La burocracia de la ley de marihuana causa recelo en los cultivadores uruguayos
Pese a contar ya con la esperada ley de la marihuana en Uruguay, los cultivadores cuestionan los numerosos requisitos burocr¨¢ticos que obstaculizan su aplicaci¨®n y la adaptaci¨®n de la sociedad a este escenario ¨²nico en el mundo.
La ley establece la obligaci¨®n de registrarse en el Instituto de Regulaci¨®n y Control del Cannabis (IRCCA) tanto para quienes quieran cultivar marihuana en casa, como para los llamados clubes cann¨¢bicos, los compradores del producto en circuito legal, las farmacias dispensadoras de la droga o las empresas que la producir¨¢n de forma industrial.
Adem¨¢s, tanto los clubes de cannabis como las personas f¨ªsicas que cultiven de forma dom¨¦stica marihuana para uso recreativo y personal deber¨¢n inscribirse en el Registro de Semilleristas y Cultivadores a cargo del Instituto Nacional de Semillas de Uruguay (INASE).
El tr¨¢mite de registro es el mismo que para cualquier otro tipo de plantas, e incluye la presentaci¨®n de varios formularios que detallan la actividad productiva, la designaci¨®n de un responsable t¨¦cnico del cultivo y el pago de una cuota anual, declar¨® a Efe la directora ejecutiva de INASE, Cecilia Jones.
Jones advirti¨® adem¨¢s de que s¨®lo podr¨¢n efectuar estos registros una vez hayan obtenido la informaci¨®n del IRCCA, que se encargar¨¢ de comprobar que los interesados re¨²nen los requisitos para ser cultivadores legales.
El art¨ªculo 16 de la ley exige que los cultivadores sean mayores de edad y ciudadanos uruguayos naturales o legales que acrediten su residencia permanente en el pa¨ªs.
El Estado tiene previsto adem¨¢s publicar en los pr¨®ximos 15 o 20 d¨ªas un llamado a licitaci¨®n para las empresas que quieran producir cannabis psicoactivo a nivel industrial, destinado a su venta en las farmacias que dispensar¨¢n la droga.
Se otorgar¨¢n un m¨¢ximo de seis licencias para la producci¨®n industrial a empresas, asociaciones o particulares seleccionados "por idoneidad", por "solvencia moral" y por "no tener v¨ªnculos con el narcotr¨¢fico", seg¨²n se?al¨® esta semana el secretario de la Junta Nacional de Drogas (JND), Julio Calzada.
Por su parte, los clubes cann¨¢bicos deber¨¢n adem¨¢s inscribirse como asociaciones civiles y tramitar su personalidad jur¨ªdica ante el Ministerio de Educaci¨®n y Cultura.
Todo este proceso de m¨²ltiples registros simult¨¢neos genera recelos para muchos activistas, que creen que se ralentizar¨¢ la puesta en funcionamiento de las disposiciones de la ley.
Por ejemplo, cuestionan la obligaci¨®n de "tener una ¨²nica sede para todas sus actividades", ya que a menudo se planta en terrenos rurales o casas particulares pero la asociaci¨®n civil tiene su sede en otro espacio, como se?al¨® hoy a Efe Hern¨¢n Delgado, representante de la asociaci¨®n Proderechos.
Delgado tampoco est¨¢ de acuerdo con el art¨ªculo 23 de la ley, que establece que las actividades de los clubes est¨¦n dirigidas exclusivamente a sus integrantes.
"El Estado pierde as¨ª una oportunidad de que los clubes se abran a toda la ciudadan¨ªa para educar en pr¨¢cticas de consumo responsable o reducci¨®n de da?os", opin¨®.
Para intentar resolver las dudas de los futuros cultivadores, sea a nivel dom¨¦stico o de clubes, la Asociaci¨®n de Estudios del Cannabis de Uruguay (AECU), una organizaci¨®n civil, brinda asesoramiento legal y operativo.
La formaci¨®n en materia de cultivo, la redacci¨®n de los estatutos del club, la elecci¨®n del lugar para plantar, el c¨¢lculo de los costos econ¨®micos, la presentaci¨®n de solicitudes jur¨ªdicas o las implicaciones de los registros son algunos de los temas sobre los que se ofrece orientaci¨®n, explic¨® a Efe Juan Vaz, portavoz de AECU.
"El objetivo final es que los consumidores se autogestionen, y ya no dependan ni del mercado informal, ni del mercado legalizado", destac¨®.
Como asociaci¨®n civil, AECU posee estatutos y actividades diferentes a los de los clubes de membres¨ªa cann¨¢bicos, y desde hace a?os presta apoyo jur¨ªdico a cultivadores que tuvieron problemas legales por cultivar marihuana.
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