¡°La era dorada del sector inmobiliario en China ha acabado¡±
Cao Yuanzheng es economista jefe del Bank of China, una de las cuatro grandes entidades financieras estatales

Salvo que la tendencia a la baja revierta en la recta final de 2014, China no ser¨¢ capaz de cumplir con el objetivo de crecimiento econ¨®mico establecido por el Gobierno a principios de a?o. De hecho, entre enero y septiembre, el producto interior bruto (PIB) de la segunda potencia mundial se expandi¨® un 7,4%, una d¨¦cima por debajo de lo que proyect¨® Pek¨ªn. No obstante, a pesar de que esta coyuntura ha sido interpretada por numerosos economistas como una de las principales amenazas para la econom¨ªa mundial, no parece que cunda el p¨¢nico en el Partido Comunista Chino (PCCh). ¡°Existen riesgos, pero no resultan aterradores¡±, asegur¨® el presidente, Xi Jinping, al inicio de la reciente cumbre del Foro de Cooperaci¨®n Econ¨®mica Asia-Pac¨ªfico.
Al fin y al cabo, Xi sostiene que un crecimiento moderado es una de las caracter¨ªsticas principales de la ¡®nueva normalidad¡¯ de la econom¨ªa, cuyo motor ahora es la innovaci¨®n. Ya lo avanz¨® el anterior primer ministro, Wen Jiabao: el objetivo es ¡°crecer menos, pero crecer mejor¡±. Y Cao Yuanzheng (1954), economista jefe del Bank of China, uno de las cuatro grandes entidades financieras estatales, es de la misma opini¨®n. ¡°No existe riesgo de un aterrizaje brusco, pero s¨ª habr¨¢ correcciones¡±.
Pregunta. ?Cu¨¢les son los principales retos a los que se enfrenta la econom¨ªa china?
Respuesta. Creo que son tres. Primero, en lo macroecon¨®mico, est¨¢ la transformaci¨®n del sistema productivo en s¨ª, que tiene que pasar de estar orientado a las exportaciones hacia el consumo interno. Todas las industrias deben seguir este camino, y eso puede suponer un ajuste doloroso en algunos casos. Por otro lado, el motor de nuestro modelo tambi¨¦n debe cambiar. El combustible ya no puede ser la inversi¨®n, que se ha visto afectada por la crisis, sino el consumo. Por ¨²ltimo, es necesario que cambie la funci¨®n de los gobiernos, sobre todo de los locales. Tienen que pasar de ser gobiernos que construyen a gobiernos que dan servicios.
P. Hasta hace poco se consideraba que un crecimiento del 8% era el m¨ªnimo para evitar el malestar social en China. ?D¨®nde est¨¢ la l¨ªnea roja ahora?
R. Para determinar esa l¨ªnea roja y, a su vez, decidir si hay peligro de un aterrizaje brusco de la econom¨ªa, tenemos que tener dos cosas en cuenta: la creaci¨®n de empleo y la sostenibilidad de la deuda. En el caso de la primera variable vemos c¨®mo China ha mejorado su eficacia. Antes, por cada punto de incremento del PIB se creaban 1,2 millones de empleos, pero ahora son 1,9 millones. Eso se debe a un cambio en la estructura econ¨®mica, en la que el sector servicios tiene cada vez m¨¢s peso. Es una coyuntura que permite crear los 10 millones de puestos de trabajo que se ha propuesto el Gobierno para evitar inestabilidad social con un menor crecimiento. Por eso, considero que el l¨ªmite est¨¢ ahora en el 6%. Estamos por encima del 7%, as¨ª que todav¨ªa hay margen y podemos descartar el aterrizaje brusco que vaticinan algunos.
P. ?Y la deuda?
¡°Por cada punto de crecimiento del PIB se crean 1,9 millones de empleos¡±
R. Puede llegar a ser un problema. Durante la crisis los gobiernos locales y regionales han invertido grandes sumas en infraestructuras para estimular la econom¨ªa. Es un dinero que han pedido prestado al mercado. Si la inversi¨®n se detiene, esa deuda madura y cabe la posibilidad de que no haya capital para pagarla. Por eso es necesaria una tasa de crecimiento que les permita tener las cuentas saneadas. Un 7% es suficiente.
P. ?Tambi¨¦n preocupa el sector inmobiliario?
R. Est¨¢ claro que su era dorada ha acabado. Y la raz¨®n principal est¨¢ en el cambio de la demograf¨ªa. Desde hace dos a?os el n¨²mero de nuevos matrimonios cae a un ritmo anual de m¨¢s de un mill¨®n. Y esa es la principal demanda del sector. As¨ª, es l¨®gico que la especulaci¨®n resulte menos atractiva, caiga la inversi¨®n, y, con ella, un precio que ya es elevado si se tiene en cuenta la renta per c¨¢pita china. En grandes urbes como en Shangh¨¢i o Pek¨ªn, donde hay m¨¢s oportunidades laborales y una importante masa de inmigrantes, es m¨¢s f¨¢cil mantener los valores actuales, pero en ciudades de tercera o de cuarta se va a sentir el golpe.
