Jap¨®n ante su prueba de fuego
El primer ministro Abe apuesta en las urnas la continuidad de su plan para reflotar la econom¨ªa del pa¨ªs, que lleva m¨¢s de dos d¨¦cadas paralizada y tiene en vilo a Occidente
Emiko Komuro tiene 27 a?os, estudi¨® Empresariales y trabaja en una empresa de m¨¢rketing como responsable de proyectos, donde gana 250.000 yenes (unos 1.700 euros) brutos mensuales. Se cas¨® hace poco y planea tener hijos pronto. Entonces renunciar¨¢ a su puesto de oficina, como muchas mujeres japonesas, aunque su esperanza es poder conseguir un teletrabajo. En su d¨ªa se sinti¨® interesada por la llegada de Shinzo Abe al poder. Hoy, aunque no quiere revelar cu¨¢l ser¨¢ su voto en las elecciones anticipadas del 14 de diciembre, asegura sentirse ¡°decepcionada¡± con el primer ministro japon¨¦s. ¡°S¨®lo se han beneficiado las empresas grandes. Las peque?as y las medianas, la gente corriente, no han visto mejoras¡±.
Jap¨®n acaba de entrar en recesi¨®n t¨¦cnica por cuarta vez en los ¨²ltimos seis a?os. El producto interior bruto (PIB) cay¨® un 1,9% durante el segundo trimestre y un 0,4% en el tercero, una bajada provocada en esta ocasi¨®n por la subida del IVA que entr¨® en vigor el pasado abril. La tasa pas¨® del 5% al 8% y el consumo interno, que supone m¨¢s de un 60% de la econom¨ªa nipona, se resinti¨® con fuerza por el incremento y arrastr¨® el PIB hacia tasas negativas. Ni el Gobierno nip¨®n ni los analistas esperaban que la subida impositiva tuviera un efecto negativo tan duradero en la tercera econom¨ªa mundial, que ve nuevamente como un proyecto esperanzador con ambiciones de dejar atr¨¢s d¨¦cadas de estancamiento se tambalea en el primer asalto.
?Qu¨¦ ha pasado con el pa¨ªs que fue durante a?os una referencia en crecimiento y desarrollo econ¨®mico? A mediados de los ochenta del siglo pasado, la desregulaci¨®n financiera y el exceso de cr¨¦dito en Jap¨®n dispararon la inversi¨®n especulativa en suelo y acciones. Los inversores, animados por las bajas tasas de inter¨¦s y la facilidad para conseguir cr¨¦ditos, ped¨ªan cada vez m¨¢s pr¨¦stamos para comprar activos inmobiliarios y financieros que despu¨¦s vend¨ªan f¨¢cilmente ante la subida exponencial de los precios. El abuso fue de tal calibre que, en el momento ¨¢lgido de la burbuja, el valor del Palacio Imperial de Tokio ¡ªla residencia del emperador, con una superficie de 3,4 kil¨®metros cuadrados¡ª era comparable al de todo el estado de California.
As¨ª se fragu¨® una de las mayores burbujas de la historia econ¨®mica moderna, que estall¨® tras la decisi¨®n del Banco de Jap¨®n de subir los tipos de inter¨¦s dr¨¢sticamente alertado por la creciente inflaci¨®n. Al desplome de las bolsas y del sector inmobiliario le sigui¨® una crisis bancaria, el cierre del grifo del cr¨¦dito y una deflaci¨®n end¨¦mica que, con sus m¨¢s y sus menos, dura hasta hoy. Los analistas hablaron primero de la d¨¦cada perdida, aunque los a?os de par¨¢lisis suman ya m¨¢s de 20. Seg¨²n datos del Banco Mundial, la econom¨ªa japonesa ha crecido un 0,95% de media entre 1991 y 2013.
