizaron convertir este principio en ¡°el nuevo est¨¢ndar global¡±. Lo mejor es que se comprometieron a un calendario: el pr¨®ximo febrero la OCDE deber¨¢ presentar sus detalles t¨¦cnicos, y a final de 2015 los miembros del grupo que no hayan empezado a hacerlo, ya se pasar¨¢n datos por la v¨ªa r¨¢pida. No es poco, pues representan el 80% de la econom¨ªa mundial. Al resto, ex para¨ªsos fiscales y pa¨ªses emergentes, s¨®lo se les formula una recomendaci¨®n de seguirles, en tono de requerimiento, pero el grupo no tiene potestad para obligarles.

La segunda conquista es la ratificaci¨®n por los jefes de gobierno del acuerdo alcanzado el 20 de julio por sus ministros econ¨®micos para lanzar una ofensiva contra la ingenier¨ªa fiscal de las multinacionales que ¡ªcada vez m¨¢s¡ª trasladan sus beneficios a las jurisdicciones nacionales que los gravan menos, casi nada o nada.

El principio consiste en que los beneficios ¡°sean sujetados al fisco donde se realizan las actividades generadoras de beneficios y donde se crea valor¡±. Para lograrlo, los Veinte han asumido las quince medidas del muy concreto Plan de acci¨®n elaborado por la OCDE. Esas medidas, que deber¨¢n adoptarse de aqu¨ª a final de 2015, incluyen, entre otras, la fiscalizaci¨®n de las empresas digitales; la limitaci¨®n de las deducciones a la hora de establecer los precios de transferencia entre filiales; y la detecci¨®n del uso fraudulento del movimiento de valores intangibles entre pa¨ªses para evitar al fisco.

Se trata de un paso importante, pero sus perfiles t¨¦cnicos son arduos. Adem¨¢s, ya se sabe que el delincuente ¡ªy su abogado y su ingeniero fiscal¡ª suele ser m¨¢s imaginativo y r¨¢pido que sus perseguidores. Iremos viendo.

El tercer logro es el cerrado apoyo a la OCDE (que se va convirtiendo, junto al FMI, en brazo ejecutor del grupo, que ha recuperado en Rusia al menos esta iniciativa parcial) en su proyecto de crear una red de ¡°Inspectores de Hacienda sin Fronteras¡±, elaborado el pasado 5 de junio (ver el informe en www.oecd.org). Se trata de ¡°transferir conocimientos de auditor¨ªa¡± a las administraciones de Hacienda de los pa¨ªses en v¨ªas de desarrollo, desplegando inspectores visitantes para trabajar conjuntamente con los locales. Solo su nombre ayuda a detectar algunas de las, a¨²n t¨ªmidas, nuevas brisas que acarician a los organismos internacionales.

?Qu¨¦ resultados tangibles se alcanzar¨¢n? La exigente Tax Justice Network pronostic¨® que marcar¨ªan ¡°un momento hist¨®rico, porque asuntos que se hab¨ªan excluido de la agenda durante un siglo han entrado al fin en ella¡±. ¡°El G20 ha puesto su primer clavo en el ata¨²d de la evasi¨®n fiscal de las empresas, pero no ha dado garant¨ªas de c¨®mo y cu¨¢ndo se detendr¨¢ la estafa a los pa¨ªses m¨¢s pobres¡±, eval¨²a Carlos Zarco, de Oxfam.