?Funcionar¨¢ el Plan Juncker?
La propuesta persigue el equilibrio entre la inversi¨®n de ¡®dinero fresco¡¯ y la contenci¨®n fiscal
Como tantas medidas aprobadas en los ¨²ltimos a?os por la Uni¨®n Europea, el Plan Juncker es un equilibrio entre dos concepciones muy distintas de pol¨ªtica econ¨®mica: la alemana, aversa a las expansiones fiscales, y la de otros pa¨ªses que quieren acompa?ar sus reformas con ¡®dinero fresco¡¯, en palabras del primer ministro franc¨¦s, Manuel Valls. El resultado en este caso no es un est¨ªmulo fiscal propiamente dicho, ya que el esquema se basa en garant¨ªas, tal y como quer¨ªa Alemania, pero tampoco es la medida in¨²til y de marketing que otros critican. Su ¨¦xito depender¨¢ mucho de c¨®mo se gestione.
El plan crea un fondo (EFSI en sus siglas en ingl¨¦s) entre la Comisi¨®n y el Banco Europeo de Inversiones (BEI) dotado de 21.000 millones de euros en garant¨ªas que, apalancadas en un ratio 1/15, deber¨ªan dar lugar a inversi¨®n privada por un monto 315.000 millones en tres a?os. La cifra, que equivale a un 0,8% del PIB de la UE al a?o, no es nada desde?able, pero la clave del ¨¦xito es conseguir que se llegue a esos niveles de inversi¨®n, y sobre todo que esa inversi¨®n sea neta y no sustituya a proyectos que se llevar¨ªan a cabo en cualquier caso.
Llegar a esas cantidades no deber¨ªa de ser imposible. Un ratio de apalancamiento de 1/15 es elevado pero no es inusual en algunos proyectos del BEI, y el entorno de abundancia de liquidez actual favorece la financiaci¨®n privada del plan. La gesti¨®n del fondo s¨ª va a ser un reto importante, ya que implica decisiones en poco tiempo sobre la viabilidad econ¨®mica de multitud de proyectos, con consecuencias distributivas importantes entre pa¨ªses y sectores.
Para generar inversi¨®n neta es importante que se elijan proyectos que el sector privado no est¨¦ dispuesto a financiar por su cuenta en la coyuntura actual. La percepci¨®n general es que la inversi¨®n en la eurozona es muy baja por una elevada incertidumbre ligada a muchos factores (econ¨®micos, pero tambi¨¦n pol¨ªticos, geoestrat¨¦gicos, y regulatorios). Una medida crucial para que el sector privado reduzca su aversi¨®n al riesgo y participe en los proyectos es que una eventual primera p¨¦rdida de las inversiones sea asumida por el fondo, pero este aspecto a¨²n no ha sido aclarado del todo. El EFSI tambi¨¦n puede contribuir eligiendo proyectos que, aun siendo rentables, tengan un perfil de riesgo alto, y en este sentido parece positivo que en el control de la selecci¨®n de proyectos la Comisi¨®n vaya a tener la mayor¨ªa, frente a un BEI tradicionalmete m¨¢s conservador.
Un ¨²ltimo aspecto positivo no muy citado hasta ahora es la posibilidad de que los pa¨ªses hagan aportaciones adicionales al fondo sin que se incluyan en el d¨¦ficit contabilizado por Bruselas en el Pacto de Estabilidad y Crecimiento. Esto puede ser una v¨ªa de escape para que Francia lleve a cabo su deseada expansi¨®n fiscal por la puerta de atr¨¢s (Italia lo tiene m¨¢s dif¨ªcil, ya que por su elevada deuda est¨¢ controlada tambi¨¦n por los mercados). Sin embargo, no est¨¢ claro si esas aportaciones adicionales pueden ser dirigidas de manera impl¨ªcita al pa¨ªs que las hace, por lo que no se sabe si ser¨¢ un incentivo suficiente para aumentar la capacidad del fondo.
En definitiva, los efectos sobre la recuperaci¨®n en el medio plazo son a¨²n inciertos, pero hay palancas para mejorarlos. Para la reuni¨®n del Consejo Europeo de este diciembre, que debe aprobar el plan, algunas de estas dudas se deber¨ªan despejar.
Miguel Jim¨¦nez Gonz¨¢lez-Anleo es economista jefe para Europa en BBVA Research.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.