La UE y EEUU buscar¨¢n un balance de sus reglamentaciones en un acuerdo comercial
La Uni¨®n Europea (UE) y Estados Unidos retomar¨¢n ma?ana la negociaci¨®n de un acuerdo comercial y de inversiones con la ambici¨®n de crear est¨¢ndares normativos que sirvan de referente a nivel mundial, sin menoscabar su autonom¨ªa a la hora de regular ni la protecci¨®n de sus ciudadanos.
La UE y EE.UU. negocian desde julio un acuerdo cuyos beneficios radicar¨¢n m¨¢s en la armonizaci¨®n de sus regulaciones y la supresi¨®n de barreras no arancelarias que en la propia eliminaci¨®n de aranceles, ya bajos entre las dos partes (alrededor del 4 % de media).
Seg¨²n los c¨¢lculos de la Comisi¨®n Europea (CE), el 80 % del potencial del acuerdo estar¨¢ en el recorte de costes impuestos por la burocracia y las diferentes regulaciones, as¨ª como en la liberalizaci¨®n del comercio de servicios y del mercado p¨²blico.
El enfoque de la negociaci¨®n del acuerdo transatl¨¢ntico, conocido como TTIP, ha suscitado el inter¨¦s de la patronal europea e inquietud entre los consumidores europeos, que han calificado el proceso de poco transparente y temen que la armonizaci¨®n de normas cause una rebaja de la protecci¨®n europea en asuntos como las restricciones de la UE a la carne hormonada o los transg¨¦nicos.
Ambas partes dejaron claras sus posiciones en una reciente audiencia p¨²blica celebrada en el Parlamento Europeo, en la que la CE tambi¨¦n insisti¨® en que la intenci¨®n en la negociaci¨®n no es rebajar los niveles de protecci¨®n de los consumidores, la salud o el medioambiente, y que se mantendr¨ªa el "derecho a regular".
La CE considera, por ejemplo, que hay mucho potencial para simplificar la regulaci¨®n de seguridad de autom¨®viles garantizando al mismo tiempo la protecci¨®n, mientras que en sectores como el qu¨ªmico cree que las normas son muy diferentes y, si no se logra un reconocimiento mutuo, s¨ª se podr¨ªa alcanzar cierta armonizaci¨®n.
Bruselas espera que la aproximaci¨®n de normas no sea s¨®lo beneficiosa a nivel bilateral, sino que posteriormente pueda ser extendida con ¨¦xito a terceros pa¨ªses.
"Todos los acuerdos de libre comercio implican alg¨²n nivel de armonizaci¨®n o reconocimiento mutuo de est¨¢ndares equivalentes, a cambio de beneficios significativos", indic¨® a Efe el jefe de investigaci¨®n econ¨®mica del centro de estudios Open Europe, Raoul Ruparel.
En su opini¨®n, el TTIP no s¨®lo permitir¨¢ a las dos mayores econom¨ªas liberalizar su comercio sino tambi¨¦n "abrir la posibilidad a crear est¨¢ndares globales para futuros acuerdos".
Se?al¨® que, aunque el acuerdo busque tener un amplio alcance, "es probable que deje un amplio margen para la regulaci¨®n y su aplicaci¨®n a nivel nacional".
Con un punto de vista m¨¢s cr¨ªtico, la experta de la ONG Amigos de la Tierra Europa Natacha Cingotti advirti¨® en declaraciones a Efe de que hay gran presi¨®n por parte de las multinacionales para "debilitar las salvaguardas" en ¨¢reas como la alimentaci¨®n, la energ¨ªa o los qu¨ªmicos.
"Los legisladores de ambos lados del Atl¨¢ntico tienen que darse cuenta de que el ¨²nico pacto aceptable es el que lleve a est¨¢ndares m¨¢s altos de protecci¨®n de los ciudadanos y el medioambiente", apostill¨®.
Seg¨²n Cingotti, "no se deber¨ªa dar a las empresas el poder de desafiar leyes aprobadas democr¨¢ticamente en tribunales secretos sin responsabilidad", y pidi¨® "abrir las conversaciones al escrutinio p¨²blico".
La celebraci¨®n de la segunda ronda de negociaciones del acuerdo -que se pospuso un mes por la crisis presupuestaria estadounidense-, tratar¨¢ de cubrir el m¨¢ximo n¨²mero de temas y, en especial, los cap¨ªtulos de servicios e inversiones, regulaci¨®n y energ¨ªa, destacaron fuentes comunitarias.
Por el momento, seg¨²n las fuentes, la negociaci¨®n est¨¢ en una fase "exploratoria" y a¨²n no se han intercambiado ofertas sobre tarifas y productos.
El conjunto de las negociaciones se ve tambi¨¦n marcado por la pol¨¦mica entorno al supuesto espionaje llevado a cabo por Estados Unidos a ciudadanos y l¨ªderes europeos, que ha provocado incluso que el presidente del Parlamento Europeo, Martin Schulz, pida paralizar el proceso hasta tener m¨¢s garant¨ªas de protecci¨®n de la privacidad.
Fuentes comunitarias volvieron a recalcar que "no hay v¨ªnculo" entre el esc¨¢ndalo de la Agencia de Seguridad Nacional (NSA) y las negociaciones, y que es un asunto que las dos potencias analizan por una v¨ªa separada que no afecta al "buen encaminamiento" del TTIP.
"La protecci¨®n de datos es para la UE una cuesti¨®n de derechos fundamentales y los derechos fundamentales no se negocian en acuerdos comerciales", enfatizaron las fuentes, que aseguraron que en el marco del tratado no transmitir¨¢n datos personales si no es en cumplimiento de la legislaci¨®n europea.
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