La ca¨ªda de la inflaci¨®n, una bajada de doble filo
El inesperado recorte de tipos del BCE denota el riesgo de deflaci¨®n en Europa El Gobierno interpreta la ca¨ªda del IPC como una se?al de que el ajuste va bien
?Puede ser algo bueno y malo a la vez? A tenor de las interpretaciones del Banco Central Europeo (BCE) sobre la evoluci¨®n a la baja de los precios, puede. Para el supervisor del euro, que en pa¨ªses como Grecia o Espa?a, en medio de un dur¨ªsimo ajuste, los precios desciendan, es la mejor noticia. Pero que la inflaci¨®n de los Diecisiete se aleje del virtuoso 2% (fue el 0,7% en octubre), cuando la actividad econ¨®mica sigue estancada, es una p¨¦sima se?al. Y lo que denota la reacci¨®n inesperada del BCE, que baj¨® el tipo de inter¨¦s al 0,25%, es el temor al peor de los males en una crisis: la deflaci¨®n.
De los destrozos que puede ocasionar la deflaci¨®n, una ca¨ªda persistente y generalizada de los precios, da fe la Gran Depresi¨®n estadounidense en los a?os treinta del siglo pasado. M¨¢s reciente es la que atenaz¨®, en la d¨¦cada de los noventa, a la econom¨ªa japonesa, que no acaba de desprenderse de sus consecuencias. Un referente que ha llevado a los expertos a etiquetar los riesgos actuales como la japonizaci¨®n de Europa.
En 2009, de la mano de la Gran Recesi¨®n, ya hubo tasas negativas de precios en la mayor¨ªa de pa¨ªses occidentales. Pero, adem¨¢s del colapso econ¨®mico, influy¨® que la comparaci¨®n anual se hac¨ªa con 2008, marcado por la escalada de las materias primas. Y, como apunta Jos¨¦ Carlos D¨ªez, profesor de Econom¨ªa de ICADE, ¡°lo que fue muy diferente, fue la respuesta¡±. Mientras los Gobiernos del G20 coordinaban un est¨ªmulo fiscal sin precedentes, los bancos centrales occidentales inyectaron liquidez a mansalva a entidades financieras y bajaron tipos de inter¨¦s a toda m¨¢quina.
EE UU no se par¨® ah¨ª: procedi¨® a un gigantesco rescate al sector financiero, mientras la Reserva Federal dejaba los tipos en la barrera del 0% e interven¨ªa directamente en la econom¨ªa mediante la compra de deuda p¨²blica y t¨ªtulos de renta fija privados para sostener el valor de los activos. ¡°No todo se explica por eso, pero all¨ª la tasa de paro est¨¢ en el 7,3% y bajando; en la zona euro, el desempleo est¨¢ en el 12,3% y subiendo¡±, apunta David Cano, de Analistas Financieros Internacionales.
El FMI advierte que el riesgo de deflaci¨®n para Espa?a es elevado
La zona euro tom¨® otro camino cuando la crisis y los est¨ªmulos fiscales pusieron presi¨®n sobre la financiaci¨®n de algunos Estados. Recet¨® recortes presupuestarios, reformas estructurales y rebajas salariales a los pa¨ªses con m¨¢s dificultades para retomar el crecimiento por su falta de competitividad. La reestructuraci¨®n de la banca fue m¨¢s lenta, y a la postre, m¨¢s costosa. Y el BCE siempre fue muy por detr¨¢s de la Reserva Federal.
Estudiosos de la deflaci¨®n japonesa insisten en que la combinaci¨®n de austeridad fiscal y ortodoxia monetaria ha devuelto a Europa a la antesala de la deflaci¨®n. ¡°Cuando el sector privado debe reducir deudas tras una burbuja, empe?arse en rebajar el d¨¦ficit p¨²blico al 3% del PIB es lo peor que se puede hacer¡±, sostiene Richard Koo, analista del banco de inversi¨®n Nomura en un informe de este a?o. En un encuentro con analistas en Madrid esta semana, Albert Edwards, estratega de Soci¨¦t¨¦ G¨¦n¨¦rale incidi¨® en que Europa est¨¢ ¡°a una recesi¨®n¡± de meterse en una espiral deflacionista. Y en que el par¨®n de la econom¨ªa china puede ser el golpe de gracia.
Cuando Mario Draghi, hace diez d¨ªas, argument¨® el recorte de tipos, neg¨® el riesgo de deflaci¨®n, pero s¨ª anticip¨® ¡°un periodo prolongado de baja inflaci¨®n¡±, que pod¨ªa poner en duda el objetivo del 2% a medio plazo si no se interven¨ªa. El presidente del BCE matiz¨® que parte de esa baja inflaci¨®n era bienvenida porque se deb¨ªa a ¡°ajustes de precios relativos entre pa¨ªses¡±: en cristiano, al recorte salarial en econom¨ªas como la espa?ola, con altas tasas de paro y bajo acceso al cr¨¦dito, para que las empresas ganen competitividad y reactiven la econom¨ªa.
Pero Draghi destac¨® tambi¨¦n que ese ajuste pod¨ªa verse frustrado si la inflaci¨®n del conjunto de la zona euro no se acercaba al 2%. Otro mensaje cifrado, con Berl¨ªn como destinatario: Alemania debe encontrar la manera de canalizar su enorme ahorro a la actividad interna y, de paso, facilitar un aumento de su inflaci¨®n.
El ajuste puede frustrarse sin m¨¢s inflaci¨®n en otros pa¨ªses, seg¨²n Draghi
Tras la confirmaci¨®n ¡ªeste mi¨¦rcoles¡ª de que el IPC espa?ol baj¨® un 0,1% en octubre, centros de predicci¨®n como el Instituto Flores de Lemus o la Fundaci¨®n de Cajas de Ahorros aseguraron que la ca¨ªda de precios ser¨¢ ¡°puntual¡±, y vaticinaron subidas moderadas, por encima del 1% anual, para 2014. Un pron¨®stico que coincide con el del Ministerio de Econom¨ªa, que, a su vez, sintoniza con la interpretaci¨®n de Draghi: ¡°La moderaci¨®n de precios tiene efectos positivos sobre el poder adquisitivo de las pensiones y los salarios. Y facilita mejoras en la competitividad, las exportaciones y la recuperaci¨®n¡±.
Otros no lo ven tan claro. ¡°Las presiones deflacionistas en Espa?a son muy reales¡±, apostilla un an¨¢lisis de JPMorgan, distribuido el jueves. Y el ¨ªndice de vulnerabilidad a la deflaci¨®n que elabora el FMI atribuye a Espa?a un riesgo elevado. ¡°La falta de cr¨¦dito tiene un efecto mucho m¨¢s deflacionista para Espa?a que los ajustes fiscales¡±, apunta D¨ªez, que aboga por un plan de est¨ªmulo fiscal a escala europea ¡°con impacto real, destinar 6.000 millones contra el paro juvenil es una broma¡±.
Es evidente que en los ¨²ltimos meses, la zona euro ha virado. Ya no hay una apuesta a ultranza por la austeridad, el BCE (cuatro a?os despu¨¦s que la Fed) acerca los tipos al 0%, se muestra abierto a usar medidas extraordinarias y examinar¨¢ en 2014 a la banca europea, en lo que deber¨ªa conducir a la reestructuraci¨®n definitiva del sector. La cuesti¨®n, enfatiza David Cano, analista de AFI, ¡°es si llegar¨¢ a tiempo¡±.
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