El Mustang cabalga el Empire State

Los 50 a?os se merecen una conmemoraci¨®n por todo lo alto. As¨ª que para poner la guinda a las celebraciones del nacimiento del Mustang, los ingenieros de este ic¨®nico modelo de Ford Motor lo han subido a la cumbre del Empire State, donde est¨¢ el mirador abierto al p¨²blico y que queda a la altura del piso 86 del emblem¨¢tico rascacielos. Es el mismo escenario que se utiliz¨® en 1964 para presentar el pony car que acab¨® convirti¨¦ndose en el coche m¨¢s deseado de los j¨®venes estadounidenses y que medio siglo despu¨¦s mira a Europa.

Es dif¨ªcil encontrar un modelo con una vida continuada tan larga. El Corvette de Chevrolet est¨¢ en ese exclusivo grupo, pero no vendi¨® tantas unidades como el Ford Mustang. Solo en el primer fin de semana que estuvo a la venta salieron m¨¢s de 21.000 unidades por las puertas de los concesionarios. En el primer a?o, se acercaron a los 420.000 veh¨ªculos, m¨¢s que el coche m¨¢s popular en la actualidad. Era un im¨¢n. El que no ten¨ªa uno en su garaje, lo quer¨ªa.

El Mustang naci¨® como un sentimiento de optimismo e independencia en la carretera, mirando al mercado de j¨®venes conductores que emergi¨® tras la Segunda Guerra Mundial. Era y es un deportivo que la mayor¨ªa puede comprar. Estuvo a punto de morir hace unos a?os, pese a haber sido un modelo de gran valor para Ford Motor, del que se han vendido m¨¢s de nueve millones de unidades. Carroll Shelby hizo su propia versi¨®n para carreras, al convertir el pony car original en un muscle car.

Primer precio de 2.368 d¨®lares

La historia del Mustang empez¨® en el observatorio del ic¨®nico edificio art dec¨®, entonces la estructura m¨¢s alta del mundo. Hace cinco d¨¦cadas ya cabalg¨® hasta el techo de Manhattan un prototipo de la versi¨®n descapotable, durante la Feria del Autom¨®vil de Nueva York. Nadie pens¨® cuando se construy¨® el Empire State que sus ascensores originales iban a servir para subir un coche. Al d¨ªa siguiente sali¨® a la venta, a un precio base de 2.368 d¨®lares.

Las gr¨²as port¨¢tiles m¨¢s altas solo llegan al piso 50 y el vuelo en helic¨®ptero es imposible por la gran antena, adem¨¢s de que la plataforma del observatorio es demasiado estrecha. Las viejas medidas del montacargas tampoco serv¨ªan. Los ascensores del Empire State son nuevos y el ¨²ltimo Mustang es casi 18 cent¨ªmetros m¨¢s largo y 10 cent¨ªmetros m¨¢s ancho que el que primer hijo de Lee Iacocca.?Como entonces, la nueva generaci¨®n del Mustang se parti¨® en seis grandes piezas.

Aquel modelo de 1965 era compacto, maniobrable y muy divertido de conducir. ¡°Como los buenos artesanos, se midi¨® todo dos veces y se cort¨® solo cuando est¨¢bamos seguros de que iba a caber¡±, explica Dave Pericak, el ingeniero jefe de Mustang. Luego se pint¨®. Con todas las piezas en la planta, llev¨® menos de seis horas volver a componerlo. La sexta generaci¨®n se presenta con una cara m¨¢s agresiva y un perfil m¨¢s bajo. Y para celebrar el 50 cumplea?os, se producir¨¢ una edici¨®n limitada a 1.964 unidades, n¨²mero que coincide con el a?o del nacimiento.

Cambio en los 70

La apuesta de Iacocca fue ambiciosa con el Mustang. La idea era haber vendido 100.000 unidades del pony car en el primer a?o. Pero el ejecutivo de Ford Motor era un maestro del m¨¢rketing y se superaron de largo las expectativas. Esos 100.000 coches los vendi¨® en solo tres meses. Los que se pusieron al volante del modelo original cuentan estos d¨ªas como se les acercaba la gente en la calle, el aparcamiento o en las gasolineras para mirarlo, tocarlo y sentirlo.

Los entusiastas del Mustang lo siguen considerando un coche irresistible despu¨¦s de llevar 50 a?os cabalgando. Los pasillos de la sede de Ford Motor en Bearborn (Michigan) son estos d¨ªas un paseo por la historia del modelo. Se ve como fue ganando peso y tama?o con el tiempo. La crisis del petr¨®leo forz¨® su redise?¨® a mediados de los a?os 1970. La segunda generaci¨®n no es tan deseada por coleccionistas, pese a la popularidad de la versi¨®n Cobra.

El Mustang se fue haciendo con el tiempo m¨¢s europeo y sofisticado t¨¦cnicamente. En 2005 volvi¨® a sus ra¨ªces con la quinta generaci¨®n. La ¨²ltima que se muestra al mundo en el Empire State trata ahora de cautivar tambi¨¦n al joven conductor europeo medio siglo despu¨¦s de pisar el asfalto. El deportivo de tracci¨®n trasera llegar¨¢ a Espa?a a final del a?o pr¨®ximo tanto en la versi¨®n cup¨¦ como descapotable, con motores de 436 y 309 caballos.