Torres encaja con el gusto de China
La filial asi¨¢tica del grupo vin¨ªcola se erige en su principal distribuidora internacional
La historia de Bodegas Torres en China no ha sido precisamente f¨¢cil. ¡°Primero intentaron hacer vino en el pa¨ªs y se estamparon. Luego, para evitar aranceles, probaron de embotellar all¨ª y tampoco les sali¨® bien. Pero en los ¨²ltimos a?os han crecido y les ha ido muy bien, convertidos en un simple distribuidor¡±, explica una persona que conoce bien la compa?¨ªa por dentro y que prefiere mantener su anonimato. Poco m¨¢s de dos d¨¦cadas despu¨¦s de entrar en un mercado que primero abonaron los vinos franceses, el grupo se ha erigido en el segundo importador ¡ªtras la americana ASC Fine Wines¡ª del gigante asi¨¢tico. El a?o pasado factur¨® all¨ª 25 millones de euros, una d¨¦cima parte de las ventas de todo el grupo (230 millones de euros), y se convirti¨® en su mayor filial comercial.
El responsable de esa aventura es Miguel A. Torres, actual presidente de la compa?¨ªa pero retirado de la primera l¨ªnea ejecutiva desde hace dos a?os. Mand¨® el desembarco en 1997. ¡°Se ve¨ªa un potencial, porque pr¨¢cticamente all¨ª no se beb¨ªa vino, pero hablando con la gente te explicaban que funcionar¨ªa bien y nosotros enviamos a una persona¡±, explica el principal accionista de la compa?¨ªa sobre aquellos inicios, admitiendo que los primeros vinos que se intentaron hacer all¨ª ¡°no eran fant¨¢sticos¡±, f¨®rmula diplom¨¢tica de decir que no eran aptos. Tras los fracasos iniciales y ver c¨®mo se perd¨ªa un mill¨®n de euros en los a?os 2000 y 2001, el consejo familiar del grupo lleg¨® a discutir la retirada del pa¨ªs. Se dieron un poco m¨¢s de tiempo y enviaron a un nuevo ejecutivo que se acab¨® mimetizando con la sociedad china. Esa fue una de las claves. A los dos a?os se equilibraban las cuentas y posteriormente llegaba el ¨¦xito actual.
Pero el crecimiento en el pa¨ªs asi¨¢tico no es ¨²nicamente resultado de la capacidad de gesti¨®n de Torres. El vino est¨¢ lejos de ser un bien de consumo popular en el pa¨ªs. El 80% del que se consume es de producci¨®n local. Y el crecimiento del de exportaci¨®n, vinculado al lujo y a las nuevas clases altas, solo ha llegado de la mano de la bajada de los aranceles que lo gravan.
Es un mercado que ha dado un salto exponencial en los ¨²ltimos a?os. El volumen de botellas vendidas se ha disparado un 136% entre 2008 y 2014, cuando se bebieron 1,86 millones de botellas. Como consecuencia, la cifra de importadores ha pasado de un escaso centenar a m¨¢s de 5.000. Ese crecimiento se ha visto afectado ahora por una ca¨ªda del 10% del mercado en el primer semestre motivado por las medidas de austeridad del Gobierno chino. Pese a los vaivenes del mercado, Torres ha logrado que la revista asi¨¢tica Food haya incluido uno de sus tintos m¨¢s populares producidos en el Pened¨¨s, el Sangre de Toro, en el listado de marcas m¨¢s valoradas por el mercado chino, situada en la posici¨®n 17.
¡°Para estar en China tienes que tener presente tres cosas: que has de enviar a alguien, que has de estar preparado para invertir dinero y que has de tener fe en el mercado, que nunca es f¨¢cil¡±, explica Miguel A. Torres, que es gr¨¢fico cuando subraya que ¡°el vino se tiene que vender tres veces: al importador, a la tienda y al consumidor final¡±.
De esos tres pasos que describe, Torres China ¡ªcompa?¨ªa en la que tambi¨¦n participa la francesa Baron Philippe de Rothschild¡ª tiene parcialmente garantizados al menos dos. La empresa es por s¨ª una distribuidora con ocho oficinas en el pa¨ªs y adem¨¢s cuenta con una red de 22 tiendas y tres establecimientos de restauraci¨®n. No solo vende sus marcas propias, sino que en su portafolio de 450 vinos ha incluido otras referencias ajenas.
