Sacyr en el pa¨ªs de los problemas
El conflicto de la constructora en el canal de Panam¨¢ debilita su imagen y la de Espa?a
Si hubiera sido posible, Sacyr habr¨ªa borrado esta ¨²ltima semana del calendario. Sin m¨¢s. Las tribulaciones (amenaza con suspender las obras) en el canal de Panam¨¢ y la aparici¨®n de las cuentas suizas del expresidente de la constructora, Luis del Rivero, son un ejemplo de libro de lo que es tener una semana horribilis para una empresa. Y tanto horror pasa factura. La imagen de la empresa queda tocada, la imagen del pa¨ªs queda da?ada y al sector constructor espa?ol se lo van a poner m¨¢s dif¨ªcil cuando compita fuera con firmas estadounidenses o alemanas. Pocos lo dudan. Aunque har¨¢ falta m¨¢s tiempo para averiguar la profundidad de la herida.
Lo que ya se puede notar es el enfado con Sacyr de sus correligionarios. Y sorprende. La construcci¨®n siempre ha sido un sector muy competitivo, pero, a la vez, ha generado un profundo sentido de grupo, como demuestra la capacidad lobbysta que despliega Seopan, la patronal de las grandes constructoras. Pero en este mundo saben que algo, en el istmo centroamericano, se ha quebrado. ?Para siempre? ¡°No podemos enga?arnos, el primer impacto, por la repercusi¨®n mundial de esta obra, ha sido negativo para la imagen del pa¨ªs y de sus compa?¨ªas. Aunque conf¨ªo en que, a pesar de la importancia, los clientes internacionales lo juzguen como un caso aislado, debido a que se ha producido por una forma de actuar que ninguna otra constructora espa?ola ha practicado ni practicar¨¢ con sus clientes¡±, relata, con evidente enojo, una fuente que lleva tiempo en el sector.
Porque en un mundo tan interconectado, las debilidades de unos son las fortalezas de otros. Ver a la ministra de Fomento, Ana Pastor, salir corriendo en plena Navidad rumbo a Panam¨¢ para sofocar el incendio puede interpretarse como cintura pol¨ªtica y econ¨®mica (la cartera espa?ola de obras en Latinoam¨¦rica fue de 7.000 millones de euros en 2013) o como evidencia de la magnitud del desastre. Imaginen qu¨¦ opci¨®n escoger¨¢ cualquier competidor. Sacyr va a sufrir. Ya lo est¨¢ haciendo, y traer¨¢ consecuencias. Tanto ¡°en la credibilidad de la constructora¡±, avisa V¨ªctor Mirabet, consejero delegado de la consultora especializada en marcas Coleman CBX, como ¡°en la apreciaci¨®n que de la compa?¨ªa van a tener sus stakeholders (grupos de inter¨¦s)¡±, advierte Oriol Iglesias, de Esade.
La posici¨®n de las empresas espa?olas se debilita con vistas a pr¨®ximos concursos
Incluso el hipersensible mundo financiero mira hacia Panam¨¢ con inquietud porque sabe que la reputaci¨®n, como la cuenta de resultados, se labra con a?os y se pierde con minutos. Dice Juan Moreno, analista de Construcci¨®n de Ahorro Corporaci¨®n, que lo que sucede ¡°puede afectar a Sacyr a la hora de conseguir nuevos proyectos, sobre todo en el corto plazo¡±. Mientras que Nuria ?lvarez, de Renta 4, templa sus palabras. ¡°Desde luego, no resulta positivo en funci¨®n de imagen. Siempre existe un efecto contagio, por m¨ªnimo que sea¡±. Unas consecuencias de las que nadie ¡ªni si quiera quienes est¨¢n dentro¡ª duda. ¡°Afecta a nuestra imagen y otros pa¨ªses lo aprovechar¨¢n¡±, refrenda un directivo de una gran compa?¨ªa que trabaja para el consorcio Grupos Unidos por el Canal (GUPC), adjudicatario de la obra y que, liderado por Sacyr, alberga a Impregilo (Italia), Jan de Nul (B¨¦lgica), CUSA (Panam¨¢) y la Autoridad del canal de Panam¨¢ (ACP).
