Troika: ?cirujanos o carniceros?
A 100 d¨ªas de cerrar esta legislatura europea se puede hacer un balance de los principales aspectos que tendr¨¢n que mejorar despu¨¦s de las elecciones del 25 de mayo, que dar¨¢n lugar a un nuevo Parlamento (PE) y a una nueva Comisi¨®n (CE). Hay dos experimentos, por encima de los dem¨¢s, que no han funcionado, lo que se ha hecho muy visible en momentos de gran recesi¨®n: primero, una uni¨®n monetaria sin prestamista de ¨²ltima instancia y sin transferencias entre pa¨ªses, lo que ya era ins¨®lito en la historia mundial de estas experiencias; y segundo, un mercado ¨²nico sin armonizaci¨®n fiscal y laboral. Ambas circunstancias han devenido en debilidades estructurales del proceso europeo en tiempos de crisis, y la ciudadan¨ªa las ha padecido en forma de falta de resultados de las pol¨ªticas econ¨®micas aplicadas.
El actual PE, que transformar¨¢ su composici¨®n en tres meses, tiene dos comisiones estudiando lo sucedido en los pa¨ªses intervenidos desde el a?o 2010 (Grecia, Portugal, Irlanda y Chipre). La primera, la Comisi¨®n de Empleo y Asuntos Sociales, ya ha hecho p¨²blico su trabajo, y en ¨¦l se concluye que las pol¨ªticas aplicadas por la troika (Comisi¨®n Europea, Banco Central Europeo y Fondo Monetario Internacional) han contribuido a deteriorar los niveles de bienestar de los cuatro pa¨ªses, y que las medidas se elaboraron sin una valoraci¨®n suficiente de sus consecuencias. La cuesti¨®n, ahora, es qui¨¦n ha de pagar las responsabilidades del da?o causado a las poblaciones escarnecidas. El eurodiputado socialista espa?ol Alejandro Cercas (que previsiblemente no repetir¨¢ en la pr¨®xima legislatura del PE) lo argumentaba as¨ª: ¡°Pod¨ªan haber actuado como cirujanos y lo han hecho como carniceros¡±.
Esta cr¨ªtica exterior se suma a la autocr¨ªtica que el FMI se hizo respecto a la actuaci¨®n de la troika en Grecia: en el a?o 2012 esperaba una reducci¨®n del 5,5% del PIB con respecto a 2009, pero en realidad fue del 17%; el paro lleg¨® al 25% de la poblaci¨®n activa en vez del 15% previsto, y la deuda p¨²blica alcanz¨® el 170% del PIB en lugar del 156%. ?Por qu¨¦? Por una suma de factores entre los que se contaban c¨¢lculos err¨®neos de los multiplicadores fiscales, expectativas no realistas sobre las reformas estructurales que pod¨ªan llevarse a cabo y la renuncia desde el principio a reestructurar la deuda griega.
En el Parlamento entrar¨¢n eurocr¨ªticos, euroesc¨¦pticos o eurof¨®bicos. No son lo mismo
El segundo informe del PE, de su Comisi¨®n de Econom¨ªa, todav¨ªa no se ha hecho p¨²blico pero promete tener mucha significaci¨®n, pues adem¨¢s de valorar los efectos directamente econ¨®micos de los rescates a estos cuatro pa¨ªses, ha de analizar el papel institucional de la propia troika, una f¨®rmula inorg¨¢nica creada de un d¨ªa para otro para evitar la quiebra de Grecia.
El PE ha funcionado hasta ahora en una especie de bipartidismo imperfecto de las dos grandes familias ideol¨®gicas europeas (conservadores y democristianos), con adherencias de liberales y verdes. Los sondeos indican que ese bipartidismo ceder¨¢ tras las elecciones del 25 de mayo, que entre populares y socialistas conseguir¨¢n solo alrededor del 55% de los esca?os (60%, con los liberales) y que podr¨ªan entrar en la C¨¢mara tres clases de representantes de ¡°la otra Europa¡±, distintos entre s¨ª: los eurof¨®bicos, los euroesc¨¦pticos y los eurocr¨ªticos, con dificultades para formar grupo parlamentario propio porque se necesitan al menos 25 diputados de siete pa¨ªses diferentes.
El Tratado de Lisboa, con sus imperfecciones, da mayores poderes que nunca al PE. ?Podr¨¢ jugar de contrapoder del resto de los ¨®rganos de la UE? En su libro La impotencia democr¨¢tica (Catarata) ¡ªde imprescindible lectura¡ª, el polit¨®logo Ignacio S¨¢nchez Cuenca escribe: ¡°Las instituciones europeas est¨¢n claramente sesgadas a favor de los pa¨ªses acreedores. La ¨²nica salida que se ofrece [a los deudores] consiste en una devaluaci¨®n interna que restaure la competitividad. Pero la devaluaci¨®n interna lleva mucho tiempo, es tremendamente costosa para la poblaci¨®n y se enfrenta a una de las regularidades mejor conocidas en el ¨¢mbito econ¨®mico: la rigidez a la baja de los salarios nominales. La devaluaci¨®n interna puede descarrilar si los sacrificios que exige provocan una crisis social y pol¨ªtica¡±. Mientras tanto, las opiniones p¨²blicas europeas han revisado sus convicciones europe¨ªstas y muestran posiciones muy cr¨ªticas hacia la UE, pero las ¨¦lites, tanto econ¨®micas como pol¨ªticas, contin¨²an difundiendo un europe¨ªsmo incondicional.
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