Indra prolonga el chip
La renovaci¨®n del equipo directivo de la firma diluye la idea del Gobierno de convertirla en el polo del sector de Defensa
Estos ¨²ltimos meses, tras la entrada de la SEPI en Indra, se han multiplicado los comentarios sobre la posibilidad de que la empresa l¨ªder del sector tecnol¨®gico espa?ol desempe?e un papel central en la conformaci¨®n de un polo industrial de Defensa al estilo de los creados en Francia, Reino Unido e Italia. Lo primero que llam¨® la atenci¨®n es que la SEPI estuviera dispuesta a pagar m¨¢s de 300 millones de euros por ese paquete del 20% adquirido a Bankia justo en un momento en el que el Gobierno busca ante todo reducir sus participaciones y hacer caja en empresas como AENA. Una inversi¨®n mucho m¨¢s que financiera y que trajo consigo el nombramiento de dos consejeros ligados al Ejecutivo: Juan Carlos Aparicio y Adolfo Men¨¦ndez, presidente de TEDAE, la patronal del sector.
La consolidaci¨®n de la industria de defensa ya la intent¨® Carme Chac¨®n durante su periodo al frente de Defensa y es ahora uno de los desaf¨ªos del actual ministro del ramo, Pedro Moren¨¦s. Tanto que V¨ªctor Mor¨¢n, diputado del Grupo Socialista en el Congreso, considera que ¡°el ministro debe venir aqu¨ª y explicar exactamente cu¨¢les son sus planes¡±. En la actualidad, Espa?a cuenta con una industria de defensa, seguridad y aeroespacial significativa, pero muy atomizada: factura unos 10.000 millones de euros (el 1% del PIB) y da trabajo a cerca de 53.000 personas, pero se dispersa entre m¨¢s de 850 firmas, de las que unas 80 est¨¢n agrupadas bajo el paraguas de TEDAE.
Todo ello genera dificultades para competir fuera de Espa?a. Lo reconoce Constantino M¨¦ndez, secretario de Estado de Defensa en el ¨²ltimo Gobierno socialista, al se?alar que ¡°nuestra industria de defensa carece de empresas de tama?o similar a otras que se han formado en Europa, y esto es muy importante a la hora de participar, por ejemplo, en los grandes proyectos europeos¡±. Pero es que tambi¨¦n preocupa la poca intercomunicaci¨®n entre empresas y subsectores, lo que lleva a que cada una haga la guerra por su cuenta.
Muchos analistas objetan la compra del 20% de la firma por parte del Estado
¡°Pese a que se suele decir que la industria de defensa espa?ola es puntera, eso no es totalmente cierto¡±, afirma Bernardo Navazo, responsable de defensa en la Fundaci¨®n Alternativas. ¡°En algunas ¨¢reas se necesita un gran esfuerzo de modernizaci¨®n¡±. Pero si hasta hace poco se hablaba mucho de fusiones en el sector, ahora prima la idea de aumentar la cooperaci¨®n.
Indra ha iniciado el desarrollo del simulador para el futuro submarino S-80 de Navantia. Ello explica que el desembarco de la SEPI en Indra y, sobre todo, la posibilidad de que ese paquete se transfiera al Ministerio de Defensa hayan situado a la tecnol¨®gica en el ojo del hurac¨¢n. Lo primero es que la posibilidad de una fusi¨®n (o un intercambio accionarial) con otras empresas del sector nunca ha sido bien recibida por la direcci¨®n de la empresa, ya que afectar¨ªa a sus resultados, que siguen siendo, pese a la crisis, muy s¨®lidos. Y el que se la haya llegado a emparentar con Navantia, el grupo de construcci¨®n naval militar de la SEPI, con 78 millones de p¨¦rdidas en 2012 y un pasivo de casi 5.000 millones de euros, no ha beneficiado a la tecnol¨®gica. ¡°Adem¨¢s¡±, explica Ignacio Cantos, director de Atlas Capital, ¡°el negocio de defensa y seguridad (defensa, control de fronteras y simuladores) solo supone ahora el 17% del negocio de Indra¡±.
