Un juez condena a devolver preferentes porque Caja Madrid ocult¨® sus problemas

Un juzgado de Madrid ha ordenado a Bankia a devolver 50.000 euros invertidos en participaciones preferentes a dos septuagenarios que compraron estos controvertidos productos y que no fueron informados de sus riesgos, tal y como era obligaci¨®n de Caja Madrid, que fue quien se los vendi¨®. La sentencia, una m¨¢s de las miles de demandas interpuestas ante la justicia que da la raz¨®n a los ahorradores, llama la atenci¨®n en cuanto el magistrado asegura que la comercializaci¨®n de las preferentes ¡°formaba parte de una campa?a generalizada y podr¨ªa decirse que incluso masiva¡± dirigida desde la direcci¨®n de la entidad para captar recursos cuando ya exist¨ªan dudas sobre su solvencia y no era descartable su quiebra.

¡°Su finalidad no era otra que la captaci¨®n por parte de la entidad de fondos que sirvieran de base al fortalecimiento de los recursos propios del grupo Caja Madrid y as¨ª reforzar su solvencia, muy deteriorada como consecuencia de la crisis¡±, a?ade el juez del juzgado de primera instancia n¨²mero 54 de Madrid. Este argumento est¨¢ en l¨ªnea con los que han llevado al juez Fernando Andreu a abrir una pieza separada en el caso Bankia para investigar la comercializaci¨®n de las preferentes. De hecho, el magistrado ha llamado a declarar a la c¨²pula de Caja Madrid, incluido Miguel Blesa, su expresidente, para averiguar si con ello intentaron ¡°paliar, retrasar u ocultar de alguna manera¡± el deterioro patrimonial de la caja.

Seg¨²n la sentencia, los dos demandantes compraron las preferentes en mayo de 2009 tras una llamada de su sucursal de Caja Madrid y firmaron los papeles sin leerlos, algo que por otra parte hac¨ªan con todo lo que llegaba del banco bas¨¢ndose en la confianza que ten¨ªan en los empleados de su oficina de toda la vida. Con 78 y 76 a?os, los clientes creyeron, como as¨ª sucedi¨® con la gran mayor¨ªa de afectados, que compraban un producto de ahorro seguro y a plazo fijo. Sin embargo, eran productos cuya liquidez podr¨ªa verse comprometida, estaban condicionados a la situaci¨®n financiera del banco y presentaban riesgos de perder toda la inversi¨®n en caso de quiebra.

Asimismo, el magistrado Arturo Hern¨¢ndez Presas explica que la solvencia con la que supuestamente se garantizaba la emisi¨®n y el reembolso de las preferentes derivaba de unos balances presuntamente alterados. Con ello, la entidad ¡°presentaba una informaci¨®n no veraz de su situaci¨®n econ¨®mica y financiera¡±, lo que indujo a error a los inversores. Y bas¨¢ndose en que el contrato conten¨ªa errores fundamentales, el juez anula el acuerdo y condena a Bankia a devolver el dinero invertido menos los intereses cobrados.

Seg¨²n a?ade en la sentencia, contra la que cabe recurso, ¡°no tiene ninguna duda de que el producto de inversi¨®n contratado no se ajustaba al perfil inversor¡± de los demandantes. En este sentido, sobre el modo de operar de Caja Madrid, el juez afirma que ¡°en cuanto se dio la orden de contratar las preferentes, su perfil de inversor pas¨® autom¨¢ticamente a considerarse como moderado¡± pese a que nunca hab¨ªa invertido su dinero en otros productos que no fueran dep¨®sitos a plazo fijo muy conservadores. Tampoco consta que se realizara prueba de idoneidad y solo hay constancia de un formulario rellenado de forma unilateral por el empleado de la oficina, argumenta el responsable del tribunal.

Adem¨¢s, la representaci¨®n legal de los demandantes, dirigida por el abogado?Pablo Casta?eda, recuerda que tampoco se les inform¨® del plazo de revocaci¨®n abierto tras el aviso que dieron las agencias de calificaci¨®n sobre la situaci¨®n de la entidad, ¡°lo que revela dolo en la comercializaci¨®n¡±, algo que tambi¨¦n reconoce el juez.

Por todo ello y ¡°aunque pueda ser cierto que un empleado pudiera no prever ni temer la quiebra, no cabe decir lo mismo de los responsables o altos directivos, que pusieron en marcha la venta de este tipo de productos para fortalecer los recursos propios ya deteriorados por la crisis¡±, afirma el magistrado antes de concluir que.¡°puede decirse que Caja Madrid, cuando menos y por decirlo de manera suave, no actu¨® de forma transparente respecto de los clientes¡±.