El BCE endurece el examen a la banca pero se da un gran margen de maniobra
Draghi evita concretar los criterios de las pruebas ante la ausencia de un cortafuegos cre¨ªble Exige un capital de m¨¢xima calidad del 8%
"No sabemos c¨®mo est¨¢n los bancos¡±. Las palabras del jefe del Eurogrupo, Jeroen Dijsselbloem, resumen el estado de excepci¨®n permanente en el que vive la banca europea, que un lustro despu¨¦s de detonar la peor crisis en varias generaciones es incapaz de despejar las dudas acerca de su salud pese a haber devorado miles y miles de millones de euros en ayudas p¨²blicas. El BCE tomar¨¢ las riendas de la supervisi¨®n bancaria en 2014, pero antes quiere saber qu¨¦ demonios hay en las tripas de las entidades: Fr¨¢ncfort ha presentado este mi¨¦rcoles la metodolog¨ªa de los ex¨¢menes a la banca, que ser¨¢n algo m¨¢s duros de lo esperado para arrojar luz de una vez por todas sobre los balances financieros. Pero ha evitado las concreciones: quiere dejarse margen de maniobra en la aplicaci¨®n de las normas, ante la ausencia de un cortafuegos europeo cre¨ªble.
¡°La transparencia es el primer objetivo¡±, ha dicho este mi¨¦rcoles el presidente del BCE, Mario Draghi. Y las pruebas abarcar¨¢n ¡°todas las fuentes de riesgo¡±, ha se?alado Ignazio Angeloni, el funcionario del BCE encargado de definir la metodolog¨ªa.
Eso s¨ª: los resultados definitivos no se conocer¨¢n hasta dentro de un a?o; los tiempos del ejercicio est¨¢n bastante abiertos y son una fuente de incertidumbre para un sector obligado a moverse deprisa para no salir mal en la foto. Adem¨¢s, pese a la dureza, el diablo sigue estando en los detalles. Y los detalles solo se ver¨¢n en la aplicaci¨®n de las normas, seg¨²n las fuentes consultadas. El BCE tiene incentivos para ser severo, pero tiene que conseguir un dif¨ªcil equilibrio: no pasarse de duro si no quiere nuevas turbulencias. El examen a la banca es tambi¨¦n un examen al BCE, m¨¢s a¨²n tras las dudas provocadas por las maniobras de Draghi para que la Comisi¨®n suavice la aplicaci¨®n de las reglas de ayudas de Estado si surgen, como parece, agujeros de capital y los bancos necesitan otra vez al contribuyente.
El BCE afirma que estas pruebas son m¨¢s cre¨ªbles porque el examinador asumir¨¢ despu¨¦s la supervisi¨®n de las entidades: puede obligarles a hacer lo que crea oportuno. Estas son las claves:
Examinados y ausencias. Pasar¨¢n las pruebas unas 130 entidades, que concentran el 85% de los activos; 16 de ellas son espa?olas (el 95% del sector). Hay ausencias notables: las cajas alemanas, en muy mal estado, no se examinan. El BCE estudiar¨¢ los balances a 31 de diciembre de este a?o, por lo que quedan algo m¨¢s de dos meses para que las entidades hagan sus deberes. El ejercicio debe estar listo antes de octubre de 2014.
8% de capital. El colch¨®n de capital es elevado: el Eurobanco exige un 8% de capital de m¨¢xima calidad (Common Equity Tier 1, para los amantes de la tan ininteligible como precisa jerga financiera anglosajona). Si encuentra agujeros, ordenar¨¢ su recapitalizaci¨®n inmediata. Pero el BCE ya ha recomendado a los supervisores nacionales acciones preventivas, y varios bancos han acudido a los mercados en las ¨²ltimas semanas. Lo normal ser¨ªa que ese proceso se intensificara si las condiciones siguen siendo favorables. El propio BCE se encargar¨¢ de eso: lleva semanas insinuando que habr¨¢ una barra libre de liquidez el a?o pr¨®ximo, una de esas subastas multimillonarias como las de finales de 2011 y principios de 2012.
Examen al examinador. Las pruebas son tambi¨¦n un examen para el prestigio del propio BCE. Sin un cortafuegos europeo m¨¢s all¨¢ del Mede, la dureza de los ex¨¢menes es una inc¨®gnita por su potencial desestabilizador. Si no tienen suficiente capital, las entidades deber¨¢n acudir primero al mercado para conseguirlo; si no es posible llegar¨¢ el ya tradicional rescate con fondos p¨²blicos, en primer lugar nacionales y en ¨²ltima instancia europeos (si los hay) o el recurso final al Mede. Se da por hecho que har¨¢n falta ayudas p¨²blicas. Y en ese caso se aplican las reglas de ayudas de Estado: p¨¦rdidas para accionistas y poseedores de deuda de peor calidad, salvo que Bruselas considere que peligra la estabilidad financiera.
La lupa. El BCE mirar¨¢ el capital, la liquidez y las fuentes de financiaci¨®n. Y toda clase de activos, incluidos los afectados por morosidad. Evaluar¨¢ la exposici¨®n a los bonos soberanos (a los que no somete a ning¨²n recorte a diferencia de lo ocurrido en las pruebas de estr¨¦s de 2011, que provocaron una sacudida en el mercado). Se comprobar¨¢ tanto el estado de los activos ponderados por riesgo como la ratio de endeudamiento, para evitar trampas (un cierre del grifo del cr¨¦dito durante meses). A pesar de la presi¨®n alemana, se examinar¨¢n los productos estructurados o derivados, de los que la banca germana se empach¨® en los a?os precrisis.
Tres en uno. El BCE har¨¢ dos ex¨¢menes: sobre la calidad de los activos y sobre el total de los balances, con la ayuda de Oliver Wyman. Posteriormente la Autoridad Bancaria Europea har¨¢ una prueba de resistencia.
?50.000 millones, 75.000 millones o medio bill¨®n?
Las primeras estimaciones sobre el capital que necesita la banca europea empezaron incluso antes de saberse los detalles de los ex¨¢menes del BCE. Morgan Stanley calculaba en septiembre que har¨¢n falta 50.000 millones de euros, apenas un pellizco para el que no habr¨ªa mayores problemas. Goldman Sachs lanz¨® hace unos d¨ªas una cifra algo superior: 75.000 millones de euros, aunque esos n¨²meros estaban basados en supuestos algo m¨¢s laxos de los que ha publicado el Eurobanco. Curiosamente, esas dos cifras est¨¢n en torno a los 60.000 millones de euros destinados por los socios del euro para la muy restringida recapitalizaci¨®n directa de entidades que puede acometer el mecanismo europeo de rescate (Mede).
El resultado del examen a la banca es una inc¨®gnita: alg¨²n think tank europeo ha llegado a estimar entre medio bill¨®n y un bill¨®n de euros la cifra necesaria para limpiar de vardad las tripas de los bancos, n¨²meros que supondr¨ªan un aut¨¦ntico dolor de cabeza. Se espera que en los pr¨®ximos d¨ªas la gran banca publique nuevas estimaciones del potencial agujero que puede haber en el sector, pero lo preocupante, de momento, es que solo hay cortafuegos nacionales para el d¨ªa despu¨¦s de la publicaci¨®n de resultados: los socios del euro no han conseguido ponerse de acuerdo para crear un fondo europeo para recapitalizar entidades, m¨¢s all¨¢ del Mede, sometido a grandes restricciones y con la inevitable condicionalidad, como sucedi¨® con el rescate espa?ol.
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