Algunos expertos conceden que la participaci¨®n activa (que no integraci¨®n) de Indra en un polo de empresas independientes podr¨ªa ser interesante; aportar¨ªa mayor volumen de negocio, pero s¨®lo en el caso de que se dieran dos condiciones: la primera, que el presupuesto de Defensa espa?ol vuelva a subir y disponga de remanente para nuevos proyectos, algo que no est¨¢ claro. ¡°El Ministerio¡±, advierte Navazo, ¡°tiene que pagar facturas referentes a contratos firmados hace a?os, y la verdad es que no tiene dinero para satisfacer esas deudas y menos para proyectos nuevos¡±. La segunda condici¨®n para que ese polo liderado por Indra pudiera generar m¨¢s negocio es que la compa?¨ªa estimulara entre sus asociados, a trav¨¦s de esos programas conjuntos, la aplicaci¨®n de sus tecnolog¨ªas, algunas civiles, en esas ¨¢reas extendidas de defensa, seguridad o aeroespacial. ¡°Eso podr¨ªa ser interesante, ya que podr¨ªa generar m¨¢s pedidos y una activaci¨®n del negocio dom¨¦stico¡±, dice Iv¨¢n Sanfelix, analista de Renta 4.
Todo este debate sobre el posible papel de Indra en la industria de defensa ha coincidido, por otra parte, con un momento dif¨ªcil para la compa?¨ªa por la ca¨ªda de los contratos dom¨¦sticos (dada su fuerte dependencia de las Administraciones p¨²blicas). Si ha logrado incrementar su facturaci¨®n ha sido gracias a su importante presencia en el mundo, con proyectos en 138 pa¨ªses. Mientras que hace siete a?os el 68% de sus ventas eran en Espa?a, ahora solo son el 39%. ¡°El ¨¦xito internacional le la compa?¨ªa est¨¢ fuera de toda duda¡±, dice Pablo Iturriaga, analista de Tressis, ¨¦xito que le ha permitido, pese a todo, elevar sus ventas desde los 2.167 millones de euros de 2007 hasta los 2.914 millones del a?o pasado. Los ¨²ltimos trimestres, sin embargo, las cosas se han torcido, al juntarse esa merma de ventas en casa con la depreciaci¨®n de divisas con las que trabaja fuera de Espa?a. En 2013, Indra registr¨® por primera vez una reducci¨®n de ventas, del 0,8%, seguida de un estancamiento en el primer trimestre.
Javier Monz¨®n ha renovado su mandato con el 81,4% de los votos del capital
El t¨ªtulo Indra, que ha ido bien los dos ¨²ltimos a?os (en parte por el crecimiento de dos d¨ªgitos en Latinoam¨¦rica), parece haber sufrido las expectativas de cambio. Algunos analistas atribuyen el retroceso de la acci¨®n a la entrada de la SEPI y al temor de que haya intentos de reconducir la estrategia de Indra seg¨²n los intereses del Gobierno y no de los accionistas. ¡°Los planes con defensa supondr¨ªan un cambio en la orientaci¨®n del negocio de Indra y una mayor implicaci¨®n del Gobierno en la direcci¨®n¡±, opina Iturriaga, en l¨ªnea con Cantos, para quien ¡°este tipo de operaciones no suele beneficiar a empresas cotizadas¡±.
Otros a?aden que la entrada del Estado puede percibirse como un freno a cualquier tipo de operaci¨®n corporativa. ¡°Ese 20% de participaci¨®n de la SEPI le hace menos susceptible de verse involucrada en movimientos corporativos como a los que estamos asistiendo dentro del sector en Europa¡±, dice Iturriaga. De todos modos, el que Javier Monz¨®n, presidente de Indra desde hace 22 a?os y del que se dijo estar en peligro tras la entrada de la SEPI, haya resultado reelegido en su cargo con el 81,4% de los votos en la reciente junta general de la compa?¨ªa se ha interpretado como que Indra seguir¨¢ siendo una tecnol¨®gica independiente.?
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.