?xodo bancario
La banca ha cerrado 10.000 oficinas desde 2008 y 230.000 personas se han quedado sin sucursal en sus pueblos. Los ancianos y comercios, los m¨¢s afectados
Desde sus flamantes despachos de Bruselas o Fr¨¢ncfort, los ejecutivos de la troika (el FMI, la Comisi¨®n Europea y el BCE), exigieron hace m¨¢s de un a?o el cierre de las oficinas menos productivas de las antiguas cajas de ahorros con ayudas p¨²blicas. El objetivo era recuperar la rentabilidad perdida de esas entidades y que la competencia se quedara con el negocio que perd¨ªan. Lejos del papel, la realidad ha sido que parte de ese recorte en las redes comerciales lo han pagado los pueblos m¨¢s peque?os y los barrios marginales de las ciudades, que se est¨¢n quedando fuera del circuito bancario.
Economistas y sindicatos, como UGT, han alertado de esta situaci¨®n porque creen que este movimiento produce exclusi¨®n financiera, la antesala de la exclusi¨®n social. Y no solo est¨¢ sucediendo en Espa?a. En Europa, la resaca de la burbuja y de la crisis financiera, tambi¨¦n provoca secuelas. Seg¨²n un reciente estudio de MasterCard, ¡°millones de europeos est¨¢n siendo excluidos del sistema bancario. En contra de lo que se piensa, la mayor¨ªa son personas originarias del pa¨ªs¡±. El retrato robot del ciudadano que ha quedado fuera es una persona de m¨¢s de 40 a?os, mujer, en paro prolongado o con serias dificultades econ¨®micas, as¨ª como ancianos, seg¨²n MasterCard.
Los datos en Espa?a son reveladores. Entre 2011 y 2012, se calcula que 60.000 personas que viven en peque?as localidades han visto como se cerraba la ¨²nica oficina bancaria que hab¨ªa. Hasta el a?o pasado, seg¨²n un estudio de UGT basado en el Anuario Econ¨®mico de Espa?a de La Caixa, 226.340 personas viven en los 133 pueblos (de m¨¢s de 1.000 habitantes) que no tienen oficina bancaria. ¡°Si se sumaran las personas que viven en localidades de menos de 1.000 habitantes, de las que no hay datos, la cifra ser¨ªa mayor¡±, apunta Jos¨¦ Miguel Villa, secretario general de banca de UGT. ¡°El 4,1% de los municipios de m¨¢s de 1.000 habitantes no tienen sucursal¡±, concluye.
Y cada d¨ªa la lista ser¨¢ m¨¢s larga. Solo en el primer semestre de 2013 la banca ha cerrado 2.000 oficinas. Desde que comenz¨® la crisis en 2008, el sector financiero ha cerrado 9.760 oficinas, con lo que Espa?a ha perdido su liderazgo en el ranking mundial de pa¨ªses con m¨¢s sucursales por habitante. Era evidente que con la recesi¨®n y la ca¨ªda del cr¨¦dito que ha vivido Espa?a, sobraban (y sobran) oficinas. El problema es en d¨®nde se est¨¢n cerrando. Algunos alcaldes consultados recuerdan, con cierta sorna, que el negocio rural de la banca no ha sido precisamente el causante de la quiebra de la mitad del sistema financiero. ¡°En el pueblo, los cr¨¦ditos se pagaban, pero han cerrado nuestra oficina y no las de Madrid¡±, apunta un regidor, que lamenta que esto se sume a la reducci¨®n del servicio m¨¦dico, las escuelas, la reducci¨®n de trenes, etc.
Este fen¨®meno es nuevo en Espa?a, un pa¨ªs que ha pasado en tan solo cinco a?os, de ser de los m¨¢s ricos a tener tres millones de personas que viven con menos de 307 euros al mes, seg¨²n C¨¢ritas. En otros pa¨ªses, como el Reino Unido, ya lo conocen bien. En la d¨¦cada de los noventa, la conversi¨®n de las cajas en bancos y su posterior venta al Lloyds (banco que, por cierto, ha quebrado con la crisis), aceler¨® la exclusi¨®n financiera. Seg¨²n un informe del Parlamento brit¨¢nico, titulado Financial Inclusion (Exclusion) de mayo de 2011, ¡°dos millones de adultos con bajos ingresos no utilizan los servicios financieros¡±. Entre las soluciones propuestas por el estudio brit¨¢nico se apunta el abaratamiento de los servicios bancarios para las personas con menos ingresos y que el Gobierno pague el coste de las transferencias para hacer las m¨¢s asequibles, as¨ª como la utilizaci¨®n de las oficinas de Correos.