China ha servido de banco de pruebas para otras aventuras asi¨¢ticas de Torres. Ahora est¨¢ inmerso en India, donde ha constituido una sociedad junto a socios locales y europeos. ¡°De momento es un pozo sin fondos¡±, dice el presidente de la bodega, que cuestiona que el pa¨ªs indio todav¨ªa no haya asumido una rebaja de los aranceles a las bebidas alcoh¨®licas, como s¨ª hizo China. De ah¨ª que en aquel pa¨ªs apenas vendan ahora 10.000 cajas de botellas de vino llegadas de Espa?a y Chile, mientras que en China ese n¨²mero alcanza las 130.000, pese a estar presentes desde 2001.
Mientras que Espa?a, Chile y Estados Unidos se han convertido en Estados productores de Torres, los dos pa¨ªses asi¨¢ticos est¨¢n llamados a desempe?ar un papel esencial en las ventas de la multinacional espa?ola, para la que las exportaciones suponen un 72% de su facturaci¨®n.
Relevo generacional
Miguel A. Torres cedi¨® en septiembre de 2012 el bast¨®n de mando de Bodegas Torres, pero no ha cambiado ni asiento ni mesa en Mas Rabell, el exclusivo restaurante del Pened¨¨s donde la compa?¨ªa recibe a sus invitados. Desde ese punto, estrat¨¦gicamente ubicado en una esquina, controla lo que se cuece en el comedor y sabe cu¨¢ndo puede y se tiene que levantar para hacer los parabienes al resto de presentes en la sala, siempre acompa?ados por alg¨²n empleado de la compa?¨ªa. Hombre pausado, discreto y con un controlad¨ªsimo tono de voz, reclama la atenci¨®n de los camareros con un peque?o mando como los que se utilizan para abrir el port¨®n de un aparcamiento. Mas Rabell parece una alegor¨ªa de los cambios que han afectado a la direcci¨®n de la compa?¨ªa con el desembarco de la quinta generaci¨®n de la familia. Miguel A. sigue interpretando el papel de presidente que todav¨ªa es, por mucho que su hijo sea el primer ejecutivo del grupo. ¡°La ¨²nica diferencia es que ahora yo hablo con los directivos y hago preguntas ¡ªexplica¡ª pero no doy ¨®rdenes y si alg¨²n tema no me gusta, me lo apunto. Las cosas importantes se hablan¡±.
Torres siempre recuerda lo ingrata que fue en muchas ocasiones su llegada a la c¨²pula de la compa?¨ªa, con escasas intenciones por parte de su padre de ceder terreno y fiscalizando una a una las decisiones que tomaba su hijo. Ahora ¨¦l da margen mientras se encarga de las relaciones p¨²blicas del grupo, gestiona el family office y controla la fundaci¨®n, muy centrada en medio ambiente. Por eso, ahora, ¡ª"me acuerdo perfectamente de aquella relaci¨®n", dice¡ª, seis a?os despu¨¦s de preparar el relevo generacional en lo m¨¢s alto del grupo, se ha empecinado en dar m¨¢s libertad a sus dos v¨¢stagos: Miguel, responsable de la direcci¨®n del grupo, y Mireia, a quien se le ha responsabilizado de Jean Leon y de Torres Priorat. Otra met¨¢fora de esos cambios es la irrupci¨®n de Torres en un mercado en el que hasta ahora no campaba: el cava. Prev¨¦ lanzar ese espumoso, con el que quiere competir con el champagne, en 2016. Por aquellas fechas estar¨¢ m¨¢s pr¨®ximo un nuevo paso en la transici¨®n generacional de la compa?¨ªa. "En los dos pr¨®ximos a?os llegar¨¢ la cesi¨®n de las acciones de la compa?¨ªa a la quinta generaci¨®n de la familia", explica el presidente, quien asegura que el proceso se har¨¢ "por etapas". "Se ha de planificar muy bien y hacerlo con mucho cuidado para evitar tensiones", admite. El protocolo familiar se?ala incluso el n¨²mero de botellas que puede quedarse un accionista (entre 250 y 300).
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