El jam¨®n ib¨¦rico como experiencia
L¨®pez Ortega Delights organiza actividades en torno a este producto
Miriam L¨®pez Ortega, fundadora y consejera delegada de L¨®pez Ortega Delights, extiende su tarjeta de visita. Bajo su nombre puede leerse #JamonLover. Esto ya lo dice todo sobre una compa?¨ªa especializada en ofrecer experiencias alrededor del jam¨®n ib¨¦rico. Tanto ella como sus socios y colaboradores sienten pasi¨®n por este producto y saben que, si quieren hacer llegar su mensaje a la mayor audiencia posible, tienen que aprovechar todas las ventajas que les ofrece el entorno digital.
Seg¨²n apunta la propia Miriam L¨®pez, ¡°empezamos con esta empresa porque quer¨ªamos compartir, con todo el mundo, nuestra pasi¨®n por el buen jam¨®n ib¨¦rico¡±. Y lo hacen desarrollando un amplio conjunto de actividades: desde cursos de cortadores de jam¨®n ¡°del nivel m¨¢s elemental al m¨¢s experto¡± por los que pasan unas seiscientas personas al a?o, hasta organizaci¨®n de eventos, talleres de maridaje para grupos y empresas, propuestas de team building, incentivos para clientes, actividades enfocadas al turismo¡ El programa es amplio.
¡°Al principio est¨¢bamos enfocados hacia la venta de jam¨®n ib¨¦rico, pero enseguida nos dimos cuenta de que vender solo se quedaba corto, que ten¨ªamos que acompa?ar con m¨¢s, con conocimiento para que la gente aprendiera a disfrutar del producto, a cortarlo, a saber qu¨¦ partes tiene el jam¨®n, a diferenciar entre un jam¨®n blanco e ib¨¦rico¡¡±, explica.
Miriam reconoce que, para ir consiguiendo sus objetivos, L¨®pez Ortega Delights ha tenido que hacer mucho trabajo de evangelizaci¨®n, tanto entre los productores (¡°al principio, cuando empec¨¦ con el proyecto, era yo quien me iba a patear las empresas del sector. Una mujer, con 29 a?os, hablando de Internet en un negocio muy masculino y tradicional. Todo se complicaba¡±) como entre el consumidor, ¡°que no tiene cultura del jam¨®n¡±. Para aproximarse a ¨¦l, la empresa opt¨® por el ocio: ¡°No vendemos jamones, vendemos experiencias de disfrute. Nos dimos cuenta de que, enfocando nuestro trabajo hacia lo l¨²dico, abriendo nuestra oferta de experiencias, pod¨ªamos llegar a otro tipo de p¨²blico distinto del profesional¡±.
No hay m¨¢s que entrar en la p¨¢gina web de la compa?¨ªa (http://www.lopezortega.es) para darse cuenta de que su cat¨¢logo de actividades y productos gira en torno a un personaje: la figura del cortador (adem¨¢s, evidentemente, del jam¨®n ib¨¦rico). Y es que, seg¨²n explica esta emprendedora, ¡°pronto vimos que en el mundo del cortador de jam¨®n hab¨ªa mucho intrusismo. Creemos que habr¨ªa que equiparar la figura del sommelier a la del cortador. Si este profesional estuviera mejor formado, los propietarios de hoteles y restaurantes se dar¨ªan cuenta de que ser¨ªa rentable contratar a estos trabajadores especializados y habr¨ªa m¨¢s demanda. Por esta raz¨®n, fuimos nosotros quienes montamos el primer concurso de cortadores entre todas las escuelas de hosteler¨ªa de Madrid. La de cortador es una profesi¨®n de futuro que, hoy por hoy, no est¨¢ reglada. Queremos que lo est¨¦. As¨ª el sector se profesionalizar¨ªa y mantendr¨ªa una calidad homog¨¦nea¡±.
El perfil del alumnado de los cursos de cortadores ofrecidos por L¨®pez Ortega Delights se centra en ¡°personas vinculadas a la hosteler¨ªa, alimentaci¨®n y gastronom¨ªa, entre 24 y 45 a?os. La mayor¨ªa son espa?oles, aunque cada vez atrae m¨¢s el inter¨¦s de italianos, rusos y mexicanos, entre otros¡±, indica.
Hija de emprendedores, Miriam L¨®pez Ortega tuvo que empezar a construir su empresa empap¨¢ndose en todo lo relativo al jam¨®n ib¨¦rico y su entorno. ¡°Lo primero que hice fue recorrerme todas las zonas jamoneras del ib¨¦rico. Recorr¨ª muchas f¨¢bricas para seleccionar proveedores, ver la metodolog¨ªa de elaboraci¨®n, hablar con gente relacionada para aprender, entrar en el mundo de los cortadores¡ Yo no vengo de familia jamonera. Me tuve que instruir sobre la marcha¡±. Y en ello sigue, pues, como la misma empresaria comenta ¡°este es un sector en constante evoluci¨®n¡±.
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