El ¨²ltimo rey de la era del ladrillo sucumbe a los excesos de la deuda
La liquidaci¨®n se cierne sobre Martinsa-Fadesa, s¨ªmbolo de la burbuja inmobiliaria


En el lenguaje coloquial de los ejecutivos de los 14 bancos que deben decidir antes de final de a?o si ponen punto final a una de las principales inmobiliarias espa?olas de los a?os dorados, Fernando Mart¨ªn "lleva seis a?os flotando". Mart¨ªn es el presidente de Martinsa-Fadesa, la empresa que en julio de 2008 protagoniz¨® la mayor suspensi¨®n de pagos conocida en Espa?a (7.000 millones). Los 14 bancos parecen de la misma opini¨®n, seg¨²n todas las fuentes consultadas. "Mart¨ªn propone una quita del 80% para quedarse con activos valorados en 1.400 millones y una deuda de 450", dice uno de sus representantes. "No tiene liquidez. Apenas tiene empleados. Pretende que hagamos un acto de fe porque no hemos podido mirar los libros. Su oferta es una pasada que no ha gustado a nadie. M¨¢s vale que proponga otra cosa, se quede con algo m¨¢s peque?o y se ponga a currar". Llegados a cierto punto, los bancos pierden su tradicional moderaci¨®n en el vocabulario.
Martinsa-Fadesa ten¨ªa que haber devuelto 32 millones de euros en 2013 a los bancos y no lo hizo. Es una minucia, porque representa el 1% de la deuda. Pero antes de que acabe 2014 deber¨ªa pagar 384 millones porque as¨ª reza el acuerdo que le permiti¨® salir del concurso de acreedores en 2011. Y la ley es muy clara al respecto: dos a?os sin pagar obligar¨ªan a proceder a la liquidaci¨®n de la compa?¨ªa. Es un final que puede producirse en las pr¨®ximas semanas si los 14 bancos acreedores no se apiadan de Fernando Mart¨ªn.
Y en estos d¨ªas, se les ve cara de pocos amigos.
Martinsa-Fadesa represent¨® en su momento una de las joyas del sector inmobiliario espa?ol. Nadie ten¨ªa m¨¢s suelo urbanizable, ni mayor n¨²mero de promociones de viviendas habi¨¦ndose extendido por los pa¨ªses del Este, por el continente americano y por el norte de ?frica. Su propietario, Fernando Mart¨ªn, hab¨ªa dejado de ser un discreto empresario para gozar de una ef¨ªmera notoriedad como presidente del Real Madrid sucediendo temporalmente a Florentino P¨¦rez. Desde ese momento, particip¨® como un personaje m¨¢s de la borrachera de la burbuja: due?o de Martinsa, compr¨® Fadesa por 4.000 millones. Fue una etapa irreverente en la que el pez chico se com¨ªa al grande.

No fue el ¨²nico. Lo hizo Luis Portillo, otro de los se?ores del ladillo, quien manifest¨® hace un tiempo, durante uno de los tres juicios civiles que tiene en curso que, en aquellos a?os "los bancos te met¨ªan miles de millones por debajo de la puerta". Portillo, enriquecido a la sombra de la Expo de Sevilla, se gast¨® 7.000 millones en comprar empresas y paquetes de acciones. Era otro pez chico con mucha hambre. Due?o de Inmocaral compr¨® Colonial, que era tres veces m¨¢s grande; luego Riofisa, por 2.000 millones cuando no val¨ªa m¨¢s de 500; m¨¢s tarde el 15% de FCC.
Y la espuma sigui¨® creciendo: Rafael Santamar¨ªa, propietario de Reyal compr¨® Urbis, que ten¨ªa el doble de tama?o. O los Sanahuja, familia catalana que hab¨ªa hecho dinero con una peque?a sociedad (Sacresa): empezaron teniendo el 4% de Metrovacesa para alcanzar el 80%. Salieron de compras, adquirieron hasta la sede del HSBC en Londres. A finales de 2007, la deuda financiera de Metrovacesa era de 7.000 millones, 14 veces su beneficio bruto de explotaci¨®n.
Los bancos hac¨ªan el doble juego: lograban ingresos por las compras y adem¨¢s las financiaban. Un ejemplo: a La Caixa le hab¨ªa costado Colonial 11 euros la acci¨®n y la vendi¨® por 69. "Esas operaciones arreglaban la cuenta de resultados", recuerda un ejecutivo de la casa.
