Congelaci¨®n, incapacidad y deterioro
Llueve sobre mojado. La congelaci¨®n salarial que anunci¨® ayer el Gobierno central para los empleados p¨²blicos tiene causas n¨ªtidas y consecuencias de incidencia creciente, a medida que se prorrogan congelaciones y se consolidan hachazos en pagas extra y complementos. No es posible dar un porcentaje ¨²nico de p¨¦rdida acumulada de poder adquisitivo, porque depende de la comunidad aut¨®noma de referencia y la categor¨ªa. Pero en muchos casos se supera el 20%; sobre todo en el caso de los trabajadores m¨¢s cualificados. A los empleados de los niveles m¨¢s bajos les aproxima a los m¨ªnimos de subsistencia; y a los mejores entre los de nivel m¨¢s alto (m¨¦dicos, profesores, investigadores, jueces, cargos directivos) les lleva a preguntarse si dada su cualificaci¨®n y reputaci¨®n no ser¨ªa mejor buscarse la vida en el sector privado o en el extranjero. La vocaci¨®n de servicio p¨²blico tiene un l¨ªmite.
La causa primera del recorte es la crisis econ¨®mica y la consecuente reducci¨®n de los recursos p¨²blicos. Pero la incapacidad del Gobierno actual y el anterior no pueden orillarse. Por dos motivos. Primero, por el da?o que le han hecho a la capacidad recaudatoria del sistema fiscal, mediante rebajas indiscriminadas y escasamente meditadas, pero tambi¨¦n por la desatenci¨®n a la lacra del fraude fiscal. Nuestros problemas con el d¨¦ficit que ahora se esgrimen para justificar los recortes tienen que ver sobre todo con eso, y no con un gasto p¨²blico desmesurado en perspectiva comparada.
Segundo, porque es comprensible que un Gobierno opte un a?o o dos por la congelaci¨®n; incluso por una eliminaci¨®n por la v¨ªa del decreto urgente de una paga extra. Las din¨¢micas presupuestarias son complejas y sujetas a una fuerte inercia, por lo que este tipo de medidas pueden ser la ¨²nica soluci¨®n efectiva para cuadrar en el corto plazo. Pero han transcurrido ya cinco a?os y el Gobierno central no ha sido capaz de encontrar alternativas. Lo mismo que le ha pasado a los Gobiernos aut¨®nomos de Catalu?a, Murcia, Castilla-La Mancha o Galicia, entre otros, que han recortado por encima de la media. Preocupante.
Las consecuencias son de naturaleza variada. Se?alar¨¦ dos. En el terreno macroecon¨®mico, penaliza el consumo privado y, por tanto, la demanda agregada y el producto interior bruto (PIB). No solo por la reducci¨®n de renta, sino tambi¨¦n por la erosi¨®n de la confianza que generan las ca¨ªdas de capacidad adquisitiva reiteradas, a veces por sorpresa y siempre sin compromiso cre¨ªble de reversi¨®n. En el terreno de los servicios p¨²blicos, los recortes de salario, el empeoramiento de las condiciones laborales, los ajustes indiscriminados en material y personal minan la moral de los trabajadores y ponen en riesgo la calidad de los servicios. Sin duda, el sector privado se hace m¨¢s competitivo cuando lo p¨²blico se deteriora.
Santiago Lago Pe?a es catedr¨¢tico de econom¨ªa aplicada de la Universidad de Vigo
@SantiagoLagop
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