Merkel se enroca pese al riesgo de recesi¨®n de la Uni¨®n Europea
Berl¨ªn aviva el riesgo de conflicto con Par¨ªs por las reglas fiscales El BCE se ve obligado a apoyar la deuda de Grecia
![La canciller alemana, Angela Merkel, ayer durante la cumbre Europa-Asia](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/XXSLL7ETLK2GYOJJGHUQNNFMWE.jpg?auth=72f4dd430cda59520ff2176982d7cbe68f4db56769238e79a7a9df4cea07f551&width=414)
Una sensaci¨®n de d¨¦j¨¤ vu recorre el espinazo de Europa y se deja notar con intensidad en los mercados desde hace unos d¨ªas. El mundo entero pide un cambio de rumbo a la eurozona, cerca de caer en una tercera recesi¨®n autoinfligida por lo que el FMI o el G-20 juzgan como graves errores de gesti¨®n en la pol¨ªtica econ¨®mica. Pero la canciller alemana, Angela Merkel, se resiste a virar un solo mil¨ªmetro: ¡°Todos los pa¨ªses ¡ªinsisto: todos¡ª deben cumplir las reglas fiscales¡±, dijo ayer en la c¨¢mara baja del Parlamento, en lo que parece un nuevo paso hacia una colisi¨®n con Francia e Italia, la segunda y la tercera econom¨ªas del euro.
Par¨ªs y Roma, con el apoyo del BCE, exigen algo de manga ancha a causa del en¨¦simo despertar de la crisis. Berl¨ªn, que hab¨ªa dado se?ales de dar su brazo a torcer, insiste ahora en la austeridad sin paliativos, en las reformas a rajatabla, aunque eso agrave los males de Europa a la corta. Ese conflicto y la par¨¢lisis en la pol¨ªtica continental dejan a la econom¨ªa europea, de nuevo, ante un preocupante par¨®n que ha generado una sacudida en los mercados con sensaciones parecidas a las de 2012, a las de los a?os de plomo de la crisis del euro.
Los problemas se acumulan: el paro sigue en m¨¢ximos en toda la UE, la inflaci¨®n est¨¢ en m¨ªnimos del ¨²ltimo lustro, la banca no termina de recuperarse y se enfrenta en apenas 10 d¨ªas a unos duros ex¨¢menes en Fr¨¢ncfort. Y nadie, absolutamente nadie, ha hecho caso a los continuos llamamientos al activismo del BCE. La crisis, adem¨¢s, ha vuelto a Grecia, que pretende salir de su programa de rescate sin m¨¢s ayudas y se enfrenta a unas elecciones en las que la izquierda radical de Syriza manda en las encuestas con un programa basado en la reestructuraci¨®n de la deuda. ¡°El miedo ha vuelto¡±, resum¨ªa anoche una fuente europea, ¡°pero Merkel no se da por enterada¡±.
Aunque al menos el memorial de da?os se contuvo respecto a la jornada anterior, en parte por el apoyo del BCE al eslab¨®n m¨¢s d¨¦bil, Grecia, que va de cabeza hacia una crisis pol¨ªtica salpicada de elementos econ¨®micos y financieros con muy mala pinta. El Ibex espa?ol lleg¨® a perder hasta un 4%, aunque al final moder¨® sus p¨¦rdidas hasta el 1,7%. La sangr¨ªa en las Bolsas fue general ¡ªsalvo ligeras ganancias en Alemania¡ª, aunque los da?os fueron mayores en la periferia. Vuelve el miedo. Y con ¨¦l, las primas de riesgo: Grecia paga ya por sus bonos a 10 a?os un 8% de inter¨¦s, y la deuda espa?ola e italiana registra las primeras d¨¦cimas de fiebre.