¡°Martinsa no tiene liquidez, apenas tiene empleados¡±, se?ala la banca
Los Sanahuja ya no est¨¢n en Metrovacesa, Rafael Santamar¨ªa vio como Reyal Urbis entraba en concurso de acreedores en 2013 y como se le reconoc¨ªan unos activos de 2.420 millones con un pasivo de casi 4.200, momento a partir del cual los bancos le iban desposeyendo de sus activos estrella, el ABC de Serrano, el edificio de Castellana 200... Una muerte lenta. Reyal Urbis es una empresa zombi. Todas son empresas zombis, que pierden valor cada a?o que pasa. Un dato, en 2013, el patrimonio de Reyal Urbis disminuy¨® en 232 millones por ventas y nada menos que en 689 millones por la depreciaci¨®n de sus activos.
De aquellos imperios, quedan las cenizas. De las grandes, Colonial es la ¨²nica que ha salvado el pellejo. "Sus principales acreedores eran bancos extranjeros e hicieron algo que los espa?oles no han hecho: reconocer enseguida la verdad y provisionar las deudas. Los bancos espa?oles no lo han hecho hasta que el ministro De Guindos les oblig¨®", explica un alto ejecutivo. En Colonial, echaron a Portillo de la presidencia y le pusieron tres denuncias civiles. Hoy Portillo es t¨¦cnicamente insolvente: vendi¨® su avi¨®n privado, su mansi¨®n en Dos Hermanas y vive en un piso en Sevilla. No tiene una sola sociedad a su nombre. Su mujer conserva la propiedad del colegio que compr¨® su marido para despedir al director que hab¨ªa puesto pegas a sus hijas.
Los empresarios del ¡®boom¡¯ viven horas bajas: Luis Portillo ahora es insolvente
M¨¢s de 1.800 inmobiliarias han ca¨ªdo en Espa?a en siete a?os de crisis. "Si analizamos el sector, ten¨ªa una morosidad superior al 60%", dice el economista Jos¨¦ Garc¨ªa Montalvo. Fernando Mart¨ªn era hasta ahora el superviviente de aquella hornada de emperadores del ladrillo, pero es posible que no llegue al 2015. "Hay trampas en el activo y trampas en el pasivo, tiene unos costes de estructura al a?o de 15 millones, entre otras cosas porque se puso un sueldo de 2,5 millones. Las tres patas de ese banco est¨¢n cojas", dice uno de los asesores que ha estudiado la ¨²ltima oferta de Mart¨ªn.
Una de las posibilidades que se contempla es la de arrebatarle la gesti¨®n de su empresa. Un abogado que asesora a los bancos compara la resistencia de Fernando Mart¨ªn con la dignidad de un empresario modesto al poner punto final a su inmobiliaria: "Vino con su Mercedes acompa?ado de su mujer. Lo llev¨® a lavar, llen¨® el dep¨®sito de gasolina y lo entreg¨®". Mart¨ªn huye de los focos. La telefonista de Martinsa-Fadesa atiende personalmente las llamadas de los periodistas. No hay servicio de prensa. Ella misma toma nota de la petici¨®n de entrevista y no asegura ning¨²n resultado. As¨ª debe ser una empresa zombi.
¡®Zonas radiactivas¡¯ en Espa?a
Una cantidad apreciable de promociones de viviendas no se vender¨¢n nunca, a juicio de los expertos, que utilizan la expresi¨®n de "zona radiactiva" para describir aquellos lugares donde "los bosques de farolas no se cubrir¨¢n nunca", como dice el profesor Jos¨¦ Luis Su¨¢rez, del IESE. Tampoco tendr¨¢ valor una buena parte del suelo declarado urbanizable en los ¨²ltimos a?os, apunta Garc¨ªa Montalvo. "En dos o tres siglos, nunca cay¨® tanto la actividad inmobiliaria", recuerda Su¨¢rez, "y en ning¨²n lugar ha sido tan dram¨¢tico el descenso como en Espa?a". El diagn¨®stico de los expertos es un¨¢nime para explicar lo sucedido: el uso desmedido de la deuda en manos de personas que "no ten¨ªan capacidad de gesti¨®n", "que se comportaban como propietarios de empresas familiares y no ten¨ªan preparaci¨®n para moverse en el terreno financiero". "Tampoco ten¨ªan un acusado sentido de la ¨¦tica", dice el consejero de una inmobiliaria.
La construcci¨®n fue, en tiempos, una actividad industrial que se perdi¨® por la fiebre especulativa. Volver al camino industrial es el eje de la recuperaci¨®n del sector, seg¨²n los expertos. "Ahora hay que hablar de micromercados", explica Su¨¢rez, "de productos bien hechos, muy enfocados al cliente. Esa ha sido la gran lecci¨®n. Cuando se hace algo distinto, se vende". Su¨¢rez ve algunos brotes verdes en el panorama inmobiliario: "Las ventas ya no caen. El valor de los centros comerciales est¨¢ empezando a subir, as¨ª como la venta de oficinas en zonas prime. El aumento de las ventas por Internet est¨¢ propiciando tambi¨¦n la necesidad de centros log¨ªsticos".
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