Los mayores problemas llegan por el manejo de dinero en efectivo
En Espa?a, Correos ya tiene un acuerdo con Deutsche Bank, que ofrece sus servicios bancarios en las oficinas postales, lo que facilita la bancarizaci¨®n. Algunos presidentes de cajas de ahorros, comentaban hace a?os, antes de la crisis, que parte de su obra social era mantener la red rural de oficinas (como hace a?os tuvo Banesto hasta su integraci¨®n con el Santander) porque evitaba la despoblaci¨®n del campo, ya que la sucursal es un apoyo para las microempresas o los comercios. Con la conversi¨®n de las cajas en bancos, este planteamiento parece irrecuperable. Pese a todo, los expertos apuntan que, comparado con otros pa¨ªses, Espa?a no sufre una gran desbancarizaci¨®n pero s¨ª un claro retroceso, que Villa, de UGT, cifra en 13 a?os.
Las regiones m¨¢s castigadas son las que ten¨ªan cajas que han sido nacionalizadas: Catalu?a, Galicia, Comunidad Valencia, Murcia y Madrid. Manuel Illueca, profesor de Econom¨ªa Financiera de la Universitat Jaume I, de Castell¨®n, cree que los Gobiernos regionales deber¨ªan evitar este fen¨®meno crezca. ¡°Espa?a es un pa¨ªs en el que se utilizan los bancos para todo. Si te quedas sin sucursal, no sabes c¨®mo pagar el agua, el gas, y, sobre todo, qu¨¦ hacer con el efectivo. Si la gente mete el dinero en el colch¨®n se les expulsa del sistema y se genera econom¨ªa sumergida¡±, apunta este profesor que ha estudiado esta materia.
Bankia es una de las entidades a las que la troika oblig¨® a cerrar 1.138 oficinas, un tercio de su red. ¡°Nos dijeron la localidad y calle de donde estaban cada oficina que deb¨ªamos clausurar. Fue un acuerdo del Gobierno que ten¨ªamos que cumplir. Desde 2013 hemos dejado 50 pueblos sin ninguna oficina, pero les atendemos con el ofibus, la sucursal m¨®vil que acude a los pueblos alg¨²n d¨ªa a la semana. Tambi¨¦n tenemos oficinas con una persona desplazada que abre uno o dos d¨ªas a la semana¡±. Uno de los cierres m¨¢s pol¨¦micos de Bankia fue el de la isla canaria de La Graciosa. A los habitantes no les quedaba m¨¢s remedio que coger un barco a Lanzarote para ir al banco. ¡°Ese anuncio de cierre fue un error y hemos rectificado¡±, admiten en Bankia.
Esta es la teor¨ªa, pero Joan Lostado (PSOE), alcalde de la localidad valenciana de Algar del Palancia, tiene una experiencia peor. ¡°El 22 de marzo de 2012 la oficina que era de Bancaja, luego de Bankia, cerr¨® y no dej¨® ni el cajero autom¨¢tico. Sin previo aviso. Ten¨ªamos que llevar a los ancianos a por la pensi¨®n a Estivella, a 10 kil¨®metros. Los comercios no sab¨ªan qu¨¦ hacer con el dinero. Fue un desastre. Hablamos con Bankia y le pedimos el ofibus, incluso a trav¨¦s de la Diputaci¨®n, pero todav¨ªa no sabemos nada¡±. La soluci¨®n lleg¨® por una joven del pueblo que se hizo corresponsal bancaria de Banesto, ahora Santander: abre dos tardes a la semana. ¡°Los vecinos, que adem¨¢s tienen preferentes, comentan la situaci¨®n: se ha ido Bankia y ha llegado el Santander. Por supuesto, las cuentas del Ayuntamiento se han ido al Santander¡±, apostilla.
En Madrid, en la Sierra Pobre, la situaci¨®n es parecida. Miguel M¨¦ndez, (PP), alcalde de Navalafuente, ha vivido c¨®mo La Caixa abri¨® su oficina en 2008 para financiar una promoci¨®n de viviendas. Tres a?os despu¨¦s, acabado el negocio, la clausur¨®. ¡°El cierre lleg¨® con los de las localidades vecinas de Bankia en Lozoyuela y Canencia, que eran las ¨²nicas que hab¨ªa. Ahora no podemos admitir efectivo en el Ayuntamiento y para los mayores la banca por Internet es dif¨ªcil de manejar. El hotel, los supermercados y los bares tienen que llevar todo el dinero a diario hasta Guadalix, a cuatro kil¨®metros¡±, apunta M¨¦ndez. Este pueblo, con 1.200 habitantes, que llegan a 4.000 en verano, ha pedido a Bankia que abra un cajero autom¨¢tico. No hay respuesta.
En Titulcia, cerca de Toledo, Fuencisla Molinero (PP), tambi¨¦n ha visto c¨®mo Bankia cerraba su oficina y la sustitu¨ªa por un autob¨²s: ¡°Una chica del pueblo que ten¨ªa una gestor¨ªa se ha hecho colaboradora del Santander y abre una peque?a oficina. Se est¨¢ llevando todo el negocio. El del Ayuntamiento pronto le llegar¨¢¡±. Es la peque?a venganza ante el ¨¦xodo bancario que provocar¨¢ m¨¢s ¨¦xodo rural.
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