Durante estas dos d¨¦cadas, la principal receta que ha aplicado el pa¨ªs para dejar atr¨¢s el estancamiento econ¨®mico se ha basado en aumentar el gasto p¨²blico, tanto en ¨¦pocas de crecimiento como de recesi¨®n, lo que ha provocado que el porcentaje de deuda p¨²blica con respecto al PIB haya pasado del 60% en 1990 al 230% en 2013. Los sucesivos gobiernos, por no perder popularidad, han descartado una y otra vez subidas impositivas que hubieran ayudado a reducirla. Cuando en 1997, tras dos a?os de un crecimiento relativamente alto, el Ejecutivo encabezado por Ryutaro Hashimoto decidi¨® agarrar el toro por los cuernos y subir el IVA del 3 al 5%, la econom¨ªa nipona volvi¨® a contraerse. Nadie desde entonces se atrevi¨® a aprobar una subida de impuestos hasta el anterior gabinete ¡ªencabezado por el ex primer ministro Yoshihiko Noda¡ª, un alza que se aprob¨® con los votos del Gobierno y la oposici¨®n y de la que el primer tramo se ha ejecutado este abril, ya durante el mandato de Abe. Vistos los resultados, el primer ministro ya ha pospuesto el siguiente incremento (previsto inicialmente para octubre de 2015 y aplazado hasta abril de 2017) y ha convocado elecciones anticipadas para, seg¨²n explic¨®, ¡°buscar el mandato del pueblo¡± y ¡°ratificar el apoyo¡± a las abenomics, su estrategia para reflotar la econom¨ªa del pa¨ªs.
La cuesti¨®n es si lo ha hecho o no en el momento apropiado. ¡°En las actuales circunstancias, aplazar la subida del IVA es la mejor opci¨®n que se pod¨ªa tomar. Lo importante es que ahora ya no se vislumbran m¨¢s malas noticias¡±, asegura Mazasumi Wakatabe, profesor de Econom¨ªa de la Universidad de Waseda. A su juicio, en 2017 la econom¨ªa japonesa se habr¨¢ recuperado de nuevo y entonces s¨ª podr¨¢ hacer frente con mayores garant¨ªas a una nueva alza impositiva. En cambio, Hideo Kumano, economista jefe de Daiichi Life Research Institute, se declara ¡°desilusionado¡± por la decisi¨®n, que considera motivada ¨²nicamente por ¡°motivos pol¨ªticos¡±, para conseguir votos en las elecciones anticipadas. ¡°Las circunstancias son muy diferentes de aquella primera subida en 1997, cuando el pa¨ªs sufr¨ªa una crisis financiera grave. Ahora, en cambio, muchos economistas predicen que la econom¨ªa se recuperar¨¢ en seis meses o un a?o, por lo que en octubre del a?o pr¨®ximo podr¨ªa aumentar perfectamente el impuesto¡±, razona, en una entrevista durante un viaje por invitaci¨®n del Centro para la Prensa Extranjera japon¨¦s.
En cualquier caso, el alza del IVA ¡ªindispensable para reequilibrar el d¨¦ficit presupuestario y reducir la deuda¡ª contradice la receta del primer ministro, que consta de tres pilares: est¨ªmulo monetario, aumento del gasto fiscal y reformas estructurales.
El primero lleva m¨¢s de un a?o y medio en funcionamiento con el objetivo inicial de lograr una inflaci¨®n cercana al 2% en 2015, algo que ya est¨¢ pr¨¢cticamente descartado, pero que se podr¨ªa conseguir un a?o despu¨¦s. Desde que el Banco de Jap¨®n (BOJ) empez¨® a bombear dinero al sistema financiero, el yen se ha depreciado un 23% frente al d¨®lar estadounidense. Sin duda la ca¨ªda del valor de la divisa japonesa contribuye a combatir la deflaci¨®n, porque las importaciones de materias primas se encarecen y repercuten en el precio final de los productos finales. Adem¨¢s, las grandes compa?¨ªas exportadoras tambi¨¦n se han beneficiado al vender sus art¨ªculos al exterior m¨¢s baratos. Aunque, por otro lado, como reconoce Kumano, ¡°ha hecho aumentar las diferencias entre las capas sociales¡±, al incrementarse los precios de los productos importados. La mayor¨ªa de los ciudadanos han perdido parte de su poder adquisitivo: ¡°Al principio de las abenomics se dec¨ªa que hab¨ªa buenas perspectivas, pero las cosas no han mejorado mucho y ya nadie lo dice¡±, asegura por su parte Komuro.
