Blackberry est¨¢ rota
Un grupo de inversores lanza una oferta a la baja para hacerse con la compa?¨ªa
Le llaman el Warren Buffett canadiense. Pero es m¨¢s bien porque gestiona un fondo muy parecido a Berkshire Hathaway, el brazo inversor del or¨¢culo de Omaha. Prem Watsa es el fundador de Fairfax Financial, la firma que lidera el consorcio de inversores que quiere comprar Blackberry. Ofrece 4.700 millones de d¨®lares (cerca de 3.480 millones de euros), una ridiculez comparado con los 81.620 millones que val¨ªa el fabricante de tel¨¦fonos al irrumpir Apple en el mercado de la computaci¨®n m¨®vil.
Entonces, la acci¨®n se pagaba a 144,5 d¨®lares, tras el split realizado en 2008. Watsa, que controla cerca de un 10% de la sociedad, ofrece un pago en efectivo de nueve d¨®lares. Pero la situaci¨®n de Blackberry es tan delicada, que el comentario que sigui¨® al anuncio fue el de ¡°coge el dinero y corre¡±. En Wall Street no solo ven dif¨ªcil una oferta rival, es que no descartan incluso que el valor de la sociedad quede en nada si contin¨²a atrapada en esta espiral.
Como suele decirse en Silicon Valley, en el mundo tecnol¨®gico las cosas suceden a la velocidad del rel¨¢mpago, y es muy sensible a las percepciones. Prueba de ello, la entonces Research In Motion dominaba hace solo cuatro a?os el mercado de los smartphones en EE UU con el 50% de las ventas. Ahora se come el 2,1% de una tarta que se meriendan Apple, Samsung y peque?os fabricantes de m¨®viles chinos. En el futuro no tiene hueco, lo que hace que otras tecnol¨®gicas tomen distancia antes de interesarse por ella.
Los tel¨¦fonos Blackberry, pionera en el negocio, se quedaron estancados hace dos a?os. En ese momento, ante la falta evidente de innovaci¨®n, sus leales usuarios empezaron a emigrar hacia otros dispositivos y servicios, como el WhatsApp. El equipo directivo de Thorsten Heins present¨® a comienzos de a?o nuevos modelos y un sistema operativo que esperaba estuviera a la altura para competir con iOS, Android y Windows. ¡°Pero lleg¨® demasiado tarde¡±, como valora JP Morgan en una nota a sus clientes.
Apple vende m¨¢s m¨®viles en tres d¨ªas que Blackberry en un trimestre
Los dispositivos Blackberry eran conocidos en todo el mundo por tener un m¨¦todo de comunicaci¨®n y mensajer¨ªa muy seguro, al gestionar sus propios servidores. Eso lo convirti¨® en un tel¨¦fono muy com¨²n entre las empresas e instituciones p¨²blicas. Ese sigue siendo ahora su principal activo. Pero en el segmento de consumo de masas, pas¨® justo lo opuesto. En el segundo trimestre del a?o vendi¨® 3,7 millones de tel¨¦fonos. Comparando, es dos veces y media menos que Apple en tres d¨ªas con su nuevo iPhone en el mercado.
La oferta de Fairfax es realmente baja, seg¨²n Evercore. Se fijan en dos detalles. Por un lado, en los 2.600 millones que ten¨ªa en efectivo al final del pasado trimestre. Por otro, en una cartera de 5.000 patentes que est¨¢n valoradas en unos 2.000 millones. A esto hay que sumar los 70 millones de usuarios que ya tiene de base y los 11.075 millones que ingres¨® el ejercicio 2013, que cerr¨® en marzo. Pero su negocio se deteriora muy r¨¢pido.
Si el ejercicio 2011 lo cerr¨® ganando 3.410 millones, al siguiente redujo el beneficio a 1.160 millones para, en el pasado, perder 646 millones. En el trimestre que acaba de cerrar, los n¨²meros rojos fueron de 965 millones por cargas de 960 millones que atribuye a la acumulaci¨®n de inventario del Z10, el tel¨¦fono que present¨® en enero. Atasco fruto de que las Blackberry no se venden como antes. En el mismo periodo en el que se desplom¨®, Apple pas¨® del 22% al 39% del mercado en EE UU, y Android, del 1,8% al 55,6%.
En su mejor momento, hace cinco a?os, Blackberry contaba con 17.500 empleados. Tras varios ajustes en los ¨²ltimos dos a?os, el m¨¢s reciente anunciado hace solo una semana con 4.500 despidos, la sociedad canadiense cuenta ahora con una plantilla de 7.000 empleados. Ahora, los inversores tratan de ver d¨®nde est¨¢ el valor de una compa?¨ªa sobre la que los analistas coinciden en decir que est¨¢ rota y cuyo potencial para poder emerger de la situaci¨®n es preocupante.
El ajuste de plantilla ha sido dr¨¢stico: de 17.000 personas a 4.500 en cinco a?os
En principio, Fairfax cuenta con el capital para financiar la reestructuraci¨®n de la compa?¨ªa. ¡°Lo que deber¨ªan hacer es centrarse en los servicios para empresas. Ah¨ª es donde se debe dirigir el efectivo y la innovaci¨®n¡±, se?alan los analistas de Jefferies. Y, por su puesto, creen que esto debe ir acompa?ado de un nuevo cambio en el equipo de gesti¨®n, porque el plan de Heins est¨¢ siendo un rotundo fracaso. Lo m¨¢s preocupante es la manera en la que est¨¢ empezando a quemar efectivo. Y sin crecimiento, este tipo de operaciones son complicadas de financiar.
Lo que nadie sabe es lo que Watsa tiene en la cabeza. El inversor renunci¨® en agosto a su puesto en el directorio de Blackberry para evitar conflictos de inter¨¦s en decisiones futuras. De momento, parece que su intenci¨®n es mantener toda la compa?¨ªa junta para salvarla, no despiezarla. Al sacarla del Nasdaq contar¨¢ con m¨¢s margen de tiempo y menos presi¨®n para su reorganizaci¨®n. Es lo que se est¨¢ haciendo con Dell, que acaba de ponerse en manos de su fundador y del fondo Silver Lake.
Watsa reforz¨® su posici¨®n en Blackberry a comienzos de 2012, tras la dimisi¨®n de sus cofundadores Jim Balsillie y Mike Lazaridis. Entonces, la acci¨®n rondaba los 18 d¨®lares. Por eso, la maniobra se ve tambi¨¦n como una operaci¨®n financiera, para explotar el valor de sus activos. Tambi¨¦n estrat¨¦gica. Al ser un inversor canadiense, se evita un examen m¨¢s severo por cuestiones de seguridad nacional, argumento por el que se bloque¨® la fusi¨®n de BHP Billiton y Potash.
El futuro de Blackberry se decidir¨¢ en las pr¨®ximas seis semanas, plazo que se han dado las partes para cerrar un acuerdo. En los ¨²ltimos d¨ªas tambi¨¦n se especul¨® con la posibilidad de que Lazardis, que controla un 5,7%, volviera con una propuesta alternativa. Hay otras firmas de inversi¨®n canadienses interesadas, aunque por activos concretos. Como se?alan desde Oppenheimer, si hace un a?o no los compraron, ?por qu¨¦ lo har¨ªan ahora?
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