Bruselas rebaja la norma para separar banca de inversi¨®n y comercial
La Comisi¨®n Europea prev¨¦ que la decisi¨®n recaiga en los supervisores nacionales Los Verdes creen que si no hay divisi¨®n se crean subsidios impl¨ªcitos multimillonarios
La ca¨ªda de Lehman Brothers amenaz¨® en 2008 con llevarse por delante el sistema bancario ¡ªy con ¨¦l, el resto de la econom¨ªa¡ª de buena parte del mundo. Seis a?os m¨¢s tarde, la Comisi¨®n Europea est¨¢ a punto de presentar su propuesta para evitar que grandes entidades financieras ¡ªaquellas que se consideran demasiado grandes para dejarlas caer¡ª pongan en peligro de nuevo el trabajo y las condiciones de vida de millones de personas. Pero la propuesta que esta semana presentar¨¢ el comisario de Mercado Interior, Michel Barnier, amenaza con dejar contento a muy pocos por su escasa ambici¨®n.
El borrador que esta semana discutir¨¢ el colegio de comisarios gira en torno a dos ejes: la prohibici¨®n de que los bancos especulen con su propia cartera de inversiones (actividad conocida como proprietary trading) y la separaci¨®n entre banca de inversi¨®n y comercial. Pero las salvaguardas que plantea Bruselas pueden convertir estas normas en algo parecido al papel mojado.
La divisi¨®n entre actividades como la de conceder pr¨¦stamos a familias o negocios u ofrecer dep¨®sitos y las de inversi¨®n era la clave del informe que la propia Comisi¨®n encarg¨® en 2011 al gobernador del Banco Central de Finlandia, Erkki Liikanen. Pero Bruselas prefiere dejar esta decisi¨®n a los ¨®rganos de supervisi¨®n nacionales. ¡°El principio b¨¢sico de la nueva regulaci¨®n es que las entidades que tengan dep¨®sitos solo se puedan involucrar en las actividades de inversi¨®n mientras el supervisor no decida que deben operar en otra entidad¡±, asegura el borrador.
La decisi¨®n de separar o no los negocios afecta a entidades como Deutsche Bank o BNP Paribas
La nueva norma, adem¨¢s, afectar¨¢ a un n¨²mero reducido de entidades: aquellas que se consideren sist¨¦micas o las que tengan durante tres a?os consecutivos unos activos superiores a 30.000 millones de euros y una cartera de negociaci¨®n de m¨¢s de 70.000 millones. Seg¨²n los c¨¢lculos del departamento de Barnier, solo 29 bancos cumplir¨ªan estos requisitos con los datos de 2006 a 2011. Estos l¨ªmites son m¨¢s estrictos de los que propon¨ªa Liikanen.
¡°Las dos medidas se han redactado de tal forma que se arriesgan a no tener ning¨²n efecto m¨¢s all¨¢ del de a?adir burocracia. Parece un gesto pol¨ªtico puramente simb¨®lico que permita a Bruselas decir que ha seguido las sugerencias del informe Liikanen, pero sin da?ar a los grandes grupos bancarios franceses o alemanes¡±, resume el eurodiputado verde Sven Giegold. ¡°La Comisi¨®n ha decidido no ir m¨¢s all¨¢ para no estrechar a¨²n m¨¢s la liquidez de los mercados de financiaci¨®n, que en Europa dependen mucho de los bancos¡±, responden fuentes europeas, que consideran el borrador que est¨¢ a punto de presentarse como una opci¨®n ¡°intermedia¡± entre las normas de EE UU o Reino Unido, m¨¢s duras, y las recientemente aprobadas en Alemania y Francia.
Pero incluso esta versi¨®n descafeinada puede disgustar a los dos gigantes de la UE. Seg¨²n informaci¨®n de Reuters, Francia y Alemania se habr¨ªan aliado para rechazar el proyecto de Barnier con el objetivo de no amenazar el poder¨ªo de los campeones nacional como Deutsche Bank o BNP Paribas. Esta iniciativa contar¨ªa con el apoyo de Italia. ¡°[La nueva regulaci¨®n] podr¨ªa paralizar muchas actividades, que dejar¨ªan de recibir la financiaci¨®n de los bancos europeos y se trasladar¨ªan a terceros pa¨ªses. Se pondr¨ªan en peligro proyectos en un momento crucial de la recuperaci¨®n econ¨®mica¡±, asegura el documento citado por la agencia. ¡°El borrador de la Comisi¨®n no es aceptable. Incluso si la Autoridad Bancaria Europea aporta criterios objetivos para separar las actividades de las entidades, es muy improbable que se apliquen debido al poder arbitrario de los supervisores para decidir si una actividad tiene riesgo sist¨¦mico. ?Qu¨¦ supervisor se atrever¨¢ a ser estricto si sabe que otro supervisor es m¨¢s indulgente?¡±, a?ade Giegold.
Incluso esta versi¨®n descafeinada puede disgustar a los dos gigantes de la UE
Si durante lo peor de la crisis financiera los l¨ªderes europeos hablaban de una ¡°refundaci¨®n del capitalismo¡±, la muy modesta mejora econ¨®mica de los ¨²ltimos tiempos ha propiciado que los Gobiernos vean con menor inter¨¦s las reformas para rebajar el poder destructor de los grandes consorcios financieros. No es solo la propuesta que har¨¢ la Comisi¨®n, tambi¨¦n se han rebajado las exigencias que establec¨ªa Basilea III.
Pero no a todos convencen este cambio de perspectiva. Un informe preparado por Los Verdes europeos estima que la no separaci¨®n entre banca de inversi¨®n y comercial ha propiciado que las entidades disfruten de unos subsidios impl¨ªcitos que cuantifican en la cantidad desorbitada de 234.000 millones de euros. El informe calcula los beneficios que obtienen los grandes grupos financieros por la suposici¨®n de que, dado su tama?o e importancia, el Gobierno no les dejar¨ªa quebrar en una situaci¨®n de crisis.
¡°Hay dos opciones. Si uno piensa que el sistema financiero es demasiado importante para estar en manos privadas, habr¨ªa que nacionalizarlo. Esa no es lo opci¨®n por la que optamos, lo comprendo. Pero entonces, si asumimos que el sector financiero se rige por las normas de mercado, no hay ninguna explicaci¨®n para tolerar que los bancos tengan estas ventajas. ?Por qu¨¦ los contribuyentes deben subsidiar los beneficios y las condiciones de cr¨¦dito de las entidades privadas?¡±, se pregunta el eurodiputado verde Philippe Lamberts.
El texto de Barnier recuerda la importancia del sector bancario en la UE: en t¨¦rminos absolutos moviliza 42,9 billones de euros; mientras que en t¨¦rminos relativos absorbe un 350% del PIB de la Uni¨®n.
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