CVC, un aceitero ingl¨¦s en la campi?a andaluza
Las claves de la venta de Deoleo, el emblema del sector alimentario espa?ol
Deoleo, la aceitera l¨ªder del mercado mundial del aceite de oliva, con marcas ¡°de toda la vida¡± como Koipe y Carbonell y las italianas Bertolli, Carapelli o Minerva-Sasso, ya tiene un nuevo due?o: la sociedad inglesa de capital riesgo CVC. Se ha tratado de una operaci¨®n en la que se han entremezclado aspectos econ¨®micos con otros politicos, con posiciones enfrentadas, tanto en el sector olivarero como en la propia sociedad. Uno de los debates era la posibilidad de que la firma estuviera controlada por un grupo nacional privado, con la presencia del Estado o simplemente en manos de capital exterior. Estas son las claves de la operaci¨®n:
??Qu¨¦ es Deoleo? Deoleo es la empresa l¨ªder mundial en el sector del aceite de oliva, con una cuota de mercado superior al 20%, una facturaci¨®n de 800 millones de euros, y presencia en todo el mundo. En Estados Unidos supera el 30% de las ventas, y concentra el 60% de todo el mercado en el sur de Europa. En Espa?a su cuota ha ca¨ªdo en los ¨²ltimos a?os del 30% al 16% por el desarrollo de las marcas blancas de la distribuci¨®n y la decisi¨®n del grupo de centrarse en la venta marquista.
??Cu¨¢l es su origen? El grupo, tiene su origen en 2001 cuando los hermanos Salazar, a trav¨¦s de SOS, adquieren al grupo italiano Montedison las marcas Carbonell y Koipe. SOS operaba en Estados Unidos con la venta de arroz y pretend¨ªa utilizar la misma red para meter su aceite. Se dio cuenta de que eso solo lo pod¨ªa hacer con marcas italianas y, entre 2004 y 2008 adquiri¨® con cr¨¦ditos de 900 millones, las marcas italianas Carapelli, Bertolli y Minerva-Sasso, pero endeudando a la empresa hasta los 1.500 millones.
??C¨®mo est¨¢ financieramente el grupo? Mal, consecuencia de esa deuda de 1.500 millones, lo que le ha impedido afrontar como debiera sus planes de expansi¨®n. Cesados los Salazar en 2009, en los ¨²ltimos a?os los nuevos gestores han hecho un duro ajuste rebajando la deuda a 500 millones, reduciendo la plantilla de 2.100 a 700 trabajadores y las ventas de m¨¢s de 1.000 a 800 millones, bajando el volumen comercializado, apostando por sus marcas propias, pero reduciendo su cuota de mercado. En este tiempo, se han puesto los cimientos para evitar la ca¨ªda del edificio, pero faltaban medios para colocar los andamios y la estructura. Los nuevos due?os se llevan un gran grupo, pero no una perita en dulce.
??Era necesario vender? Dos de los accionistas ¡ªBankia y BMN con el 16,5% y el 4,85%, respectivamente¡ª ten¨ªan la obligaci¨®n de vender al haber sido dos entidades rescatadas con fondos p¨²blicos. Pero, a partir de esa reorganizaci¨®n obligada, era indispensable tener uno o m¨¢s socios nuevos para que la empresa tuviera estabilidad y recursos para afrontar el futuro con garant¨ªas
??Es mala la llegada de un fondo? Depende. Si el mismo opera simplemente con la pol¨ªtica de llegar, vender y sacar su beneficio, ser¨ªa la muerte para el grupo. Si aterriza, dentro de su estrategia, con una idea de estabilidad, de permanecer un tiempo prudencial en el que no se trocee la empresa, no tiene por qu¨¦ ser negativo. En el caso de CVC se habr¨ªa acordado esa exigencia para un periodo m¨ªnimo de cinco a?os adem¨¢s de comprometerse a la refinanciaci¨®n de la deuda que ahoga a la empresa en los pr¨®ximos siete a?os.
??Hab¨ªa salida espa?ola? S¨ª. Frente a las ofertas presentadas por media docena de fondos de inversi¨®n, la cooperativa Hojiblanca, accionista con el 10%, trat¨® de articular un grupo con varios accionistas nacionales ¡ªUnicaja (10%), Caixabank (5,28%) y Kutxabank (4,2%)¡ª para intentar sumar el 30% del capital pero no se entendieron. Todos ellos siguen en la empresa y es la parte espa?ola de la que habla Arias Ca?ete. Antes de la operaci¨®n hubo contactos con grupos alimentarios de peso como Ebro Foods y Agrolimen, sin respuesta positiva.
?Cuesti¨®n de Estado. El Gobierno nunca ha tenido una postura decidida para entrar con fondos p¨²blicos. Al contrario de lo que sucedi¨® en los a?os 80, cuando los due?os de Koipe vendieron la empresa a los franceses de Lesieur o entre 1989 y 1991 cuando se plante¨® un debate nacional por la espa?olidad del grupo porque la familia Elos¨²a vend¨ªa Carbonell a la multinacional italiana Ferruzzi y el ministro de Agricultura de entonces, Carlos Romero, trat¨® de impedir sin ¨¦xito la operaci¨®n con la empresa p¨²blica Mercasa y hasta con la cooperativa remolachera Acor.
?Un sector estrat¨¦gico. El olivar, por contar con una superficie de 2,5 millones de hect¨¢reas, 800.000 olivareros o por ser Espa?a los lideres mundiales en la producci¨®n, es un sector muy importante para el conjunto del pa¨ªs y una actividad clave para una buena parte de Andaluc¨ªa, especial en Ja¨¦n.
??Es una operaci¨®n perjudicial para el sector? No tiene por qu¨¦. En las ¨²ltimas d¨¦cadas el sector ha sido testigo de diferentes movimientos de ida y vuelta entre Espa?a e Italia de marcas y empresas de aceite. En los 90, Carbonell estaba bajo ense?a italiana. Hoy, marcas italianas l¨ªderes como Carapelli, Bertolli o Sasso se hallan en Deoleo, junto a Koipe y Carbonell. Pero, en todo este periodo, con tantas convulsiones, la realidad es que la producci¨®n de aceite en Espa?a se ha multiplicado por tres hasta 1,7 millones de toneladas y que las exportaciones han pasado de unas 300.000 a casi las 800.000 toneladas.
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