Guindos reclama ¡°autocr¨ªtica¡± y un viraje pol¨ªtico a la UE
El Ecofin insta a Bruselas a acelerar el plan de inversiones
A Espa?a le gusta el plan Draghi. El ministro de Econom¨ªa, Luis de Guindos, cree que es imprescindible seguir el esquema marcado por el presidente del Banco Central Europeo (BCE) ¡ªreformas, pero tambi¨¦n est¨ªmulos monetarios y fiscales¡ª ante el riesgo de una tercera recesi¨®n con graves efectos secundarios sobre la econom¨ªa espa?ola. En un alarde de sinceridad poco habitual en los tiempos que corren, Guindos reclam¨® hoy a la Uni¨®n un ejercicio de ¡°autocr¨ªtica¡± sobre la estrategia de pol¨ªtica econ¨®mica seguida en los ¨²ltimos a?os. Solo Draghi ha hecho algo parecido, con el reconocimiento de que Europa necesita imperiosamente pol¨ªticas de demanda (est¨ªmulos), y no solo de oferta (reformas y recortes) si quiere evitar las curvas: un escenario de bajo crecimiento y baja inflaci¨®n alarmante para un continente empachado de deudas p¨²blicas y sobre todo privadas.
Guindos se sum¨® a esa estela con una inequ¨ªvoca declaraci¨®n de intenciones: ¡°No toda la estrategia europea ha sido equivocada; en la anterior etapa de la crisis el principal riesgo eran los desequilibrios fiscales y de competitividad y para eso hac¨ªan falta reformas y consolidaci¨®n fiscal. Pero ahora es el momento de hacer autocr¨ªtica y de poner las bases de un nuevo enfoque con el objetivo de crecer y crear empleo¡±. Ese discurso lo comparten la gran mayor¨ªa de ministros, e incluso la Comisi¨®n. Al menos en teor¨ªa. La realidad es otra: esa ret¨®rica es, de momento, poco m¨¢s que un cascar¨®n vac¨ªo.
La reuni¨®n de titulares de Econom¨ªa y Finanzas de la eurozona ¡ªel viernes¡ª y de la UE ¡ªhoy¡ª se cerr¨® con una primera victoria de Draghi, a los puntos. Su an¨¢lisis va calando y los gestores de la eurozona debaten la manera de activar las medidas que reclama. Pero la atm¨®sfera de esos dos encuentros en Mil¨¢n permite inferir que el BCE no deber¨ªa esperar demasiada ayuda. El Eurobanco pondr¨¢ a partir de esta semana los primeros est¨ªmulos monetarios, con una nueva barra libre de liquidez que se complementar¨¢ con compras de activos privados a partir de octubre. Para que el plan funcione, seg¨²n Draghi, hacen falta adem¨¢s reformas en Par¨ªs y Roma, flexibilidad fiscal y un plan de inversiones. Y eso solo llegar¨¢ ¡ªsi llega¡ª con cuentagotas: las reformas no van a ser f¨¢ciles para Francia e Italia y el Norte recela a la hora de suavizar las metas fiscales. Y en cuanto a las inversiones prometidas por el nuevo presidente de la Comisi¨®n, Jean-Claude Juncker ¡ªun paquete de 300.000 millones de euros¡ª, hoy qued¨® claro que apenas habr¨¢ dinero fresco: todo se f¨ªa al Banco Europeo de Inversiones (BEI), a trav¨¦s del apalancamiento de sus fondos, una especie de versi¨®n financiera de la multiplicaci¨®n de los panes y los peces.
La eurozona cerr¨® el segundo trimestre con el crecimiento en el 0% y una inflaci¨®n que ya roza tambi¨¦n el 0%: con todos los s¨ªntomas de una enfermedad japonesa. Pero ante esos n¨²meros, la sensaci¨®n de urgencia solo se ve en los anteriormente aburridos banqueros centrales. El vicepresidente del BCE, el portugu¨¦s V¨ªtor Const?ncio, reiter¨® ante la prensa la preocupaci¨®n por un entorno ¡°de crecimiento cero y muy baja inflaci¨®n, problem¨¢tico ante el elevado endeudamiento privado y p¨²blico¡±. Sin crecimiento es m¨¢s dif¨ªcil pagar las deudas; sin inflaci¨®n, la factura del endeudamiento es a¨²n m¨¢s pesada para el deudor. Pero ese diagn¨®stico ni siquiera est¨¢ enteramente compartido por los mandarines del euro: Alemania y sus sat¨¦lites ¡ªlos pa¨ªses acreedores¡ª est¨¢n c¨®modos a pesar de las se?ales de alarma que dan los ¨ªndices de precios, con alzas inferiores al 1% desde hace un a?o. En la reuni¨®n del Ecofin, el vicepresidente de la Comisi¨®n ¡ªel conservador finland¨¦s Jyrki Katainen¡ª lleg¨® a asegurar que una inflaci¨®n tan baja ¡°tambi¨¦n tiene efectos favorables en determinadas circunstancias¡±, seg¨²n las fuentes consultadas, lo que origin¨® un rifirrafe con el socialdem¨®crata italiano Roberto Gualtieri, presidente de la comisi¨®n de asuntos econ¨®micos de la Euroc¨¢mara.
En medio de una crisis de deuda, los acreedores son quienes tienen la sart¨¦n por el mango; por eso Alemania lidera la UE sin apenas rivales desde el estallido de la crisis. Los ecos del discurso de Draghi apenas son audibles a Berl¨ªn. El ministro alem¨¢n Wolfgang Sch?uble lleva d¨ªas alertando de que no hay que suavizar las reglas fiscales. Rechaza de plano los continuos llamamientos a que Alemania acometa un plan de inversi¨®n p¨²blica. Y si alguien esperaba un cambio de tono en Mil¨¢n, lo que hizo Sch?uble fue m¨¢s bien lo contrario: insisti¨® en la necesidad de aprobar reformas ¡ªen un mensaje teledirigido a Par¨ªs y Roma¡ª y asegur¨® que Europa est¨¢ sentada sobre una monta?a de liquidez; solo las reformas permitir¨¢n elevar la competitividad para que vuelva la confianza y reaparezca la inversi¨®n, seg¨²n esa enmienda a la totalidad del plan Draghi.
Pero la inversi¨®n, en fin, no reaparece. Ha ca¨ªdo en torno al 15% desde los niveles precrisis. El ministro italiano Pier Carlo Padoan asegur¨® que el Ecofin ha instado a Bruselas y el BEI a acelerar los preparativos del paquete de est¨ªmulo para reactivar ese cap¨ªtulo, esencial para que vuelva algo parecido a la recuperaci¨®n. ¡°No ser¨¢ solo palabras¡±, prometi¨®. Pero eso es justamente lo que parece en este momento.
El Gobierno espa?ola acelerar¨¢ las reformas, seg¨²n el ministro
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