La polvareda paname?a tambi¨¦n pone en riesgo lo que tanto hab¨ªa costado ganar. Desde el verano pasado, la imagen del pa¨ªs hab¨ªa ido mejorando, seg¨²n el Real Instituto Elcano. En su bar¨®metro de diciembre, estadounidenses, alemanes y brit¨¢nicos daban a Espa?a una puntuaci¨®n de 6,8 en una escala de 0 a 10. El mejor dato en dos a?os. Ahora habr¨¢ que esperar a un pr¨®ximo informe para ver si la crisis paname?a pasa factura. Por ahora se pueden recoger voces que relatan una p¨¦rdida. ¡°La imagen de las compa?¨ªas espa?olas en Am¨¦rica Latina se estaba empezando a reconstruir huyendo de esa presencia que ten¨ªamos en los a?os noventa de conquistadores, y esto es un freno¡±, dice Cristina Manzano, directora de la revista online de pol¨ªtica internacional esglobal.
Porque en funci¨®n de la imagen resulta b¨¢sico mirarse como te miran los dem¨¢s y no como se mira uno mismo. ¡°Piensan que todav¨ªa tenemos el plumero en la cabeza¡±, se quejaba estos d¨ªas Jorge Quijano, administrador de la ACP, en una entrevista con este peri¨®dico. Esa mirada de los otros hace tiempo que en Espa?a se perdi¨® bajo el obligado mantra de la ¡°eficiencia, profesionalidad y alta calidad de la construcci¨®n e ingenier¨ªa espa?ola¡±. Es cierta esta excelente imagen ¡ª¡°es un sector con muy buena reputaci¨®n t¨¦cnica¡±, asevera Justo Villafa?e, presidente de la consultora Villafa?e & Asociados¡ª, pero transmitida como dogma de fe genera monstruos. Para todos. ¡°Panam¨¢ podr¨ªa verse afectada por un mayor precio de la licitaci¨®n en futuras infraestructuras, ya que el constructor incluir¨¢ un margen significativo que cubra posibles sobrecostes¡±, prev¨¦ Juan Moreno, de Ahorro Corporaci¨®n.
La cartera nacional de obras en Am¨¦rica Latina
Quiz¨¢ donde la repercusi¨®n ser¨¢ m¨¢s evidente es en los pr¨®ximos concursos internacionales que afronten empresas espa?olas. Sobre todo porque ¡°pueden dejar de invitarte¡±, e incluso algunos contratistas ¡°podr¨ªan rechazar¡± participar en consorcios que incluyan a firmas nacionales, comenta Joaqu¨ªn Garralda, profesor de IE Business School. Este es el peor escenario; hay otros. ¡°Los licitadores de los grandes proyectos internacionales ahora van a ser m¨¢s sensibles a la posibilidad de que una empresa espa?ola d¨¦ un precio muy bajo y se lleve un concurso¡±, explica un ex alto cargo de una de las constructoras que en 2009 licit¨®, y perdi¨®, por el canal de Panam¨¢.
Pero, seg¨²n Ram¨®n Poch, socio responsable de Infraestructuras de KPMG, ¡°los grupos espa?oles de infraestructuras cuentan con un excelente track r¨¦cord en todo el mundo. A la hora de licitar son b¨¢sicas las credenciales en la construcci¨®n de infraestructuras similares, y hoy en d¨ªa pocas empresas pueden poner encima de la mesa una experiencia an¨¢loga a la de las compa?¨ªas nacionales¡±. Y remacha: ¡°El caso del Canal no debe tener impacto en los vol¨²menes globales de contrataci¨®n¡±. En la misma l¨ªnea camina Javier Parada, socio de Infraestructuras de Deloitte. ¡°La repercusi¨®n ser¨¢ bastante limitada. Hay experiencias de obras con problemas (canal de la Mancha, aeropuerto de Berl¨ªn), y esta es una m¨¢s¡±. Al final, como asegura Juli¨¢n N¨²?ez, presidente de Seopan, ¡°no es una crisis nacional ni de la marca Espa?a, es un contratiempo com¨²n en muchas grandes infraestructuras¡±.
Puede ser, sin embargo, que lo que duele en el sector es que si bien siempre ha habido conflictos en la actividad exterior de las grandes constructoras, se han solucionado usando las cl¨¢usulas de resoluci¨®n de disputas de los contratos, y en ¡°ning¨²n momento esos desencuentros han da?ado la buena imagen de las constructoras espa?olas¡±, aseguran fuentes de esta industria. Pero Sacyr y sus socios han usado su propia estrategia. Primero, tensionar, y luego... Ya se ver¨¢ c¨®mo acaba el tema. Por ahora, tanto su bonus por finalizar las obras como su imagen est¨¢n en el aire.
¡°Afecta a nuestra imagen y otros lo aprovechar¨¢n¡±, dice el consorcio GUPC
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