El s¨ªndrome de la lata de sardinas
La clase turista vuela en asientos cada vez m¨¢s peque?os. Las aerol¨ªneas ofrecen m¨¢s espacio a cambio de un recargo en el precio
Algo est¨¢ cambiando, all¨¢ arriba, en el aire. Airbus se descolgaba esta semana con la patente de una rosquilla voladora. Un avi¨®n circular en el que los pasajeros viajan sentados en un espacio redondo. Como si fuera una plaza de toros. Es una m¨¢s, dice la aerol¨ªnea, de las 5.000 ideas que desarrollan al a?o sus ingenieros. En principio, nunca despegar¨¢. Pero es la evidencia de que esta industria busca nuevas soluciones, sobre todo, para transportar a m¨¢s gente en menos espacio. Sacrificando comodidad.
¡°El problema de la aviaci¨®n es que durante cincuenta a?os ha estado poblada de personas que pensaban que era una maravillosa experiencia sexual cuando en realidad solo es un autob¨²s con alas¡±, cuenta, con su conocido tono provocador, Michael O'Leary, consejero delegado de Ryanair. Detr¨¢s de la boutade hay dos certezas. En la clase turista, el ancho de los asientos de los aviones est¨¢ encogiendo, y el s¨ªndrome de la lata de sardinas se extiende m¨¢s all¨¢ de las compa?¨ªas de bajo coste. ¡°Apuran hasta el ¨²ltimo cent¨ªmetro¡±, se queja Rub¨¦n S¨¢nchez, representante de la plataforma de consumidores Facua. Tampoco anda muy lejos el concepto de ¡°autob¨²s a¨¦reo¡±. El fabricante europeo Airbus tiene patentado un sistema de asientos que semejan sillines de bicicletas unidos por una barra horizontal. Asegura Eduardo Galicia Roquero, portavoz de la compa?¨ªa, que ¡°no est¨¢ previsto utilizarlo¡±. Pero revela que colocar m¨¢s asientos en menos espacio es una imaginaci¨®n diaria de las compa?¨ªas.
La obsesi¨®n por los cent¨ªmetros no solo es patrimonio de los grupos ¡®low cost¡¯
De hecho, seg¨²n el portal especializado en viajes traveler.com, el indicador del espacio para las piernas, lo que en la industria se conoce como pitch, ha pasado de oscilar entre las 33 pulgadas (83,8 cent¨ªmetros) y 34 pulgadas (86,3) a fijarse en 31 pulgadas (78,7 cent¨ªmetros) en la mayor¨ªa de las aerol¨ªneas. Con m¨¢s precisi¨®n, el comparador de asientos seatguru.com observa c¨®mo ha ca¨ªdo de 34 pulgadas en los a?os ochenta del siglo pasado a las actuales 31. La variaci¨®n es sustancial. En un viaje de largo recorrido una pulgada (2,54 cent¨ªmetros) puede diferenciar la pesadilla del disfrute. Lo explica Jos¨¦ Solaz, director de automoci¨®n y medios de transporte del Instituto de Biomec¨¢nica de Valencia, quien se?ala el riesgo de viajar ¡°encajado¡±. ¡°En recorridos cortos simplemente es inc¨®modo, en trayectos largos resulta muy, muy peligroso¡±. El experto se refiere a la posibilidad de que aparezcan trombos ante la inactividad f¨ªsica. Junto a la paradoja que supone este menor tama?o cuando la obesidad es una pandemia.
Por eso este asunto de pulgadas encadena lo econ¨®mico, lo m¨¦dico y lo social. En las ¨²ltimas semanas se han relatado varios enfrentamientos entre pasajeros en pleno vuelo por reclinar, o no, la butaca. El problema preocupa y ya hay alguna iniciativa en el Senado estadounidense para intentar establecer un est¨¢ndar en los asientos. En este escenario, y sabiendo que los problemas que surgen a 10.000 metros de altura son muy distintos de los que suceden en tierra, Boeing y Airbus pugnan por el ¨¢lgebra de la butaca.
La aerol¨ªnea europea defiende el asiento con una anchura de 18 pulgadas (45,7 cent¨ªmetros) en clase econ¨®mica ¡°porque, sobre todo en viajes de largo recorrido, marca la diferencia en confort para el pasajero¡±, describe Eduardo Galicia Roquero. Y avanza: ¡°Las butacas y asientos en espacios p¨²blicos, como estadios, teatros y cines, han crecido en anchura desde los a?os sesenta y setenta. ?Por qu¨¦ mantener asientos de 17 pulgadas (43,1 cent¨ªmetros) en los aviones con est¨¢ndares de esos a?os?¡±.
