Inseguridad + descontento
Hay dos rasgos que sobresalen en la vida p¨²blica: el descontento social de la poblaci¨®n por la nefasta gesti¨®n de la crisis y la inseguridad jur¨ªdica de parte del mundo empresarial
Dos a?os despu¨¦s de la llegada de Rajoy a La Moncloa hay dos rasgos estructurales en la vida p¨²blica que sobresalen: el descontento social de amplias capas de la poblaci¨®n por la nefasta gesti¨®n de la crisis econ¨®mica, y la inseguridad jur¨ªdica de parte del mundo empresarial y de muchos ciudadanos por las decisiones gubernamentales que afectan a su vida cotidiana. Ambas caracter¨ªsticas suponen una gran regresi¨®n sobre las pr¨¢cticas y la imagen que hab¨ªa dado este pa¨ªs en las ¨²ltimas d¨¦cadas.
En su estudio anual sobre la situaci¨®n del mundo, el semanario The Economist, a trav¨¦s de su divisi¨®n Economist Intelligence Unit, sit¨²a a Espa?a entre los pa¨ªses con un ¡°riesgo alto¡± de descontento social en 2014, entendiendo ¡°por riesgo de descontento social o pol¨ªtico el desarrollo de acontecimientos que supongan una amenaza para el Gobierno o para el orden pol¨ªtico imperante¡±. Solo hay tres pa¨ªses europeos en esta categor¨ªa: Bulgaria, Portugal y Espa?a, y ¨²nicamente Grecia se sit¨²a en un escal¨®n m¨¢s alto de ¡°riesgo muy alto¡±. El estudio, que no gustar¨¢ a los inversores, ha medido el riesgo de descontento social (¡°que se ha incrementado en todo el mundo¡±) en 150 pa¨ªses, dando gran importancia a la debilidad pol¨ªtica e institucional.
Dado que el PP dispone de mayor¨ªa absoluta, hay que poner el ¨¦nfasis en la debilidad institucional. ?Qu¨¦ ha sucedido para que en tan corto periodo de tiempo se hayan deteriorado la mayor parte de las instituciones y el concepto de inseguridad jur¨ªdica se conjugue con tanta frecuencia? Recu¨¦rdese que la seguridad jur¨ªdica est¨¢ protegida en la Constituci¨®n, nada menos que en su t¨ªtulo preliminar: ¡°La Constituci¨®n garantiza el principio de legalidad, la jerarqu¨ªa normativa, la publicidad de las normas, la irretroactividad de las disposiciones sancionadoras no favorables o restrictivas de derechos individuales, la seguridad jur¨ªdica, la responsabilidad y la interdicci¨®n de la arbitrariedad de los poderes p¨²blicos¡±.
La Escopeta Nacional de Berlanga sigue vigente en parte del mundo empresarial
La guerra el¨¦ctrica en Espa?a ha dejado de ser un conflicto entre dos lobbys muy poderosos (el del oligopolio de empresas el¨¦ctricas tradicionales y el de las energ¨ªas renovables) para afectar al coraz¨®n de la seguridad jur¨ªdica y de los ciudadanos. Todo lo ocurrido en las ¨²ltimas semanas es disparatado y, en buena parte, ejecutado con nocturnidad y alevos¨ªa: la retirada de 3.600 millones de euros de los presupuestos puestos para combatir el d¨¦ficit de tarifa, una titulizaci¨®n de ese dinero presuntamente arreglada en 24 horas con las empresas del sector, la declaraci¨®n de que no subir¨ªa el precio de la luz en enero seguida de una subasta que lo incrementar¨ªa en un 11% de media, y por ¨²ltimo, la retirada de los resultados de esa subasta por la concurrencia de ¡°circunstancias at¨ªpicas¡± que no han sido mostradas a nadie. En este momento, los ciudadanos y las empresas no saben cu¨¢nto les va a subir la luz, los agentes del sector no conocen por qu¨¦ mecanismo se va a sustituir la subasta para determinar el precio de la electricidad, y los sospechosos de violar los principios de la competencia se interrogan acerca de a qui¨¦n se refiere el Gobierno y qu¨¦ medidas legales se van a tomar para que el abuso no vuelva a suceder.
El esc¨¢ndalo de las el¨¦ctricas no es ni mucho menos el ¨²nico. La colusi¨®n espuria entre el poder pol¨ªtico y el poder econ¨®mico en Caja Madrid se va desvelando en toda su extensi¨®n con ribetes de alarma social. Con una peculiaridad: los m¨¢ximos protagonistas de la misma son los representantes del ala liberal del PP: aquellos tan partidarios de que cada palo aguante su vela son los que demandaban favores, nombramientos, cr¨¦ditos a sus amigos, etc¨¦tera. Ello lo hicieron despu¨¦s de haber puesto al frente de la que fue la cuarta entidad financiera del pa¨ªs a ¡°uno de los nuestros¡±, sin la menor experiencia bancaria ni empresarial, al que luego le exigieron la devoluci¨®n de favores. El resultado ha sido que Bankia (cuya matriz principal fue Caja Madrid) figura como el tercer banco europeo (solo por detr¨¢s del Royal Bank of Scotland y el Anglo Iris Bank) por el volumen de recepci¨®n de ayudas p¨²blicas, seg¨²n datos actualizados de la Comisi¨®n.
El gran Berlanga no ha muerto. ?Viva La escopeta nacional! [del a?o 1978].
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