P. ?Estallar¨¢ la burbuja?
R. No habr¨¢ un estallido sist¨¦mico. ?Por qu¨¦? Pues porque China ha adoptado una pol¨ªtica restrictiva en la concesi¨®n de cr¨¦ditos, que se traduce en el requisito de que los compradores hagan un pago inicial por valor del 30% del inmueble, si es el primero que adquieren, y de entre un 40% y un 60% a partir del segundo. Eso supone que, mientras el precio no caiga m¨¢s de un 30%, la gente continuar¨¢ pagando sus hipotecas y el impacto ser¨¢ reducido. La pregunta es si el precio va a caer m¨¢s del 30%. A nivel nacional no lo creo. Pero s¨ª que veremos ca¨ªdas en ciertas ciudades y algunas empresas quebrar¨¢n.
P. Eso puede crear inquietud y alarma entre los inversores.
R. S¨ª, habr¨¢ problemas puntuales. Pero tenemos que ver la situaci¨®n con perspectiva. El sector inmobiliario representa el 22% de los cr¨¦ditos que conceden los bancos chinos, y el 18% son hipotecas. As¨ª que solo el 4% est¨¢ relacionado con los promotores. Aunque algunos caigan, el peligro est¨¢ bajo control.
P. Pero muchos de los promotores piden prestado a la llamada banca en la sombra.
R. Efectivamente. Pero la banca en la sombra est¨¢, como dice su nombre, en la sombra. No est¨¢ regulada. Supone un riesgo y se deber¨ªa regular y supervisar. Se le debe exigir un ratio de capital suficiente para cubrir los riesgos y que sus operaciones se incluyan en los balances de las entidades. Eso lo estamos haciendo.
¡°Nuestra econom¨ªa se debe reorientar hacia el consumo interno¡±
P. Shangh¨¢i est¨¢ experimentando con reformas financieras y econ¨®micas en la nueva Zona de Libre Comercio (ZLC). ?Qu¨¦ se espera de esta iniciativa?
R. Hay que entender esta zona como un experimento de reformas financieras. Es diferente de otras zonas de libre comercio, que suelen estar centradas en dar facilidades a las empresas que se dedican a la importaci¨®n y exportaci¨®n. En Shangh¨¢i lo importante es la reforma de las cuentas de capital. Facilitar el libre establecimiento de los tipos de inter¨¦s y de cambio. Ahora permitimos la apertura de la cuenta en renminb¨ªs y luego se permitir¨¢ su convertibilidad.
P. En cualquier caso, esto solo es posible en la ZLC de Shangh¨¢i. ?Se har¨¢n extensibles estas reformas al resto de China?
R. La ZLC es un experimento. Pero el sistema financiero no se puede reformar s¨®lo en un lugar concreto. Finalmente, la puerta caer¨¢ y la reforma fluir¨¢ por todo el pa¨ªs como el agua. La apertura que se da en la ZLC responde a una pol¨ªtica de reforma nacional para el sector financiero.
P. ?Cu¨¢ndo cree que veremos esos cambios por toda China?
R. Calculo que en unos tres a?os. Todav¨ªa quedan algunas restricciones importantes. Por ejemplo, en las transacciones que se hacen en divisas for¨¢neas, los residentes chinos no pueden pedir cr¨¦ditos fuera, la inversi¨®n extranjera directa necesita aprobaci¨®n espec¨ªfica, y el mercado de capitales tampoco est¨¢ abierto a los extranjeros. Pero estas operaciones s¨ª que est¨¢n permitidas en renminb¨ªs. Es una forma de incentivar que las empresas locales inviertan fuera en la divisa china, e ir promoviendo una internacionalizaci¨®n paulatina de la moneda.
P. ?C¨®mo impactar¨¢ el freno de China a nivel global?
R. La demanda mundial es d¨¦bil todav¨ªa. Eso hace que las importaciones caigan y que suceda lo mismo con el precio de las materias primas, incluido el petr¨®leo. Pero no todo son malas noticias. Las importaciones chinas de productos extranjeros est¨¢n creciendo a buen ritmo. Es una consecuencia l¨®gica de la transformaci¨®n hacia una econom¨ªa movida por el consumo interno, algo que tambi¨¦n se refleja, por ejemplo, en el aumento del turismo chino hacia el exterior. Cada a?o m¨¢s de cien millones de personas visitan el extranjero, y cada uno gasta al menos mil d¨®lares en su viaje. Todo esto ayudar¨¢ a equilibrar la balanza de China con el mundo.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.