Los expertos advierten de los riesgos de viajar totalmente encajado
Esa cifra parece dirigirse a su archirrival Boeing. El fabricante estadounidense asegura que no tiene un est¨¢ndar de ancho de asiento y que cada aerol¨ªnea configura los aviones seg¨²n su criterio. Pero esas 17 pulgadas se instalan cada vez m¨¢s. De hecho, Boeing espera entregar 36.770 nuevos aviones entre 2014 y 2033, de los que 25.680 aparatos ser¨¢n de pasillo ¨²nico, donde el espacio se puede apurar bastante.
Evidentemente, detr¨¢s de esta estrategia menguante habita una raz¨®n econ¨®mica. ¡°Desde luego que es posible instalar en un avi¨®n asientos con una distancia m¨¢s c¨®moda, de tal forma que todo el mundo tenga mayor espacio para las rodillas y las piernas¡±, observa en The New York Times Rene Dankwerth, vicepresidente de investigaci¨®n y desarrollo del fabricante de butacas alem¨¢n Recaro. ¡°Sin embargo, el precio del billete subir¨ªa¡±. Siguiendo este camino, algunas l¨ªneas estadounidenses como United Airlines (Economy Plus), JetBlue (Even More Space) o American Airlines (Main Cabin Extra) han creado programas que, tras abonar una tasa adicional, conceden m¨¢s espacio a las piernas. Otros operadores internacionales ¡ªindica Kevin Carter, portavoz de seatguru.com¡ª han optado por instalar una zona nueva entre Business y Economy que denominan Premium Economy y que supone una mejora en comodidad, ¡°por la que, eso s¨ª, hay que pagar varios cientos de d¨®lares m¨¢s que en turista¡±.
As¨ª que con el actual statu quo, la pugna por los asientos entre los grandes fabricantes est¨¢ en marcha. Airbus ha aumentado la capacidad de su familia A320neo (en desarrollo) de pasillo ¨²nico de 180 a 189 butacas para competir con los 737 de Boeing. Por su parte, el fabricante estadounidense ha contraatacado con un nuevo 737 que se configura con 200 butacas. En este tira y afloja, el constructor europeo planea aumentar el tama?o de la serie A321neo. Pasar¨¢ de 220 a 240 asientos.
Esto sucede fuera, porque dentro de casa Iberia mantiene las 18,5 pulgadas (47 cent¨ªmetros) de width (distancia de brazo a brazo de la butaca). Y en los 11 modelos A340/600 coloca 300 asientos, los mismos que antes del nuevo dibujo. ¡°Pero como las butacas son menos voluminosas [la industria trata de ganar espacio con asientos fabricados con materiales m¨¢s ligeros] podemos ofrecer un poco m¨¢s de margen entre asientos [el pitch oscila entre 31 y 32 pulgadas]¡±, explica un portavoz de la aerol¨ªnea. ¡°Adem¨¢s, hemos cambiado la bolsa de prensa ¡ªahora es una especie de red¡ª para que no reste espacio¡±.
Para entender mejor esta historia hay que recordar que la cabina de un avi¨®n es un trampantojo. La ilusi¨®n de un s¨®lido donde se crea una sensaci¨®n de seguridad y aislamiento. Por ejemplo, en el 787 Dreamliner de Boeing se han montado unas ventanillas m¨¢s grandes y una iluminaci¨®n LED que simula el cielo.
Como se ve, cualquier estrategia es buena con tal de retener al cliente. Tanto es as¨ª que las aerol¨ªneas se han fijado en ese viajero frecuente que, por la crisis, ha pasado de volar en Business a utilizar las low cost. Este es el cliente, seg¨²n David H?hn, socio responsable de transporte a¨¦reo de KPMG, que quieren ¡°atraer¡± las l¨ªneas a¨¦reas de bajo coste con propuestas como poder elegir ¡ªpagando algo m¨¢s¡ª el asiento o embarcando y desembarcando antes. ¡°El objetivo es prestar al cliente un servicio personalizado basado en sus preferencias¡±, apostilla H?hn. Algo que no siempre sucede all¨¢ arriba, en el aire.
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