Apenas hay nuevos datos estad¨ªsticos que justifiquen ese castigo, m¨¢s all¨¢ de las explicaciones de toda la vida: recogida de beneficios tras dos a?os de subidas, conflictos internacionales, desplome del precio del petr¨®leo, agotamiento de los est¨ªmulos monetarios y, en fin, ese caj¨®n de sastre de la desconfianza al que se agarran los analistas para explicar el varapalo, asociado en este caso a los temores de p¨¦rdida de fuelle de la recuperaci¨®n global. Todos esos s¨ªntomas se agravan en Europa, como consecuencia de una gesti¨®n de la pol¨ªtica econ¨®mica poco m¨¢s o menos ¡°desastrosa¡±, seg¨²n los economistas Jean Pisani-Ferry y Marcel Fratzscher, que asesoran a los Gobiernos franc¨¦s y alem¨¢n, respectivamente. Al desplome de la producci¨®n industrial y las ca¨ªdas de los ¨ªndices de confianza se sum¨® ayer la inflaci¨®n del euro, que se situ¨® de nuevo en el 0,3% en septiembre, seg¨²n Eurostat. Se avivan as¨ª los riesgos de deflaci¨®n.
Pese a las cr¨ªticas que le llueven desde dentro y fuera del pa¨ªs, Berl¨ªn sigue en sus trece. La canciller Merkel dej¨® claro que no est¨¢ dispuesta a renunciar a la pol¨ªtica de ahorro dentro de casa ¡ªy, por tanto, no acometer¨¢ grandes planes de inversi¨®n¡ª ni a dejar de exigir a sus socios europeos que hagan lo mismo. El duro discurso de Merkel llega en un momento especialmente complicado. La jefa de Gobierno alem¨¢n da un pu?etazo encima de la mesa justo cuando la recuperaci¨®n que se atisbaba a principios de a?o parece esfumarse y un d¨ªa despu¨¦s de que Francia retara a la Comisi¨®n al enviarle un Presupuesto que incumple el objetivo de reducir al 3% el d¨¦ficit para el pr¨®ximo a?o. La canciller insiste en su conocido discurso de que solo con la consolidaci¨®n fiscal y las reformas estructurales volver¨¢ un crecimiento sostenible.
Para reforzar sus argumentos, Merkel pone como ejemplo a Espa?a, Irlanda y Portugal, donde crece la productividad, la balanza comercial ha mejorado y se est¨¢ reduciendo el d¨¦ficit. ¡°Que desde el principio tomamos el camino correcto lo demuestran los primeros ¨¦xitos logrados en los pa¨ªses m¨¢s afectados por la crisis¡±, asegur¨® la l¨ªder democristiana. Las primas de riesgo en esos pa¨ªses, sin embargo, han subido en cuanto los mercados han atisbado problemas. La otra cara de la moneda es Alemania, con tipos de inter¨¦s negativos en su deuda p¨²blica en todos los plazos hasta tres a?os, lo que supone un sensacional ahorro a lo largo del a?o.
Los ¡°¨¦xitos¡± que Merkel atribuye a Espa?a, Irlanda y Portugal chocan con los datos estad¨ªsticos. Espa?a sigue con crecimiento e inflaci¨®n en el entorno del 0%, el paro en el 25% y la deuda p¨²blica en el 100% del PIB y subiendo a toda velocidad.
Grecia, otro de los pa¨ªses que ha recibido un rescate multimillonario a cambio de duros recortes y reformas, sufri¨® ayer en el mercado de deuda, hasta el punto de que la Comisi¨®n Europea tuvo que asegurar que har¨¢ ¡°todo lo necesario¡± para ayudar financieramente a Grecia, seg¨²n el vicepresidente Jyrki Katainen, que emple¨® una ret¨®rica que recuerda peligrosamente a los a?os de plomo de la crisis. Tambi¨¦n el BCE volvi¨® a las decisiones de emergencia, con una ayuda para Grecia ¡ªrelajando las exigencias¡ª que suaviz¨® el escarmiento en los mercados. Dramatismo en los discursos y medidas desesperadas del banco central ante el riesgo de que la crisis pase a mayores y vuelva por donde sol¨ªa: una vez m¨¢s, d¨¦j¨¤ vu.
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