El programa de est¨ªmulo monetario se ampli¨® a finales de octubre ante el temor a una recesi¨®n que finalmente se confirm¨®. La ¨²ltima inyecci¨®n increment¨® la base monetaria con 80 billones de yenes anuales adicionales (unos 550.000 millones de euros). A este ritmo, ¨¦sta alcanzar¨¢ los 350 billones de yenes a finales de 2015, una cifra que, seg¨²n el rotativo Nikkei Asian Review, supone alrededor del 70% del PIB nip¨®n. Para hacerse una idea de su magnitud, el programa de est¨ªmulo de la Reserva Federal estadounidense durante los ¨²ltimos ocho a?os equivale al 20% de su econom¨ªa y las compras del Banco Central Europeo son un poco m¨¢s del 10%. Los analistas auguran que el Banco de Jap¨®n extender¨¢ en el futuro a¨²n m¨¢s su agresivo programa de est¨ªmulo, aunque la clara e in¨¦dita divisi¨®n que sufre la junta monetaria de la instituci¨®n podr¨ªa jugarle a Abe una mala pasada.
El segundo pilar, la pol¨ªtica fiscal expansiva, se ha reflejado en el aumento r¨¦cord del gasto p¨²blico. El Gobierno nip¨®n lo ha aumentado significativamente durante los dos ¨²ltimos a?os, especialmente en seguridad social, defensa, infraestructuras ¡ªprincipalmente relacionadas con la acogida de los Juegos Ol¨ªmpicos de verano en 2020¡ª y sobre todo para hacer frente a los cada vez mayores intereses de la deuda. El desembolso se pretend¨ªa cubrir en gran parte gracias a las sucesivas subidas impositivas, pero ahora el Ejecutivo de Abe, en caso de ser reelegido, deber¨¢ buscar otras fuentes de ingresos. ¡°Las dos primeras flechas de abenomics han funcionado con ¨¦xito¡±, declar¨® recientemente Koichi Hamada, asesor del Gobierno de Abe. ¡°La probabilidad de que Jap¨®n salga de la deflaci¨®n y vuelva a crecer es actualmente muy alta, yo dir¨ªa que casi del 100%, siempre y cuando Abe siga en el poder¡±, considera Wakatabe.
El mayor quebradero de cabeza del a¨²n primer ministro son las reformas estructurales, el tercer pilar. Muchas de ellas no han sido puestas en pr¨¢ctica y es dif¨ªcil prever cu¨¢ndo se aplicar¨¢n. Otras han quedado aplazadas para despu¨¦s de las elecciones anticipadas. Y otras, que deb¨ªan haberse votado en estas semanas, directamente se han abandonado, como la ley que deb¨ªa poner en marcha medidas para incentivar el acceso de la mujer con hijos a la vida laboral.
Uno de los grandes proyectos de reforma del Gobierno de Abe, era, precisamente, fomentar esta incorporaci¨®n y hacer que el porcentaje de mujeres trabajadoras entre los 25 y los 44 a?os subiera del 68% actual al 73% en los pr¨®ximos a?os. Abe tambi¨¦n aspiraba a hacer pasar el n¨²mero de mujeres en Consejos de Administraci¨®n del actual 7% al 30 por ciento para 2020. Seg¨²n el Fondo Monetario Internacional, un aumento en el porcentaje del empleo femenino del actual 63% al 70% para 2030 podr¨ªa hacer crecer el PIB 0,2 puntos porcentuales anualmente.
La principal receta siempre ha sido aumentar el gasto p¨²blico
Pero la incorporaci¨®n de la mujer al mundo laboral no es la ¨²nica reforma considerada muy necesaria. Seg¨²n Wakatabe, son tantas que ¡°son casi m¨¢s un millar de agujas que una tercera flecha¡±, aunque reconoce que ponerlas en pr¨¢ctica ¡°llevar¨¢ tiempo. El primer ministro tiene que pelear con un buen n¨²mero de intereses creados muy poderosos, y eso requiere tiempo¡±. El acad¨¦mico aboga por una mayor competici¨®n, mayor integraci¨®n y una liberalizaci¨®n del comercio en un Jap¨®n de instintos proteccionistas.
Por su parte, Kumano considera imprescindible acometer una reforma en profundidad del sector de la salud y la seguridad social en una poblaci¨®n cada vez m¨¢s envejecida y donde el 26% de los habitantes ya superan los 65 a?os. ¡°Es un ¨¢rea con un gran potencial de crecimiento, aunque ahora mismo hay grandes restricciones y el Colegio de M¨¦dicos mantiene un fuerte control¡±. Su opini¨®n es similar acerca del sector agr¨ªcola, que representa el 8% del PIB japon¨¦s pero que representa un grupo de presi¨®n muy fuerte ante el Legislativo nip¨®n.
