Presupuestos subordinados
El principal prop¨®sito de las cuentas es contribuir a la recuperaci¨®n del crecimiento econ¨®mico y del empleo, pero en realidad la autonom¨ªa del Gobierno para conseguirlo es muy limitada
Cualquier ejercicio de presupuestaci¨®n, tambi¨¦n el de los estados, busca satisfacer al menos un objetivo, y para alcanzarlo ha de sortear unas restricciones, entre otras, las derivadas del entorno econ¨®mico en el que operan. En el proyecto de Presupuestos Generales del Estado (PGE) para 2015 el gobierno declara que su principal prop¨®sito es contribuir a la recuperaci¨®n del crecimiento econ¨®mico y del empleo. En realidad, la autonom¨ªa del Gobierno para conseguirlo es muy limitada. La prioridad, el punto de partida en su elaboraci¨®n, es intentar cumplir con las exigencias europeas de reducci¨®n del d¨¦ficit p¨²blico, que no puede exceder del 4,25% del PIB. Esta es una restricci¨®n que limita de forma muy significativa su compatibilidad con otros prop¨®sitos.
A esa subordinaci¨®n de los objetivos a exigencias externas se a?ade la que viene determinada por las hip¨®tesis que refleja el cuadro macroecon¨®mico. La previsi¨®n de crecimiento del PIB y sus componentes son los principales determinantes de la generaci¨®n de ingresos p¨²blicos con los que hacer frente a los gastos correspondientes. Que la econom¨ªa espa?ola crezca en 2015 ese 2% previsto por el Gobierno depender¨¢ de que las tres mayores econom¨ªas de la eurozona ¡ªAlemania, Francia e Italia¡ª, nuestros principales clientes, abandonen el estancamiento, cuando no la recesi¨®n, en que est¨¢n inmersas. Si no es as¨ª, las exportaciones espa?olas no crecer¨¢n el 5,4% previsto, y el sector exterior, en lugar de contribuir al crecimiento, puede acabar reduci¨¦ndolo.
Los indicadores m¨¢s contempor¨¢neos confirman que el estancamiento en el segundo trimestre de la eurozona puede continuar. La confianza, en particular la de los empresarios, ha declinado en septiembre. Tambi¨¦n en este mes se han debilitado algunos indicadores de demanda de las familias espa?olas, en l¨ªnea con lo que advert¨ªa el Banco de Espa?a en su ¨²ltimo informe. Endeudamiento elevado de familias y empresas, estancamiento de la renta de las familias y ausencia de inflaci¨®n no incitan al aumento del consumo y la inversi¨®n, y tampoco fortalecen la resistencia de la econom¨ªa a ca¨ªdas de la demanda de nuestros principales clientes.
Para que los PGE se cumplan, para que esas reducciones de impuestos directos que incorporan se traduzcan en liberaci¨®n efectiva de renta disponible, es necesario que haya m¨¢s demanda en Europa. Si el arsenal desplegado por el BCE tarda en normalizar el cr¨¦dito y alejar la deflaci¨®n no habr¨¢ m¨¢s remedio que flexibilizar las restricciones de pol¨ªtica presupuestaria que pesan sobre algunos pa¨ªses que no crecen y asumir la expansi¨®n de la inversi¨®n p¨²blica de aquellos, como Alemania, que crecen y tienen unas finanzas p¨²blicas saneadas. Y hacerlo cuanto antes.
En ausencia de esa complicidad europea, no ser¨¢ f¨¢cil que la econom¨ªa espa?ola intensifique su ritmo de crecimiento el a?o que viene hasta el 2% previsto, ni que la recaudaci¨®n impositiva crezca ese 5,4% (casi 10.000 millones de euros m¨¢s que la estimaci¨®n de cierre de este a?o) que el Gobierno anticipa. Y, en consecuencia, ser¨¢ dif¨ªcil alcanzar el d¨¦ficit p¨²blico que nos impone Bruselas sin reducciones adicionales de gasto.
Subordinaci¨®n es tambi¨¦n la que esos PGE definen al comportamiento de los mercados financieros, relevante para que la evoluci¨®n de los tipos de inter¨¦s sobre el elevado endeudamiento p¨²blico y privado de nuestra econom¨ªa no aporte sorpresas desagradables sobre esa consignaci¨®n de 35.000 millones de euros para remunerar una deuda publica creciente. Es incluso probable que esa partida se beneficie de un entorno de muy bajos tipos de inter¨¦s, consecuente con el temor del BCE a la continuidad de esa perversa combinaci¨®n de estancamiento y cercan¨ªa a la deflaci¨®n. Demasiada subordinaci¨®n, en definitiva, para el principal instrumento de influencia del estado en la econom¨ªa.
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