?Ser¨¢ regresiva esta reforma?
El dise?o es electoral al mil¨ªmetro: recuperar 2,6 millones de desafectos
Berl¨ªn, 24 de marzo de 1999. Los jefes de Gobierno de la UE negocian el paquete presupuestario del periodo 2000-2006. A la vera del edificio, un gran cami¨®n. Ajetreo en su interior. Poderosos ordenadores de Hacienda calculan. En el momento en que confirmen que el saldo neto para Espa?a ser¨¢ un c¨¦ntimo corriente superior al anterior paquete, negociado por Felipe Gonz¨¢lez ¡ªno importa que la fase final del per¨ªodo decline¡ª, luz verde. Acodado a un piano de cola, vaso largo en mano, Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar fuma un puro. Recibe el aviso. Da su acuerdo. Firma.
Esta pauta de mercadotecnia electoral es la misma que se est¨¢ aplicando a la reforma fiscal en ciernes. Deb¨ªa ser una reforma integral. As¨ª lo recomend¨® Bruselas. As¨ª lo aconsej¨® todo sabio. As¨ª se encarg¨® al grupo Lagares de expertos.
No lo ser¨¢. Lo que cuenta es fumarse un puro. Para ello, los ordenadores de Hacienda han realizado ingentes simulaciones. Prima contentar al electorado esquivo ¡ªalerta a los 2,6 millones de desafectos del 25-M¡ª antes que el rigor legislativo.
Veremos ma?ana si asistimos a una ocasi¨®n total ¡ªo solo parcialmente¡ª perdida. Mal augurio propagand¨ªstico. El Gobierno Rajoy ha subido impuestos por 30.000 millones de euros. Los bajar¨¢ ahora en 5.000 millones, repartidos en dos a?os. Sacar¨¢ pecho de rebaja fiscal; habr¨¢ izado los impuestos a su mayor nivel en la historia de la democracia.
El ¨¦nfasis en el giro electoralista fiscal de los ¨²ltimos d¨ªas se plasma en tres decisiones, al parecer ya firmes. Una, la rebaja del impuesto sobre la renta afectar¨¢ a todos los tramos de contribuyentes, no solo a los m¨¢s bajos. Dos, la reducci¨®n de impuestos no se compensar¨¢ con alzas, contra lo que se hab¨ªa previsto para cumplir la senda comprometida de recorte del d¨¦ficit p¨²blico. Tres, se rompe el principio prudencial de iniciar una reforma global, y solo luego, comprobados sus resultados recaudatorios, modular los tipos al alza o a la baja. Y eso que el problema espa?ol es llenar la caja: a similares tipos que pa¨ªses vecinos, ocho puntos menos de ingreso. La clave ser¨¢ c¨®mo reducir los 36.840 millones requeridos para cuadrar el d¨¦ficit.
La otra gran inquietud. ?Ser¨¢ regresiva esta reforma? Hay que temer lo peor. Por lo sabido, poca novedad en la lucha contra el fraude: 70.000 millones evadidos al a?o, seg¨²n el C¨ªrculo de Empresarios; 20.000 en el IRPF, seg¨²n Fedea. Y sin embargo, el fraude rompe la progresividad, redistribuye desde las carteras de quienes pagan a la de quienes se van de rositas. De no mediar remedio de ¨²ltima hora, Espa?a seguir¨¢ dedicando a este combate la quinta parte de recursos (con relaci¨®n al PIB) que Holanda, y la cuarta parte que Francia. Miseria.
Y adem¨¢s, el IRPF disminuir¨¢ sus tramos (peligro adicional para la progresividad) y se mantendr¨¢ la abismal diferencia (casi el doble) entre la alta imposici¨®n a las rentas del trabajo y la aplicada a las del capital. En Sociedades, ?compensar¨¢ la eliminaci¨®n de deducciones que favorecen a la gran empresa su igualaci¨®n de tipo (25%) con las pymes? Atentos.
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