Reestructuraci¨®n de la deuda
En el art¨ªculo 135 de la Constituci¨®n hay una frase (tanto en su versi¨®n antigua como en la reformada) tanto o m¨¢s pol¨¦mica que aquellas que se refieren al monto m¨¢ximo del d¨¦ficit p¨²blico o a la prioridad absoluta del pago de la deuda p¨²blica frente a cualquier otra obligaci¨®n. Es aquella que dice que los cr¨¦ditos para satisfacer la deuda p¨²blica ¡°no podr¨¢n ser objeto de enmienda o modificaci¨®n¡±. Ello significa que, constitucionalmente, no se podr¨ªa hacer una reestructuraci¨®n ordenada de dicha deuda.
Otro elemento para el debate porque esa reestructuraci¨®n, referida a los pa¨ªses europeos m¨¢s asfixiados por la deuda p¨²blica y privada, ha dejado de ser tab¨² en seminarios, investigaciones de economistas e historiadores, e incluso en los programas de partidos con representaci¨®n parlamentaria. Hasta ayer mismo bastantes expertos la ten¨ªan presente en privado como una posibilidad, como un ¨²ltimo recurso, pero era pol¨ªticamente incorrecto y de mal gusto mencionarla en p¨²blico. Como si pudiese convertirse en una profec¨ªa autocumplida. Con el concepto de reestructuraci¨®n de la deuda se entiende la reducci¨®n de los tipos de inter¨¦s que se pagan por ella, la ampliaci¨®n de los plazos para pagarla, una quita en el monto total, o una mezcla de las tres modalidades.
Hace unos d¨ªas, el columnista del Financial Times y de Der Spiegel, Wolfgang M¨¹nchau, dec¨ªa en uno de sus art¨ªculos: ¡°No tiene l¨®gica que la moneda ¨²nica entre en un estancamiento secular y no se reestructure la deuda. Como no se est¨¢ haciendo nada para evitar lo primero, existe una probabilidad cercana al 100% de que suceda lo segundo¡±. Casi al tiempo, otro de los escritores de referencia del Financial Times, Mart¨ªn Wolf, subrayaba: ¡°Al decidir que la crisis es fundamentalmente fiscal los pol¨ªticos pod¨ªan ignorar el hecho de que las consecuencias de los problemas eran los pr¨¦stamos irresponsables intereuropeos (de bancos de un pa¨ªs a bancos de otro pa¨ªs) y que, por tanto, los que conced¨ªan los cr¨¦ditos eran tan responsables como sus clientes. Si se hubiera aceptado la responsabilidad de ambos lados (acreedores y deudores) los argumentos morales a favor de las quitas hubieran sido m¨¢s evidentes¡±.
La Constituci¨®n tambi¨¦n proh¨ªbe modificar los cr¨¦ditos para pagar la deuda p¨²blica
El profesor de la Universidad Carlos III, Antonio Estella publicaba hace poco un art¨ªculo sobre el mismo asunto (¡°Podemos, la reestructuraci¨®n de la deuda y el consenso de los economistas¡±, Infolibre.es) en el que hac¨ªa un repaso de las investigaciones de diversos economistas (pertenecientes al coraz¨®n de la ortodoxia acad¨¦mica), con dos conclusiones: si se produce una reestructuraci¨®n de la deuda, ¨¦sta no ser¨ªa la primera vez que hubiera ocurrido en la historia reciente (por ejemplo, Francia e Italia, tras la Primera Guerra Mundial, con una reducci¨®n del 52% y del 36% respectivamente); y dos, los casos m¨¢s recientes de reestructuraciones dicen que en determinadas circunstancias y condiciones, la misma puede ser clave para retomar la senda del crecimiento.
Lo que el Estado y los ciudadanos espa?oles hemos tomado prestado supera ampliamente en estos momentos los tres billones de euros, que se descomponen en casi un 100% del PIB de deuda p¨²blica y m¨¢s del 200% de deuda privada. ?Puede pagarse sin sacrificar a las pr¨®ximas generaciones? Responder a esta pregunta es otro tel¨®n que cae. El presidente del Bundesbank, Jens Weidmann, ya ha tomado posici¨®n: la deuda p¨²blica espa?ola es perfectamente amortizable y, en consecuencia, no hay raz¨®n alguna para que sea reestructurada. Los contrarios a la reestructuraci¨®n arguyen que expulsar¨ªa a Espa?a de los mercados financieros y obligar¨ªa a pagar las obligaciones presupuestarias a tipos de inter¨¦s mucho m¨¢s elevados. Adem¨¢s, plantean una cuesti¨®n a que es preciso responder: al d¨ªa siguiente de la reestructuraci¨®n ?no habr¨ªa que volver a endeudarse para seguir pedaleando?
En un territorio m¨¢s heterodoxo llega por fin a Espa?a el magnus opus del economista poskeynesiano Steve Keen (Desenmascarando a la econom¨ªa. La emperatriz desnuda de las ciencias sociales, Capit¨¢n Swing editor, que ser¨¢ publicado en castellano en unos meses). Keen, premio Revere de Teor¨ªa Econ¨®mica por haber sido capaz de predecir con gran capacidad anal¨ªtica la Gran Recesi¨®n, piensa que habr¨¢ que hacer lo mismo que los antiguos practicaban coincidiendo con el a?o del ¡°Jubileo¡±: se liberaba a los esclavos, se perdonaban las deudas y se mostraba misericordia con los d¨¦biles.
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