Sobre todo ello es lo que Abe busca que se pronuncie el pueblo japon¨¦s el pr¨®ximo d¨ªa 14. La mayor¨ªa, cerca de un 70%, asegura que no entiende la necesidad de haber adelantado los comicios dos a?os enteros. Y un 61% considera que las abenomics han resultado un fracaso. Pero parece fuera de toda duda que una c¨®moda mayor¨ªa respaldar¨¢ al primer ministro y su Partido Liberal Dem¨®crata (PLD). Una encuesta que publicaba hace menos de una semana en el diario Sankei Shimbun, en l¨ªnea con otras similares en otros medios, aseguraba que el 42% de los votantes se inclinar¨¢ por el PLD. ?nicamente un 12% lo har¨¢ por el principal partido de la oposici¨®n, el Partido Dem¨®crata Japon¨¦s (PDJ), que por el momento no ha sabido imponer sus argumentos en la precampa?a. Todo apunta a que las abenomics, salvo sorpresa, tendr¨¢n una segunda oportunidad.
"Cool Japan", la imagen de marca nipona
El sushi, los dibujos animados japoneses, los c¨®mics manga, los productos de belleza... Todos ellos populares en el exterior y con un alto potencial de exportaci¨®n, a los ojos del Gobierno nip¨®n, pero que hasta ahora no han generado un alto nivel de ingresos procedentes del extranjero. El fondo ¡®Cool Japan¡¯, lanzado en 2013, tiene como fin intentar que la industria creativa, que el a?o pasado movi¨® cerca de 13.650 millones de euros en el extranjero ¡ªde un total de unos 560.000 millones de euros en ventas niponas en el exterior¡ª, se convierta en un puntal de las exportaciones niponas, muy necesarias para enjugar el masivo d¨¦ficit fiscal y genere entre 54.600 y 75.100 millones para 2020.
Muchas de las empresas de esta industria son peque?as y medianas y carecen de los recursos de los gigantes exportadores de la tecnolog¨ªa o del autom¨®vil. Hasta ahora han sido renuentes a capitalizar sus productos en el exterior pese a su popularidad a trav¨¦s de las redes sociales o YouTube y a una pirater¨ªa fomentada en muchos casos por la falta de disponibilidad del producto ¡®oficial¡¯ en el extranjero.
Este desinter¨¦s puede explicarse por factores como los respetables beneficios que ya obtienen del gran mercado interno japon¨¦s, de 126 millones de personas, o el temor a enfrentarse con una cultura diferente y a desarrollar el negocio en un idioma, el ingl¨¦s, que muchos no hablan con la suficiente soltura. Pero, seg¨²n apunta Ryotaro Mihara, autor del libro Por qu¨¦ Cool Japan es odiado en EE?UU, "el mercado japon¨¦s ya est¨¢ disminuyendo y disminuir¨¢ a¨²n m¨¢s, debido al envejecimiento de la poblaci¨®n. Por eso, en alg¨²n momento, estas empresas tendr¨¢n que moverse hacia el exterior".
La idea del fondo, de participaci¨®n mixta privada y p¨²blica, es facilitar este proceso. Hasta ahora est¨¢ dotado de 39.000 millones de yenes (265 millones de euros), de los que las empresas privadas aportan aproximadamente un 20%. Seg¨²n explica Kenji Hiroshige, del Secretariado de Estrategia para la Propiedad Intelectual, las inversiones se deciden teniendo en cuenta "la capacidad de difusi¨®n de la cultura japonesa y del atractivo de Jap¨®n en el exterior". La idea de la creaci¨®n del Fondo, que reemplaza a los esfuerzos que desarrollaban por separado ministerios tan dispares como el de Industria o el de Agricultura, "hasta cierto punto se inspir¨® en el Cool Britannia del Reino Unido o la Marca Espa?a", explica Hiroshige.
Desde su nacimiento, sin embargo, el fondo japon¨¦s no se ha visto exento de cr¨ªticas. Muchos japoneses se burlan de que un organismo del Gobierno se plantee invertir en juguetes o c¨®mics. El mundo del anime, por ejemplo, en muchos pa¨ªses es popular porque representa ¡°una cultura alternativa. No es arrasadora, pero es una alternativa, muy diferente del modelo de Hollywood¡±. Si el Gobierno la promueve, puede correr el riesgo de hacerle perder atractivo como producto nicho a ojos de sus seguidores.
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